Morant apela al legado de Puig y el proyecto de Sánchez en el arranque de las primarias del PSPV

En la misma Plaza Elíptica de Gandía (Valencia) en la que dio su primer mitin como candidata a la alcaldía en 2015, la ministra, Diana Morant, arrancó este lunes la carrera para tratar de hacerse con el liderazgo del PSPV-PSOE, la segunda federación socialista en número de militantes. En un proceso inesperado para ella, que no contemplaba un escenario de confrontación con más aspirantes en primarias, la responsable de Ciencia, Innovación de Universidades del Gobierno de Pedro Sánchez formalizó digitalmente su precandidatura en un gesto simbólico ante varios cientos de militantes, entre los que se encontraban cuadros con responsabilidad institucional, como la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, o el secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España, además de varios diputados nacionales y autonómicos y cargos locales como la portavoz en Valencia, Sandra Gómez.

Morant llega con el aval del expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, y también con el respaldo, no público por ahora, de Pedro Sánchez. Podría ser la primera mujer en liderar el PSPV, una circunstancia que ponen en valor sus afines. Así lo expresó el alcalde de Gandía, José Manuel Prieto, en el discurso previo a su presentación.

El entorno de la ministra asegura que el propio presidente del Gobierno la ha animado a dar el paso, si bien los dos barones provinciales críticos, el alicantino Alejandro Soler, y el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, que también aspiran al puesto, han reclamado neutralidad a Ferraz. Las llamadas y conversaciones para propiciar un acuerdo se han sucedido sin éxito hasta ahora. El escollo principal es cómo repartir el poder orgánico en un momento complejo para los socialistas valencianos, que acaban de perder el Consell autonómico y muchos de ayuntamientos, con lo que ello implica también en pérdida de cargos públicos tras ocho años de gestión compartida con Compromís y Podemos en muchos instituciones. No se descarta todavía que la integración pueda producirse.

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La ministra pelea, por tanto, contra ese estigma de ser la candidata del “aparato” que tratan de asignarle sus rivales. Puig evitó aparecer en el acto en un gesto simbólico de neutralidad como actual secretario general. Sin embargo, la posición como principal referencia institucional de la federación valenciana, de la que no reniega, otorga a Morant una aparente ventaja de salida para “un viaje que tiene como destino común ganar las elecciones de 2027”. Existe el convencimiento entre los seguidores de Morant de que la militancia valorará su rol político y no se rebelará contra una ministra de Sánchez. Ella se juega demostrar que tiene el respaldo de la organización valenciana como miembro del gabinete. Sánchez, evidenciar que no ha lanzado al vacío orgánico a una persona que sacó de la alcaldía de Gandía en 2021 como una puesta personal para integrarla en el Consejo de Ministros y que ahora podría dar un relevo a largo plazo al barón Ximo Puig en la Comunidad Valenciana.

A la "valentía" y el "espíritu ganador" de Sánchez apeló también Morant en su discurso para ganarse a los afiliados. “Desde el día de hoy tenemos que tener el hambre, el empuje y el hambre” para “que la derecha y la extrema derecha no deshaga todas las cosas buenas que se han hecho estos años con el Consell de Ximo Puig”, asestó la precandidata que reivindicó la labor efectuada por el Gobierno del que forma parte y del que dijo sentirse “orgullosa” por medidas como la subida de las pensiones o la aprobación del ingreso mínimo vital. Morant insistió en que en su idea de partido “no sobra” nadie y que su objetivo es hacer “un proyecto colectivo y ganador”. "Os pido permiso para que me dejéis plantar cara a la derecha y la extrema derecha y ganarles", insistió.

Los intentos de Ferraz de evitar la confrontación se han confirmado baldíos, toda vez que Soler y Bielsa confirmaban en la mañana de este lunes su decisión de concurrir a la elección interna formalizando la presentación de su precandidatura. Las conversaciones cruzadas han sido más intensas entre Morant y Soler, pero ambos quieren la Secretaría General del partido y situar a una persona de confianza en Organización.

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"Yo creo en la toma de decisiones de una manera compartida, para que el PSPV se coordine en toda la Comunitat y no tenga una dirección única que emita, sino que reciba y que comparta. Esta es la forma que yo planteo de organizar el partido para que el resultado sea mucho más ecuánime y compartido por toda la organización", que está enfocando muchas declaraciones más en plantear un nuevo modelo de partido que en definir ahora un proyecto de oposición al Consell de la Generalitat de PP y Vox.

"Necesitamos un modelo de partido moderno, integrador, de suma, que genere confianza en la ciudadanía", afirmaba también Bielsa en la misma línea. Ambos sostienen que la actual dirección, la que representa el saliente Ximo Puig, no tiene en cuenta a todas las sensibilidades internas. Con el micro apagado, los suyos trasladan que Morant representa la continuidad orgánica de ese mismo proyecto, que consideran que no ha sido sensible en los últimos años a todas las familias del partido.

A partir de este miércoles arranca el plazo para recoger y presentar avales, lo que arrojará una primera idea del nivel de apoyos de cada uno de los aspirantes. El plazo finaliza el 7 de febrero. Al dia siguiente, comenzará la campaña de captación de voto entre los algo más de 17.000 militantes. La primera vuelta se celebrará el 25 de febrero. La segunda, si nadie logra más del 50% del apoyo de los afiliados, tendrá lugar el 3 de marzo.