Es noticia
‘The turning point’: se pincha la burbuja inmobiliaria global
  1. Mercados
  2. Finanzas personales

‘The turning point’: se pincha la burbuja inmobiliaria global

¿Significa la última crisis financiera el final de una era dorada de crecimiento estable? Se pregunta la revista financiera The Economist en un briefing que lleva

Foto: ‘The turning point’: se pincha la burbuja inmobiliaria global
‘The turning point’: se pincha la burbuja inmobiliaria global

¿Significa la última crisis financiera el final de una era dorada de crecimiento estable? Se pregunta la revista financiera The Economist en un briefing que lleva por título The Turning Point (El punto de inflexión) y que dice que “si la economía fuera un cuento para niños, a un largo periodo de rentas al alza y mejoras del nivel de vida le sigue siempre una gran recesión. Subida de paro, caída del consumo y contracción de la producción son las inevitables consecuencias después de los buenos tiempos de creación de empleo y abundantes ganancias. La resaca necesita ser proporcional a la fiesta”, afirma.

Tras largos años de vacas gordas, “las percepciones sobre el riesgo están cambiando”. El gran ejemplo que pone son los Estados Unidos, cuyo mercado inmobiliario se ha desplomado y donde la crisis de los mercados financieros amenaza con una recesión”, prosigue. The Economist vincula la suerte estadounidense a la de 16 de 25 países de la OCDE, entre ellos, el nuestro.

En la misma línea, el crecimiento de los precios de la propiedad inmobiliaria residencial se ralentiza en todo el mundo, según el último Índice Mundial de la consultora Knight Frank. ¿La culpa? La subida de los tipos de interés y un mayor rigor en los criterios de préstamo en gran parte de los países europeos.

Según este informe, “la ralentización del crecimiento es también consecuencia del control de las insostenibles tasas de inflación del precio de la vivienda en algunos mercados europeos. La ralentización de la inflación mundial de los precios de la vivienda se verá probablemente afectada por los problemas recientes en el mercado prime secundario estadounidense, a medida que los bancos revisen sus criterios de préstamo".

De hecho, en EEUU ya se aprecian algunas consecuencias de la crisis. El crecimiento de los precios en el en el segundo trimestre fue un 3,2% superior al mismo periodo del año anterior, que fue cuando registró su tasa de crecimiento más baja desde 1997.

Asimismo, se aprecia una ralentización del crecimiento en algunos países del occidente europeo que anteriormente mostraban excelentes resultados. Destaca en particular la desaceleración del mercado residencial irlandés, teniendo en cuenta que los precios en junio de 2007 fueron únicamente un 0,9% superiores a los de un año antes. Después de un periodo sostenido de gran crecimiento de los precios, los elevados tipos de interés en la Eurozona han servido de freno a la inflación del precio de la vivienda en Irlanda.

En otros países con buenos resultados en la clasificación de Knight Frank, especialmente España, también se ha apreciado una moderación en los índices de crecimiento. El auge de los precios en España parece haber llegado a su fin, si bien siguen subiendo en algunas localidades.

El mercado alemán continúa cuesta abajo

La ralentización también ha seguido apreciándose en Dinamarca; en otras áreas, como Francia, Países Bajos y Suiza, se ha apreciado una reducción de los índices de inflación en el precio de los inmuebles. Por su parte, el mercado residencial alemán continúa en depresión, habiendo disminuido el crecimiento anual de los precios durante cuatro trimestres consecutivos. De la misma manera, en Suecia también se ha experimentado un crecimiento negativo de los precios en los últimos 12 meses.

¿Significa la última crisis financiera el final de una era dorada de crecimiento estable? Se pregunta la revista financiera The Economist en un briefing que lleva por título The Turning Point (El punto de inflexión) y que dice que “si la economía fuera un cuento para niños, a un largo periodo de rentas al alza y mejoras del nivel de vida le sigue siempre una gran recesión. Subida de paro, caída del consumo y contracción de la producción son las inevitables consecuencias después de los buenos tiempos de creación de empleo y abundantes ganancias. La resaca necesita ser proporcional a la fiesta”, afirma.