¿Quiere usted comprar el Fortuna? El yate del Rey ya no es de Patrimonio

El Fortuna, el hasta hoy yate del Rey, ya no pertenece a Patrimonio Nacional. Esta mañana, poco después del mediodía, tenía lugar la firma final por la que el barco era ‘devuelto’ a Fundatour. Ahora, será puesto a la venta para recaudar fondos “que serán destinados a fines sociales y culturales”.

Carmen Matutes, como representante de Fundatour, y un miembro de Patrimonio Nacional firmaban en el Palacio Real de la Almudaina de Palma de Mallorca la devolución definitiva de la nave a la fundación de empresarios isleños que en su día lo costearon y se lo entregaron al Rey en agradecimiento por elegir Baleares para pasar parte de sus vacaciones.

Tras la firma protocolaria, los actuales dueños deberán sacar la nave de la Estación Naval de Porto Pi, zona militar, donde permanece desde que la Casa del Rey anunciara que pensaba desprenderse de él.

Según fuentes conocedoras del proceso, el Fortuna será trasladado ahora a Port Adriano, donde será expuesto para su venta. Los fondos que se obtengan serán destinados, según ha informado la Fundación, a fines sociales y culturales de la misma.

El Gobierno decidía el pasado verano devolver el yate 'Fortuna' a la fundación de empresarios de Baleares que lo donó en el año 2.000 para uso y disfrute de la Familia Real, después de que el Rey pidiera su "desafectación" y una vez que losempresarios expresaron su deseo de que se les entregara la embarcación.

La vicepresidenta del Gobierno,Soraya Sáenz de Santamaría, anunció el 5 de julio en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Gabinete había aprobado un real decreto que permitía acometer la desafectación del 'Fortuna'.

La Abogacía del Estado consideró que la donación que hizo la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares tenía un carácter "modal", para que lo utilizara la Familia Real, y como ya no se le iba a dar ese uso, el Ejecutivo dio vía libre para su revocación. La decisión adoptada por el Consejo de Ministros culminaba un proceso iniciado a mediados de mayo, cuando el Monarca comunicó que renunciaba al uso de esta emblemática embarcación, poniéndola a disposición del Estado.