Los sindicatos amenazan con una huelga tan dura como los recortes del Gobierno

La segunda jornada de protestas contra la reforma laboral convocada por CCOO y UGT ha obtenido una respuesta ciudadana masiva. En Madrid, decenas de miles de personas (más de 500.000 según los convocantes y 35.000 según la Policía) han abarrotado el recorrido que va desde Neptuno hasta Puerta de Alcalá con una consigna clara: “El Gobierno debe pensar en los trabajadores, porque somos los únicos que podemos sacar a España de esta crisis”, como declara a El Confidencial uno de los asistentes.

“Tienen que dar marcha atrás. Lo único que van a conseguir con esta reforma es que sigamos amontonados en las puertas del INEM”, declaraba esta mañana Ramón, un Ingeniero de Caminos de 32 años que lleva los últimos tres en el paro. A su lado caminaba un grupo de mujeres que no ha querido perder la ocasión de explicar a este periódico los motivos de su presencia en la protesta: “Nuestros hijos. Estamos aquí por ellos. Unos no tienen trabajo y a los que sí les ha salido algo les pagan dos duros… Lo que tienen que hacer es mejorar eso y no poner tan fácil el despido”.

La protesta se ha desarrollado cuarenta y ocho horas después de que UGT y CCOO convocaran la Huelga General para el 29-M porque “nunca ha habido tantos motivos” para ello, explicaba ayer Cándido Méndez. El secretario general de UGT afirmó que pese a lo "difícil" de la decisión, ésta es “justa” y “necesaria”, a la vez que confió en que sirva para que la sociedad muestre su "absoluta disconformidad" con las medidas y defiendan las "alternativas" existentes.

Entre los asistentes muchas banderas de CCOO y UGT, pero también muchas camisetas verdes por una educación pública. Menos evidente ha sido la presencia de quienes acudían en nombre de algún partido político, ya que las banderas del PSOE e IU eran minoría. Durante el recorrido se han escuchado consignas como “Vuestra crisis, no la pagamos” o “Menos recortes y más educación”. Con las que los asistentes querían hacer llegar al Gobierno un mensaje claro: “Debe rectificar porque están recortando demasiados derechos”, explicaba un jubilado convencido de que se pueden tomar medidas “menos injustas con los trabajadores”.

¿Sirve esta manifestación como termómetro para la huelga?

Entre los asistentes a la manifestación se imponen quienes afirman que secundarán la huelga. “Por supuesto que haremos huelga. Es nuestro derecho”. Quienes responden, casi al unísono, es un matrimonio de mediana edad. Él es profesor, ella administrativa y los dos comparten un mismo pensamiento sobre la reforma laboral y la huelga: “Recortan nuestros derechos sociales, abaratan el despido… La huelga se la han buscado ellos. Nosotros llegaremos hasta el final. Hoy estamos aquí, el 29 de marzo secundaremos la huelga y después seguiremos luchando por un presente y un futuro más digno”.

Más dubitativa se muestra Marta Rodríguez que acaba de encontrar trabajo en una consultoría y no tiene decidido si secundará la huelga porque “ahora mismo la situación laboral no está muy estable”. Cara y cruz de la moneda.

Y  es que como vaticinó Mariano Rajoy la reforma laboral le va a costar a su Gobierno una huelga. Sin embargo, el éxito de la convocatoria todavía es una incógnita. Probablemente los sindicatos utilicen el respaldo que la sociedad les de este domingo para hacer sus predicciones.

El movimiento 15-M vuelve a participar como “Bloque crítico”

Quienes seguro secundarán la huelga son los integrantes del 15-M que, como ya hicieron el pasado 19 de febrero, han acudido a la manifestación como un “Bloque crítico”. Los indignados se reunieron a mediodía en la Bolsa para desde ahí realizar el recorrido de la manifestación.

Su posición hacia los sindicatos no ha cambiado. “Llegan tarde. Por su actitud hemos perdido demasiados derechos sociales”, declara una de los miembros del movimiento a El Confidencial. Sobre la reforma también lo tienen claro, para ellos la nueva legislación laboral sólo beneficia a un 1% de esta sociedad mientras que perjudica al 99% restante.

11 de marzo de 2012: fecha para el recuerdo y la protesta

La manifestación ha estado precedida por un acto en memoria de las víctimas de los atentados del 11-M, celebrado a las diez en Atocha, al que también ha asistido representación sindical. Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo y madre de uno de los fallecidos en la tragedia, ha lamentado las críticas vertidas a los sindicatos por la fecha elegida para esta manifestación: "No elegimos el 11 de marzo, nos lo impusieron, hemos hecho de él nuestro día y así lo mantendremos contra viento y marea (...), pero creemos firmemente que no tenemos propiedad exclusiva sobre esa fecha". En cualquier caso, pese a la coincidencia, la mañana ha transcurrido sin polémica y en la manifestación ha reinado el ambiente tranquilo.

El Gobierno se aprovecha de la crisis

En rueda de prensa minutos antes de encabezar en Madrid la manifestación central de las convocadas para este domingo en las 60 principales ciudades españolas (en Valencia se han manifestado 35.000 personas, según los convocantes, y en Barcelona, 17.000, según la Guardia Urbana), las primeras desde la convocatoria del paro general del 29-M, han recalcado que estas movilizaciones serán un éxito si logran forzar al Gobierno a sentarse a negociar la reforma laboral, independientemente de los ciudadanos que las secunden, porque no son una simple "confrontación".

Toxo, que tuvo palabras de apoyo a las asociaciones de víctimas del 11-M, concentradas esta mañana en Atocha, ha dejado claro que el fin de estas movilizaciones "no es sacar cuanta más gente a la calle mejor", sino que son un "instrumento" para lograr un fin, la marcha atrás en la reforma laboral "más regresiva de la historia". En este sentido, Méndez aseguró que las organizaciones sindicales, tanto hoy como el próximo 29 de marzo, son "el dedo democrático y constitucional que advierte de la regresión para toda la vida que supondrá la reforma laboral".

En su opinión, el Gobierno está haciendo un "aprovechamiento inmoral" de la crisis, porque se trata de medidas que no están pensadas para crear empleo, sino que "van más allá de la crisis " y persiguen una "regresión en los derechos de los trabajadores para toda la vida", y porque con la reforma laboral "está haciendo en tiempo récord lo contrario de lo que decía que iba a hacer". Asimismo, los líderes sindicales recordaron al Gobierno que "hay alternativas" y le reprocharon que las políticas de recortes y la nueva reforma laboral nos adentran "en un camino peligroso".

Críticas a la CEOE

Asimismo, el secretario general de CCOO cargó las tintas contra el presidente de la CEOE, Juan Rosell, por decir que los parados encuentran empleo "milagrosamente" poco antes de agotar su prestación. Al respecto, aseguró de que la patronal "culpabiliza" a los parados de su situación y que, después, el Gobierno "hace chantaje con ellos" a la sociedad para legitimar su política de recortes.

Además, sabiendo que el Gobierno se siente fuerte en su mayoría absoluta, Toxo avisó al Ejecutivo de que "las legitimidades se consiguen y se pierden y hay procesos que aceleran la pérdida de crédito". "Espero que aún le quede un punto de cordura y que atienda a lo que empieza a ser un rechazo mayoritario a la reforma laboral", sentenció.