Montoro denuncia en la tribuna del Congreso el ‘acoso’ de RTVE que depende de su Ministerio

La Junta de Andalucía y RTVE, los dos reductos de poder que le quedan al PSOE, han estado tan presentes en el Pleno de control al Gobierno celebrado en el Congreso como la oposición socialista a la reforma laboral, que se agota en sí misma por repetitiva. Tampoco es novedoso que los compañeros de partido de José Antonio Griñán le defiendan en la Cámara, pero sí que el ministro de Hacienda se queje desde la tribuna del trato que recibe de una corporación pública como es RTVE, que depende orgánica y financieramente de él mismo como empresa estatal.

El inusitado caso en la democracia española de un Gobierno que se siente maltratado o perseguido por la televisión gubernamental ha llegado al debate parlamentario con Cristóbal Montoro. El diputado del PSOE Pedro Saura le preguntó por los relevos al frente de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude, unidad de la Agencia Tributaria que emitió informes sobre el "caso Gürtel". El ministro contestó con ironía, "extrañado" con que le interpelaran con una cuestión a su juicio menor comparado con la situación económica del país y los asuntos que tocan al Ministerio de Hacienda. Montoro se contestó a sí mismo ("Este corte seguro que sale en televisión") y remachó: "Usted sabrá por qué le interesa esa unidad en concreto".

Montoro y Saura sabían de lo que hablaban más que el resto de la Cámara. El ministro explicó que, como hizo el anterior Ejecutivo, la dirección de la Agencia Tributaria coloca al frente de cada sección a quien considera oportuno, mientras que el portavoz socialista insinuaba que los anteriores responsables fueron cambiados por sus indagaciones. De hecho, según fuentes del Partido Popular, informes de esa unidad, presentados como pruebas o posibles indicios de financiación irregular del PP, aunque fueran rechazados después por el juez, acababan siendo publicados en la pasada legislatura en un medio de comunicación concreto y bien relacionado con Alfredo Pérez Rubalcaba.

Como ahora fue ese mismo grupo el que adelantó e interpretó los relevos en la unidad de investigación del fraude como una "depuración", en el PP acabaron de atar todos los cabos. Montoro no se quejó en la tribuna del grupo periodístico en concreto, pero sí de la televisión que se suele hacer eco o seguir el guión informativo del medio privado, siempre según sostienen en el PP. Dijo textualmente que el destinatario de la pregunta del PSOE era "Televisión Española".

La queja de Montoro ilustra el malestar o indignación de fondo con la dirección de los informativos de RTVE que hay en el PP, a su juicio en fase ya de "provocación" en su línea contra el Gobierno. En el caso del Ministerio de Hacienda se añade el problema de la deuda de la corporación. El departamento ha intentado enviar a RTVE un grupo de auditores para conocer las cuentas y deudas del antiguo ente público pero le han respondido, con su estatuto de empresa autónoma por delante, que Hacienda no podía hacerle una auditoria especial. De Montoro, vía Sepi, depende la corporación pública RTVE, pero sólo a efectos financieros.

Para renovar el Consejo de Administración de RTVE, nombrar un presidente y, por lo tanto, cambiar a los responsables de la corporación, el Gobierno necesita una mayoría parlamentaria de dos tercios que no se puede sumar sin el concurso del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba no tiene ninguna prisa por pactar ese cambio (menos ahora ante las elecciones andaluzas y en medio de la ofensiva sindical contra las reformas del Gobierno) y el Ejecutivo de Rajoy no encuentra atajos legales ni métodos de convencimiento para conseguir que RTVE les deje de tratar, como dicen en el PP, "peor que Prisa".