El consejero delegado dimitió para cobrar 3 millones de euros de indemnización

Tres millones de euros. Esa es la cantidad que ha recibido Manuel González, consejero delegado de Metrovacesa, por abandonar la compañía. González presentó la dimisión la semana pasada y exigió por ello cobrar la indemnización que estaba pactada en su contrato, único ejecutivo de la compañía que tenía tal blindaje.

Lógicamente, no ha sentado nada bien semejante decisión. “Era un hombre de confianza de Rivero desde hace 25 años, cuando trabajaban juntos como promotores en Andalucía”, aseguran fuentes cercanas a la empresa. “Pero ha preferido debilitar a Rivero cuando estaba inmerso en una negociación para cobrar tres millones de euros”, insiste esta fuente.

Para el presidente de la empresa, la salida del consejero delegado supuso un golpe en sus negociaciones con la familia Sanahuja. “Cuando estás metido en una negociación como esa, que el número dos de la empresa decida marcharse, te debilita”, explican.

Quienes también han salido perjudicados han sido otros doce ejecutivos de la empresa que estaban negociando un contrato blindado similar al del consejero delegado. “Después de la espantada de González, la familia Sanahuja se negó a que el resto de ejecutivos tuviese ese tipo de contrato. Ellos también han salido perdiendo”, aseguran estas fuentes, que explican, además, que por los pasillos de la inmobiliaria hay bastante malestar con el ya ex consejero delegado.

Consejo por la tarde

La dimisión irrevocable se hará efectiva en el consejo de hoy por la tarde, que nombrará adjunto a la dirección a Jesús García de Ponga, director general de Cresa y hombre de confianza de la familia Sanahuja. Para cuando se reúnan los consejeros, la acción de Metrovacesa habrá vuelto a cotizar en el mercado madrileño.

El consejo tratará la segregación de la compañía en dos empresas diferentes. Ayer, Metrovacesa volvió a enviar a la CNMV un hecho relevante en el que explicaba de nuevo la operación, difícil y compleja, que deberá aprobar el regulador.