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Terremoto en La Seda: dimite su presidente mientras la CNMV cree que las pérdidas son mucho más elevadas
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JOAN CASTELLS SUSTITUYE A RAFAEL ESPAÑOL

Terremoto en La Seda: dimite su presidente mientras la CNMV cree que las pérdidas son mucho más elevadas

Rafael Español fue forzado ayer a dejar a presidencia de La Seda de Barcelona después de que los accionistas portugueses de la química rechazasen las cuentas

Foto: Terremoto en La Seda: dimite su presidente mientras la CNMV cree que las pérdidas son mucho más elevadas
Terremoto en La Seda: dimite su presidente mientras la CNMV cree que las pérdidas son mucho más elevadas

Rafael Español fue forzado ayer a dejar a presidencia de La Seda de Barcelona después de que los accionistas portugueses de la química rechazasen las cuentas que había presentado. A pesar de que, tras una revisión de los números, Español había admitido una deuda de 368 millones, lo cierto es que las autoridades económicas -léase la CNMV- creen que esta estimación se queda muy corta. Una primera valoración de la dirección de la compañía situaba las pérdidas en 188 millones, que luego fueron elevados a 215 millones. La deuda que arrastra llega a los 640 millones

 

La nueva cifra, según manifestaron fuentes oficiales a El Confidencial, se sigue quedando corta. A finales de la pasada semana, cuatro de los consejeros de La Seda -OmanOil, Imastogil, Caixa Geral y Liquidambar- votaban en contra de los números presentados por Rafael Español, por lo que la CNMV decidió suspender la cotización. Desde entonces, sigue en el limbo financiero. Hace poco más de una semana, La Seda admitió ante la CNMV que de sus 22 factorías (diseminadas por 11 países) sólo había dos inactivas a la espera de lo que pasase: San Roque, en Cádiz, y el Prat, en Barcelona. Pero en estos momentos, las factorías inactivas son muchas más, según sospecha la CNMV. Y el motivo real es que no se ha podido comprar materia prima para hacerlas funcionar porque no hay cash.

 

Rafael Español contaba en la cúpula directiva con un grupo de consejeros españoles que le apoyaban; el abogado Jacinto Soler Padró, que intentó forzar una OPA de los portugueses en diciembre pasado, José Luis Morlanes y Joan Castells. Este último, presidente de la mutua FIATC y que controla la división de seguros del grupo, se ha hecho cargo de la presidencia momentáneamente. En el futuro deberá decidirse quién se hace cargo de la empresa, aunque entre los nombres que se barajan se encuentra el del ex ministro con Felipe González Joan Majó, ex presidente del ente de la radio y la televisión públicas catalanas y actual presidente del consejo asesor de La Seda. Sin embargo hay problemas para que asuma inmediatamente el cargo, ya que dicha asunción ha de ser por cooptación -es decir, por elección de los miembros en activo- y los consejeros que dependen del capital portugués no se fían de nadie que haya llegado de la mano de Rafael Español.

 

Trabas para renegociar la deuda

 

Los problemas del presidente de La Seda se originaron hace varios meses, debido a la elevada deuda que soporta la compañía química, que se acerca a los 600 millones de euros. Según las citadas fuentes, los accionistas portugueses retiraron su confianza a Rafael Español a finales del año pasado, de lo que quedó constancia notarial. Sus presiones forzaron a nombrar un nuevo director general, John Gillison, hace poco más de un mes.

 

Español se encontró, en esta etapa, con enormes problemas: las intensas negociaciones llevadas a cabo los últimos meses no cristalizaron en un acuerdo con los acreedores para la renegociación y la firma de un crédito sindicado. Además, La Seda había solicitado un préstamo de 20 millones de euros al Instituto Catalán de Finanzas (ICF), el banco público de la Generalitat, que al final no ha sido concedido... todavía. Tras la dimisión de Español, Caixa Geral está dipuesta a poner encima de la mesa 25 millones de euros para desbloquear la situación. Pero, de momento, ante la falta de liquidez, la compañía se encuentra totalmente asfixiada. Tanto es así que, según fuentes internas, en su planta de Tarragona, por ejemplo, debe sólo por el concepto de suministro eléctrico más de un millón de euros.

 

Según ha podido saber El Confidencial, Rafael Español intentó, en los últimos meses, encontrar un socio financiero que le diese apoyo. Uno de los empresarios a los que se le ofreció entrar en el accionariado fue Juan Lao, ex directivo de la multinacional del juego Cirsa, pero la operación tampoco pudo ser consolidada.

 

Rafael Español fue forzado ayer a dejar a presidencia de La Seda de Barcelona después de que los accionistas portugueses de la química rechazasen las cuentas que había presentado. A pesar de que, tras una revisión de los números, Español había admitido una deuda de 368 millones, lo cierto es que las autoridades económicas -léase la CNMV- creen que esta estimación se queda muy corta. Una primera valoración de la dirección de la compañía situaba las pérdidas en 188 millones, que luego fueron elevados a 215 millones. La deuda que arrastra llega a los 640 millones