La biorrefinería urbana de Zaragoza que dará una segunda vida a los residuos orgánicos

Los residuos forman parte de nuestro día a día. Todos los generamos, y no precisamente en pequeñas cantidades. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, cada español origina 473 kilogramos al año. El dilema ha ido creciendo en las urbes; y la búsqueda de soluciones, también. ¿Imaginas que parte de estos desechos acaban convertidos en la bolsa que te llevas a la compra? O, mejor aún: ¿imaginas que terminan formando parte de tu teléfono móvil?

Este es precisamente el objetivo de Urbaser, una empresa de gestión medioambiental que está construyendo la primera biorrefinería industrial de fracción orgánica de residuos sólidos urbanos (Forsu) y lodos de depuradora de Europa. La planta convertirá estos residuos en productos de base biológica de alto valor añadido para la industria y los consumidores finales. Será implementada en dos ciudades: Sesto San Giovanni (Italia) y Zaragoza (España). La fase de diseño ya se ha completado en ambos puntos. Ahora, comienzan los siguientes pasos.

“En Sesto San Giovanni ya ha comenzado la fase de remodelación de las plantas existentes y la construcción de las nuevas tecnologías con base en el diseño realizado. En Zaragoza, arrancará a finales de este 2023, aunque en ambos casos prevemos que esta fase concluya a lo largo de 2024”, comentan desde la compañía.

"Se podrán obtener desde fertilizantes con propiedades bioestimulantes hasta recubrimientos de partes mecánicas móviles"

El proyecto se llama Circular Biocarbón, y con un presupuesto global de 23 millones de euros (de los cuales la Comisión Europea ha financiado 15 millones), el objetivo es transformar los residuos orgánicos en recursos, realizando la máxima recuperación de los materiales presentes en ellos y cerrando el ciclo de los materiales haciendo de la circularidad una realidad. Se prevé que las obras culminen en 2026.

Las líneas de producción de la biorrefinería de Zaragoza se construirán en el Centro de Innovación Tecnológica de Residuos Alfonso Maíllo (CIAM) (dedicado actualmente a desarrollar nuevas tecnologías para el reciclaje y la valorización de residuos municipales e industriales) y en el Complejo para Tratamiento de Residuos Urbanos, ubicado en el Parque Tecnológico del Reciclaje (PTR).

Los dos tipos de residuos —fracción orgánica de residuos sólidos urbanos (Forsu) y lodos de depuradora— serán procesados a través de un conjunto de tecnologías y etapas en cascada, que abarcarán procesos biológicos, físicos, químicos y mecánicos. El objetivo es recuperar los materiales más valiosos presentes en ellos.

Según aclaran desde Urbaser, "se podrán obtener desde fertilizantes sólidos y líquidos con propiedades bioestimulantes, hasta recubrimientos, no solo de productos de consumo directo y de partes mecánicas móviles, sino también de herramientas para moldear plásticos. También productos y dispositivos basados en grafeno verde, películas de mantillo biodegradables en suelo y bolsas biodegradables compostables".

“La implementación en ambas ubicaciones respaldará la replicabilidad del concepto, que permitirá ofrecer resultados finales que puedan ser replicados en el mayor número de ciudades posible. Por eso posee una serie de tareas dedicadas exclusivamente a favorecer la replicabilidad, con una especial atención en la transmisión de los conocimientos y resultados adquiridos”, aclaran desde la compañía. El proyecto dio el pistoletazo de salida en 2021 tras recibir la máxima puntuación por parte de la Comisión Europea e incluye a 11 partners de cinco países europeos (España, Italia, Dinamarca, Francia y Alemania).

Proyectos en 75 ciudades españolas

Urbaser tiene tres líneas de negocio: tratamiento de residuos urbanos, soluciones industriales y servicios urbanos. Gestiona la limpieza urbana de Madrid, Barcelona, Santander, Burgos y Santiago, entre otras; y se encarga del Servicio de Mantenimiento de Áreas Verdes en 75 urbes del mapa español.

En Madrid, por ejemplo, a través del proyecto Innomad, ha desarrollado un nuevo diseño propio de carro de barrendero con el fin de facilitar las maniobras del operario y, en general, del servicio de limpieza. De hecho, según explica la empresa, “este nuevo carro de limpieza ha sido galardonado por la BID22 y cuenta con tecnología eléctrica que facilita la conducción, es versátil y está preparado para distintas funciones como barrido, baldeo, desinfección y quitanieves, entre otros. Además, su diseño modular le permite ser desmontado en pocos minutos en los cantones de limpieza y adaptarlo al uso que requiera ese día”.

En el área de tratamiento de residuos urbanos, el grupo gestiona varias plantas como la de Algimia, en el interior del Parque Natural de la Sierra Calderona, con procesos de tratamiento que permiten recuperar más del 60% de los residuos gestionados; la de Elche, que ya recupera el 100% de los materiales de colchones, o el Complejo Medioambiental Costa del Sol, donde la compañía tiene previsto abastecer este centro de energía 100% renovable con la meta de que sea autosuficiente y que genere excedente energético para inyectar en la red eléctrica.

Respecto a las soluciones industriales, destaca el Proyecto Marpoles, una planta de tratamiento en Algeciras donde se ha conseguido, a través de la valorización, tratar aguas y lodos para conseguir compostaje que puede servir para uso agrario. El grupo aclara que “es nuestra primera planta de tratamientos de soluciones industriales que consigue certificar esta práctica. La certificación nos la ha otorgado la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, y para lograrlo hemos necesitado meses de trabajo y búsqueda de alternativas para la valorización de los lodos de depuración”.

En septiembre de 2023 el Ministerio de Ciencia e Innovación concedió a Urbaser el Premio Nacional de Innovación 2023 en la categoría de Gran Empresa Innovadora. Destina a I+D+i más de 10 millones de euros al año. En concreto, tiene presencia en 15 países con 150 plantas de reciclaje y tratamiento de residuos, más de 33 millones de toneladas de residuos gestionados, más de un millón de residuos recuperados y 2,6 millones de toneladas de CO₂ evitadas, según los datos aportados por la empresa.

Este proyecto ha recibido financiación de Bio-based Industries Joint Undertaking (JU) en el marco del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea mediante el acuerdo de subvención NO 101023280. JU recibe apoyo del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea y del Consorcio de Industrias de Base Biológica.