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Florentino Pérez negó su apoyo a una eventual fusión Endesa-Fenosa por miedo a las represalias del Gobierno
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Florentino Pérez negó su apoyo a una eventual fusión Endesa-Fenosa por miedo a las represalias del Gobierno

Ha sido una más de las alternativas barajadas por la gerencia de Endesa en la búsqueda de un caballero blanco para oponerse a la OPA de

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Florentino Pérez negó su apoyo a una eventual fusión Endesa-Fenosa por miedo a las represalias del Gobierno

Ha sido una más de las alternativas barajadas por la gerencia de Endesa en la búsqueda de un caballero blanco para oponerse a la OPA de Gas Natural. Se trataba de una fusión Endesa-Fenosa (bajo la fórmula de una OPA amistosa de Fenosa sobre Endesa), que hubiera dado lugar a un grupo integrado de gas y electricidad, con una valoración cercana a los 40.000 millones de euros. Pero Florentino Pérez, primer accionista a través de ACS, dijo no, por miedo a las represalias del Gobierno Zapatero.

“Ha habido alguna que otra conversación entre las partes, pero nada más”, asegura una fuente conocedora de la operación. “Florentino no se atrevió a dar el paso y así lo dejó claro enseguida, a pesar de que con la acción de Fenosa a 33 euros, difícilmente podría encontrar mejor operación de futuro que la de convertirse en accionista de referencia de la fusionada, porque ese precio no lo va a poder mantener mucho tiempo”.

Endesa capitaliza 29.700 millones de euros, frente a los 9.900 de Unión Fenosa, lo que hubiera arrojado una ecuación de canje de 1 por 3 casi exacta, con integración de gerencias y formación de un núcleo estable de accionistas formado por la propia ACS y Caja Madrid, ambas con un porcentaje similar del 10% (previo aumento de la participación de la entidad financiera), más las cajas de ahorros e inversores gallegos, hasta redondear un núcleo duro español de entre el 25% y el 30% del capital social.

“Pero Florentino dijo no. Le dio miedo”, aseguran las fuentes. “Adujo que su negocio es ACS y no Fenosa, y no se atrevió a dar el paso que podría haber puesto en casa a sus accionistas por miedo a que el Gobierno, como titular del gran contratista de obra pública que es el Estado, le perjudicara si se metía en esta guerra”.

La oferta fue conocida y comentada por los gestores de la eléctrica que ahora preside López Jiménez, quienes, según las fuentes, confirmaron a Florentino que “esa era la operación que había que hacer. Pero a este le entró verdadero pavor, por lo que el intento apenas pasó de los sondeos previos”.

Dos grandes grupos: Endesa-Fenosa y Gas Natural-Iberdrola

“Una cosa muy triste”, señalan las fuentes, para quienes la fusión Endesa-Fenosa hubiera abierto las puertas de par en par a la formación de otro gran grupo de gas y electricidad español, el formado por la paralela fusión, también amistosa, entre Gas Natural e Iberdrola.

Una doble operación de este tipo hubiera resuelto los problemas de dimensión del sector energético español con la formación de dos campeones nacionales en lugar de uno, fuertemente capitalizados y defendidos por sólidos núcleos de accionistas estables, y un tercero en discordia a nivel ibérico, que sería el constituido por la integración de la portuguesa EdP e Hidrocantábrico.

Muy probablemente este dibujo no hubiera sido posible sin algún tipo de acuerdo político entre los dos grandes partidos mayoritarios, PSOE y PP, que son los que eventualmente pueden desempeñar tareas de Gobierno. La realidad, sin embargo, parece caminar muy lejos de este diseño. La obcecación gubernamental a favor de la OPA de Gas Natural puede terminar con Endesa en manos alemanas, por una simple cuestión de músculo financiero.

Ha sido una más de las alternativas barajadas por la gerencia de Endesa en la búsqueda de un caballero blanco para oponerse a la OPA de Gas Natural. Se trataba de una fusión Endesa-Fenosa (bajo la fórmula de una OPA amistosa de Fenosa sobre Endesa), que hubiera dado lugar a un grupo integrado de gas y electricidad, con una valoración cercana a los 40.000 millones de euros. Pero Florentino Pérez, primer accionista a través de ACS, dijo no, por miedo a las represalias del Gobierno Zapatero.