Mazón sitúa a un histórico del PP de número dos de Hacienda para controlar las cuentas

Un histórico del Partido Popular será el hombre fuerte de la exportavoz de Ciudadanos, Ruth Merino, en la nueva consellera de Hacienda. Eusebio Monzó, exconcejal del Ayuntamiento de Valencia, es la persona que el nuevo presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha situado para controlar las cuentas autonómicas y respaldar a Merino, que también ejercerá de portavoz del Gobierno regional, en uno de los departamentos más sensibles y de mayor presión interna de cuantos componen la estructura de la Administración territorial.

El nombramiento como secretario autonómico de Hacienda y Presupuestos se producirá en los próximos días y busca propiciar el aterrizaje de los populares en la conselleria que hasta ahora comandaban los socialistas a través de Arcadi España, en la actualidad portavoz adjunto del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas y hombre de confianza de Ximo Puig.

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Monzó ya ocupó el mismo cargo en la última legislatura del PP, con Alberto Fabra de presidente. Licenciado en Económicas, tuvo que dimitir tras ser imputado en una de las causas de corrupción que salpicó a los populares, aunque durante la investigación fue eximido de cualquier responsabilidad penal. "En su día fuimos portada de periódicos, pero cuando fuimos absueltos nadie se acordó de publicarlo", señaló en una entrevista en Levante-EMV del pasado mes de mayo. Antes había ocupado cargos de director general de Proyectos Estratégicos, director general de Economía, director del Instituto del Audiovisual, director general y director financiero de la Sociedad Proyectos Temáticos y administrador Palau de Les Arts.

El nuevo número dos de Hacienda se perfila como pieza clave en un área cuya primera tarea será negociar con el resto de departamentos los presupuestos autonómicos del año que viene, una experiencia que pondrá a prueba al conjunto del Consell y en la que los más expertos parten con ventaja a la hora de rascar recursos. Servirá también para comprobar la capacidad negociadora de Vox en el gobierno de coalición.

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Monzó será uno de los 46 secretarios autonómicos y subsecretarios que conformarán el segundo escalón del Consell, nueve menos que en la anterior legislatura. Con dos conselleries menos, esto supondrá un ahorro de 800.000 euros en nóminas, en adelgazamiento de estructura directiva que en total alcanzará los tres millones de euros “que se van ahorrar todos los valencianos solo en políticos”, dijo Mazón en declaraciones tras el acto de traspaso de cartera de Aitana Mas y Raquel Tamarit al nuevo vicepresidente primero de Vox, el extorero Vicente Barrera.

Está previsto que otra de las conselleras independientes de Mazón, la de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, exsecretaria general de la patronal hotelera Hosbec, tenga también por debajo un equipo sugerido desde el propio Palau de la Generalitat, con secretarios autonómicos con carnet del Partido Popular. De hecho, nombramientos como el de Merino, que iba en la lista autonómica como fichaje de Ciudadanos y acaba de llegar a la vida interna, han causado cierta perplejidad en las filas conservadoras, que creen que su nombramiento, en clave muy táctica, puede haber generado desazón en el equipo económico que ha acompañado a Mazón desde el principio. No en balde, nadie de ese equipo económico, a excepción de Monzó, ha acudido al acto de traspaso de cartera en Hacienda, donde Ruth Merino ha estado acompañada por los nuevos consellers Marciano Gómez (Sanidad) y Salomé Pradas (Medio Ambiente e Infraestructuras).

En los próximos días se conocerá el resto de cuadros que acompañarán a los consellers, incluidos los directores generales. No se descarta que la ocupación progresiva de puestos en empresas públicas y entes autónomos se dilate incluso a después del verano.