La comunidad del cobre: la coincidencia a 700 kilómetros que delató a los ladrones de cable

Robar cobre vuelve a estar de moda. Este material, empleado en la construcción y en instalaciones eléctricas, tiene buena salida en el mercado negro y de ello se aprovechaban los dos integrantes de una banda que se dedicaba a robarlo por toda España y que fueron detenidos recientemente. Lo hicieron hasta que una coincidencia en el modus operandi de dos estafas realizadas a 700 kilómetros de distancia, concretamente en Vigo y La Rioja, les delató.

La organización criminal operaba en distintos puntos del país y también tenía ramificaciones por distintos territorios. Siempre operaba igual: los miembros de la red hacían grandes compras de cable de cobre y engañaban a los propietarios de los negocios que se las vendían para no pagarles. Para ello, se servían de transferencias falsas y se estima que pudieron robar material por valor de 40.000 euros.

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E. Delgado

Después de realizar la compra, se personaban en los negocios a los que iban a estafar y les requerían el material. Lo hacían de forma muy rápida, sin dejar apenas tiempo entre la compra y la retirada del cable. Para no levantar sospechas y que en los negocios les permitieran llevarse la mercancía, les presentaban un resguardo bancario falsificado como prueba de que habían abonado el cable.

Pero no. Luego, con el paso de los días y la revisión de sus cuentas, los empresarios comprobaban que nunca cobraban y que habían sido víctimas de un engaño. El principio del fin de la actividad delictiva para los integrantes de la red llegó el 2 de abril, cuando el gerente de una empresa denunció que podía estar siendo víctima de una posible estafa.

El denunciante recibió un encargo de cable de cobre por valor de 13.000 euros y, ante lo abultado del pedido, y de que era consciente por sus compañeros de gremio que había una banda realizando estafas de este tipo, puso los hechos en conocimiento de la Policía. Unos días más tarde, los integrantes de la banda fueron detenidos cuando se disponían a actuar de nuevo.

La operación corrió a cargo, de manera conjunta, por los agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Vigo-Redondela y los investigadores de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja.