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“Yo voy al 15-M porque…”
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EL MOVIMIENTO CELEBRA SU PRIMER AÑO DE VIDA BAJO UN FÉRREO CONTROL POLICIAL

“Yo voy al 15-M porque…”

Aniversario de la indignación. 363 días después de que una protesta contra la clase política y financiera convocada por Democracia Real Ya congregase a miles de

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“Yo voy al 15-M porque…”

Aniversario de la indignación. 363 días después de que una protesta contra la clase política y financiera convocada por Democracia Real Ya congregase a miles de personas en Madrid, el movimiento ciudadano surgido de aquella manifestación celebra su primer año de vida bajo un férreo control policial. El 15-M intentará hoy retomar las calles con cuatro marchas en el centro de la capital y actos en más de 80 ciudades españolas.

Muchos vaticinan que este aniversario no irá acompañado de la marea humana que se adhirió a las proclamas del 15-M en las semanas siguientes a su nacimiento, cuando los indignados ocuparon la Puerta del Sol y otras plazas de España durante más de un mes. El movimiento ha perdido visibilidad al abandonar el centro de las ciudades para extenderse por barrios y pueblos en forma de asambleas y grupos de trabajo. La cita de hoy demostrará el apoyo social con el que cuentan sus propuestas.

“#Yovoy15M porque tengo un hijo”. De forma tan escueta, Manuel Rivas esgrime en Twitter sus razones para secundar las protestas, que en la mayoría de ciudades se prolongarán hasta el martes 15 de mayo. Como él, muchos ciudadanos están difundiendo en esta red social sus argumentos para respaldar las manifestaciones. “#Yovoy15M voy porque de lo contrario me desacredita para quejarme. Por decencia, por coherencia y por hartazgo. Por mis hijos, su salud y educación”, dice Clara. “Yo porque no pienso pagar las consecuencias de una crisis que ni los míos ni yo hemos provocado, y de la que no nos hemos beneficiado”, afirma Adrián Arcas.

Entre los miles de tweets que tratan el aniversario del 15-M abundan los mensajes combativos (“Porque la calle también es mía”, dice María Domínguez) y los que hacen referencia al agravamiento de la crisis (“Porque las cosas están peor que hace un año”, dice Ibrahin), a los desahucios (“#Yovoy15M porque me parece criminal que los bancos desahucien a las familias”, dice Fran) o a los recortes emprendidos por el Gobierno de Mariano Rajoy (“Porque han recortado por encima de sus posibilidades”, denuncia Colegota).  

Aniversario bajo un férreo control policial

Las cuatro manifestaciones que tienen previsto iniciar su camino hacia la madrileña Plaza del Sol a partir de las 19.00 horas desde San Bernardo, Atocha, Cibeles y Plaza de Oriente coincidirán con las cuatro “columnas” procedentes de distintos municipios madrileños en Sol, convertida ya en símbolo del movimiento. El 15-M pretende prolongar los actos hasta medianoche, a pesar de que la Delegación del Gobierno en Madrid solo ha autorizado las concentraciones en la plaza hasta las 22.00 y durante diez horas más esparcidas entre los días 13 y 15.

La vertiente madrileña del 15-M ya ha confirmado que no respetará las limitaciones establecidas: asegura que hará uso “del derecho de manifestación de forma pacífica”. En realidad, el movimiento pretende convertir la Puerta del Sol en una “asamblea permanente de reflexión y de acción” que se extenderá desde hoy hasta el día 15.

La pregunta está clara: ¿Habrá violencia esta noche en Sol? Interior ha desplegado a entre 1.500 y 2.000 agentes (más efectivos que durante la huelga general) para impedir que los indignados puedan asentarse en la calle. El Gobierno confía en controlar la situación y ha asegurado que cualquier provocación -como montar una tienda de campaña- tendrá un efecto inmediato. Ayer, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría advirtió que permanecer en Sol más allá de las diez de la noche será ilegal y que el Ejecutivo “hará que se cumpla la ley”. En la misma línea se manifestó el director general de la Policía, Ignacio Cosido, aunque matizó que los agentes actuarán con “prudencia e inteligencia”.

Un año del 15-M: éxitos y fracasos

Ahora que el movimiento cumple su primer año de vida, toca hacer balance de sus conquistas y fracasos. El 15-M ha perdido presencia y no ha visto cumplidas muchas de sus principales demandas (reforma de la ley electoral, apertura de más canales para una mayor participación ciudadana en política, etc…), pero ello no significa que haya sido derrotado.

“En un mundo como el nuestro, que se mueve por percepciones, el 15M es una marca acuñada, reconocida. En este sentido, en términos de impacto, ha tenido cierto éxito. Estamos en un momento de cambio hacia otro modelo que aún desconocemos, pero parece que son los grandes poderes quienes están diseñando dicho cambio. La pregunta es, ¿el 15-M es una plataforma con propuestas claras que puedan influir en la agenda de dichos cambios? La mera existencia de este movimiento sí es un elemento condicionante para esos grandes poderes. Sí hay un clima propicio para que pueda influir, pero la falta de articulación es su principal escollo. Si quieres eficacia debes tener un mínimo de jerarquía y coordinación, así que debe institucionalizarse de algún modo. En segundo lugar, debería evitar que radicales antisistema se infiltren para aprovecharse del movimiento; les hacen mucho daño en términos de imagen. Es muy difícil evitar que esos agentes externos se infiltren, pero debería intentar otras alternativas para hacer oír su voz, como utilizar más las redes sociales con cierto orden”, explica a El Confidencial Carlos Barreda, profesor de Medios de Comunicación y Política de la Universidad de Navarra.   

Por su parte, la doctora en Ciencia Política y Sociología Belén Barreiro destaca que el 15-M ha conseguido abrir un debate en la ciudadanía sobre el sistema electoral, la corrupción y cómo combatirla o la dación en pago. “El movimiento no es un partido político ni un grupo de presión, pero sí ha tenido influencia. Todas sus demandas se resumen en una: exigir que la democracia cumpla realmente su cometido. Es decir, sacudir la democracia, exigir más democracia”, señala a este diario.       

El 15-M recoge el sentir de la gran mayoría de los ciudadanos. Antes de que surgiera el movimiento en 2011, las encuestas reflejaban el sentir de una gran parte de la población: la sensación de que sigue habiendo corrupción pese a que se combate, de que existe desigualdad, de que las democracias no logran ciertos objetivos…”, añade.

Junto con los españoles, miles de ciudadanos de todo el mundo tomarán también las calles este sábado para celebrar el que han bautizado como 'Mayo Global' (Global May en inglés) y que en las redes sociales se conoce como #12M15M. Quieren reclamar un "cambio global", tal y como ocurrió con las manifestaciones del pasado 15 de octubre.

De este modo, ciudadanos de más de 50 países de los cinco continentes han convocado para este sábado marchas y concentraciones en más de 300 ciudades, entre las que destacan algunas tan importantes como París, Berlín, Londres, Bruselas, Nueva York, Washington D.C., Río de Janeiro, El Cairo, Caracas o Nueva Delhi.

Desde Australia hasta Kazajistán, pasando por Sudáfrica, Canadá, Israel, La India o Corea del Sur, el movimiento de indignación ciudadana tiene previsto reclamar "con total firmeza y de un modo no violento la justicia social, la distribución de la riqueza y una ética pública", así como condenar "la pobreza, la desigualdad, la devastación medioambiental y la corrupción como herramienta de sometimiento de los poderosos sobre las sociedades".

Aniversario de la indignación. 363 días después de que una protesta contra la clase política y financiera convocada por Democracia Real Ya congregase a miles de personas en Madrid, el movimiento ciudadano surgido de aquella manifestación celebra su primer año de vida bajo un férreo control policial. El 15-M intentará hoy retomar las calles con cuatro marchas en el centro de la capital y actos en más de 80 ciudades españolas.