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La última oportunidad de Zoido y la llamada de Rodrigo Rato
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LA BATALLA DE SEVILLA

La última oportunidad de Zoido y la llamada de Rodrigo Rato

Juan Ignacio Zoido recibe la llamada del presidente de Bankia mientras apura una manzanilla en la Feria de Sevilla, caseta El Burladero (Gitanillo de Triana, 90).

Foto: La última oportunidad de Zoido y la llamada de Rodrigo Rato
La última oportunidad de Zoido y la llamada de Rodrigo Rato

Juan Ignacio Zoido recibe la llamada del presidente de Bankia mientras apura una manzanilla en la Feria de Sevilla, caseta El Burladero (Gitanillo de Triana, 90).

- Rodrigo, ¿cómo estás?

Un minuto de conversación. Zoido apenas habla. Escucha.

- Muchas gracias, Rodrigo. Espero verte pronto.

El número 1 de la candidatura del PP al Ayuntamiento sevillano recibe continuas felicitaciones adelantadas. Visualizan en este ex juez de la cosecha del 57 al próximo alcalde de Sevilla. El vicepresidente económico de Aznar también se apunta a esta hipótesis. “Rato me ha dado mucho ánimo. Es buen amigo”, cuenta Zoido a El Confidencial. En la caseta sirven tomate picado y jamón ibérico. El día está encapotado. No hace calor, pero funciona el aire acondicionado.

A Juan Ignacio nadie le llama por su nombre. Ni Juan, ni Juan Ignacio. Zoido. Zoido como imagen de marca. Cinco letras que aspiran a la mayoría absoluta en la capital andaluza, que perdió el PP en 1999 tras la renuncia al municipalismo de la ex ministra de Cultura Soledad Becerril.

Zoido tiene ganas. Su rostro refleja confianza en el resultado, aunque tampoco oculta preocupación. Es su última oportunidad. Si no consigue gobernar, si se reedita el pacto PSOE-IU, Arenas tendría que tomar medidas. Cambio de cromos. Ya lo hizo con Jaime Raynaud, un tipo sin carisma, arquitecto de postín, refugiado en la tercera línea de la política andaluza. Por eso se la juega Zoido, quien se vanagloria que en cuatro años de oposición se ha pateado todos los barrios y a que a él sí le conocen. Cuatro de cada diez sevillanos no conocen al candidato socialista Juan Espadas.

Su equipo le presentó dos spots de promoción de su candidatura. Uno más convencional. El otro, protagonizado por Juan Gallardo, cajero de un supermercado del popular (no del PP) barrio de Su Eminencia, plagado de parados e inmigrantes. “Me emocioné cuando vi a Juan. El guión es de él”. Aseguran que es la primera vez que en un vídeo electoral no aparece la figura del político.

¿Viaja con los sondeos a favor? El último barómetro del CIS no asegura la mayoría absoluta para Zoido. Son las 13.45 horas y el candidato acaba de entrar en la caseta del Ayuntamiento. Saluda al alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín. A Rodrigo Torrijos, no: “Ignoro a los que no abandonan el insulto”. Enseguida radiografía para este diario la encuesta. “Nos viene muy bien lo que dice el CIS. Así motivamos más a nuestro electorado y ellos se lo creen”, admite el ex delegado del Gobierno en Andalucía. Zoido llega la Feria tras un paseo por el barrio de Heliópolis, el hogar del Real Betis.

“¡A ver si esta vez es verdad!”

El alcaldable entrega insignias a todos los feriantes. Da besos, apretones de manos. A las mujeres de edad las besa primero en la mano. “¡A ganar el 22! ¡A ver si esta vez es verdad!”, exclama una señora de unos cincuenta años vestida con el traje de faralaes. Su marido, como mandan los cánones estéticos de la Feria sevillana, con traje y corbata.

Mariano Rajoy sabe de la importancia capital de la plaza sevillana. Por eso acompañó a Zoido y a Arenas el jueves por la noche en la terraza del restaurante Abades Triana, el mismo escenario que inauguró la convención del PP del pasado mes de enero. Rajoy volverá a Sevilla en la campaña. Y Ruiz Gallardón estará en la capital andaluza el 12. Y mañana martes Zoido dará una conferencia en el hotel Ritz de Madrid.

Despacho en la calle

“Voy a tener mi despacho en la calle. No se puede perder el contacto con los ciudadanos”, resalta el ex juez decano de los juzgados de Sevilla, que lo mismo se desplaza a la barriada de las 3.000 viviendas para captar votos que lo hace en casa, en Nervión, la zona en la que reside.

¿Qué es lo primero qué hará si consigue el sillón municipal de la Plaza Nueva (sede del Ayuntamiento de Sevilla)? “Reducir en un 50% en gasto en asesores. Hay que rebajar los gastos y las deudas”, apunta a las 15.30 horas, justo cuando llega a la caseta El Burladero su hijo Juan Ignacio que ha quedado a almorzar junto a sus compañeros de Facultad.

“Empiezo mucho antes de las nueve de la mañana y no acabo hasta altas horas de la noche. Esto es un no parar. Sevilla se merece un cambio y yo se lo voy a ofrecer”, vaticina Zoido, el político de la última oportunidad. Rajoy, Rato y Arenas lo saben. Por eso le apoyan sin tapujos. Sobrevuela el síndrome Raynaud si al final no logra la preciada mayoría absoluta: 17 concejales.

Juan Ignacio Zoido recibe la llamada del presidente de Bankia mientras apura una manzanilla en la Feria de Sevilla, caseta El Burladero (Gitanillo de Triana, 90).

Juan Ignacio Zoido