Durante los quince días que duran los Juegos Olímpicos es inegable que los deportistas de todas las delegaciones participantes centran la atención. De las cámaras de televisión y de los fotógrafos, de los espectadores que se congregan en las gradas, de los fans que siguen fielmente cada competición allá donde estén...
Pero, para que todo esté perfecto a la hora de la verdad es necesario la participación de los otros protagonistas de los Juegos: los trabajadores que hacen que todo esté perfecto en el arranque de cada jornada de competición.
Algunas de sus ocupaciones pueden resultar hasta cómicas, y otras posiblemente nunca imaginaste que existieran, pero todas ellas son tan necesarias como la que más. Sin ellos, los Juegos Olímpicos de Río no serían posibles.