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Convergència y Unió se enzarzan en una agria batalla interna por la soberanía
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ARTUR MAS CULPA AL GOBIERNO CENTRAL DE LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA

Convergència y Unió se enzarzan en una agria batalla interna por la soberanía

Los vientos de las desavenencias vuelven a planear sobre Convergència i Unió. Los dos partidos que conforman CiU han resucitado las viejas rencillas, pero esta vez

Foto: Convergència y Unió se enzarzan en una agria batalla interna por la soberanía
Convergència y Unió se enzarzan en una agria batalla interna por la soberanía

Los vientos de las desavenencias vuelven a planear sobre Convergència i Unió. Los dos partidos que conforman CiU han resucitado las viejas rencillas, pero esta vez en algo tan sagrado como la soberanía de Cataluña, que para los convergentes es un principio inamovible. Y es que la Federación de Barcelona de Convergència Democràtica (CDC) emitió anoche un duro documento atacando al líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, a quien acusa de maltratar la imagen de CiU por sus declaraciones contra la independencia.

El texto se limita a poco más de un folio que tiene como objetivo único contrarrestar el posicionamiento de su socio Duran. El presidente de Unió, asegura el documento, “ha expresado en diferentes ocasiones su discrepancia ante los posicionamientos políticos defendidos por CDC, por el president Artur Mas e incluso por los órganos de gobierno de la Federación de CiU respecto al ejercicio del derecho a decidir”.

A la poderosa federación barcelonesa de Convergència no le duelen prendas al acusar a Duran de “contribuir a la pérdida de apoyos electorales” debido a sus opiniones durante la campaña electoral. “Las posiciones políticas de Duran afectan a la cohesión interna y estropean la imagen de la federación de CiU. Esto genera confusión y frustración en nuestro electorado, al mismo tiempo que diluye y desdibuja el compromiso político de CiU refrendado por los ciudadanos en las urnas, ante el reto de convocar una consulta popular que dé salida al derecho a la autodeterminación del pueblo catalán”.

El comité territorial de Barcelona también trasladó su “malestar” al comité ejecutivo de CDC para que el partido “tome medidas urgentes para evitar el desprestigio y la desafección que provocan declaraciones y manifestaciones como las que ha expresado el presidente del comité de gobierno de UDC [en realidad, Duran no es el presidente del comité de Gobierno, sino del partido] y restituir la confianza en nuestro proyecto político, que quedó maltrecha entre importantes sectores de electores de CiU”.

En realidad, lo que ha habido es el tradicional ajuste de cuentas del sector duro de Convergència que tiene en Duran Lleida a uno de sus principales adversarios, aunque se presenten juntos en todas las citas electorales. Y el líder democristiano se ha convertido, de esta manera, en el chivo expiatorio del tropiezo electoral del pasado 25 de noviembre, en que CiU, que ya se veía gobernando con una mayoría absoluta, bajó de 62 a sólo 50 escaños.

Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente de la Intercomarcal de la ciudad de Barcelona de UDC, Gerard Ardanuy, salió al paso de sus socios con otro duro comunicado esta misma mañana. “Unió y todos sus dirigentes estamos comprometidos al 100% con el programa electoral con el que CiU se presentó a las elecciones”, dice el texto.

El dirigente democristiano señala que “son momentos complejos y, por esto, pedimos tranquilidad a los dirigentes de CDC de Barcelona y debatir los diferentes puntos de vista que pueda haber en los espacios de trabajo conjunto de los dos partidos”. Ardanuy recuerda que “es preciso actuar con responsabilidad en estos momentos en que hay tantos retos y de tanta magnitud para nuestro país y para todos los ciudadanos de Cataluña”. Los democristianos reclaman “respeto para la identidad de lo que representa Unió y para sus liderazgos” y advierten que “si hay algunas declaraciones que pueden generar desorientación a nuestro electorado y a nuestros militantes de los dos partidos son las que ha hecho el presidente de Barcelona Ciudad de CDC”.

El PSC no suscribe la declaración

Pero de todos es sabido que el independentismo del núcleo duro de Convergència no es del agrado de los democristianos. Unió, de todos modos, votará junto a Convergència la declaración por la independencia que mañana discutirá el Parlamento autonómico. Esta declaración fue consensuada, en principio, por CiU y Esquerra Republicana (ERC). Esta mañana, ambos partidos llegaron a un acuerdo con  ICV y la CUP para que estos dos se sumen a la misma, aunque el PSC se mantiene, de momento, al margen, descontento por algunos de los puntos contenidos en la misma.   

El portavoz parlamentario del PSC, Maurici Lucena, señaló esta mañana, tras una reunión para intentar acercar posturas, que la declaración, tal y como se plantea es un “error gravísimo” y reiteró que no es más que una “declaración unilateral de soberanía”. “El ejercicio del derecho a decidir no ha de estar ligado a una declaración unilateral de soberanía por parte del Parlamento de Cataluña”, enfatizó.

Lucena señaló también que su partido apoya inequívocamente un referéndum, pero “el derecho a decidir ha de ser escrupulosamente democrático y el Parlamento ha de garantizar que se respeten todas las opciones en el debate sobre una eventual independencia de Cataluña y su continuidad dentro de España”. El portavoz del PSC afirmó que la declaración presentada por CiU y ERC “queda fuera del ordenamiento jurídico” y subrayó: “No hay excusa posible para que en un país democrático en el seno de la UE y en pleno siglo XXI hagamos declaraciones de soberanía como las de los países que salían de la órbita soviética”. Lucena también destacó que el texto perjudica las reivindicaciones de Cataluña y que otros territorios en los que los nacionalistas quieren mirarse, como Quebec o Escocia, no hicieron nunca una declaración unilateral semejante.

Por su parte, el presidente del Gobierno catalán, Artur Mas, aprovechó la presentación del déficit de la Generalitat el pasado año para llevar el agua a su molino. “El déficit se ha reducido al 2,3% en medio de una gran y permanente deslealtad del Gobierno central. Lo que hace ese Gobierno es quedarse la parte del déficit que no le toca. Además, ni hace ni deja hacer, ya que cuando intentamos mejorar nuestros ingresos con medidas como el euro por receta o las tasas judiciales, nos corta las alas. Por si fuera poco, no paga las deudas que tiene con nosotros y, por último, sube los impuestos y se queda él todo el dinero. Padecemos un cierto ahogo por este método de actuación desleal. Y eso justifica la línea del camino propio que queremos emprender, justifica el derecho a la soberanía, porque Cataluña está sometida a esta presión sistemática”.

Mas reclamó también a los socialistas que se sumen a su proyecto. ”Que no se queden al margen de una decisión histórica, sino que hagan un esfuerzo de país”. El presidente catalán afirmó que “estamos dispuestos a alargar la mano hasta el último momento, por eso pedimos al PSC una actitud generosa”. Y recordó que mañana, en el Parlamento catalán, habrá dos bandos. ”Que no se queden en el lado equivocado”, instó.

Los vientos de las desavenencias vuelven a planear sobre Convergència i Unió. Los dos partidos que conforman CiU han resucitado las viejas rencillas, pero esta vez en algo tan sagrado como la soberanía de Cataluña, que para los convergentes es un principio inamovible. Y es que la Federación de Barcelona de Convergència Democràtica (CDC) emitió anoche un duro documento atacando al líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, a quien acusa de maltratar la imagen de CiU por sus declaraciones contra la independencia.