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Rubalcaba se jacta del apoyo de un batallón de dirigentes para intimidar a Chacón
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RECOPILA EL DOBLE DE AVALES QUE SU RIVAL PARA LIDERAR EL PSOE

Rubalcaba se jacta del apoyo de un batallón de dirigentes para intimidar a Chacón

Primer asalto del combate por la secretaría general del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón recabaron ayer los avales necesarios del Comité Federal para convertirse

Foto: Rubalcaba se jacta del apoyo de un batallón de dirigentes para intimidar a Chacón
Rubalcaba se jacta del apoyo de un batallón de dirigentes para intimidar a Chacón

Primer asalto del combate por la secretaría general del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón recabaron ayer los avales necesarios del Comité Federal para convertirse oficialmente en precandidatos, pero lo hicieron con dos estrategias bien diferenciadas. El exvicepresidente trató de intimidar a su rival reuniendo casi el triple de las firmas necesarias, y reuniendo a un nutrido batallón de pesos pesados en torno a su figura, encabezados por el lehendakari Patxi López. Sin embargo, la diputada catalana prefirió ceñirse al reglamento, recopilar únicamente los avales necesarios, y reservar sus fuerzas para la batalla de los delegados al Congreso socialista.

Desde un inicio, Chacón ha querido dejar a su rival el rol de candidato oficial del aparato, aunque ella provenga del núcleo duro del mismo. Pero Rubalcaba no pretende ocultar el importante apoyo que le prestan barones y ex altos cargos, y exhibe su munición de nombres y apellidos en cada oportunidad. Así sucedió ayer en el Comité Federal, donde ambos aprovecharon para reunir los avales necesarios para ser proclamados precandidatos. Mientras Chacón, con 30, apenas superó las 25 firmas reglamentarias, Rubalcaba recolectó 58, poniendo énfasis tanto en la solera del avalista como en su procedencia territorial.

En el apartado simbólico, Patxi López encabeza la lista, seguido de los exministros Ramón Jáuregui y Trinidad Jiménez; los secretarios generales Javier Fernández (Asturias) y Dolores Gorostiaga (Cantabria); figuras de todas las comunidades autónomas como Rafael Simancas, Jaime Lissavetzky, Micaela Navarro, José Cepeda, Víctor Morlán, Soraya Rodríguez, José Antonio Pastor; así como de organizaciones sectoriales y Juventudes Socialistas.

Una demostración de fuerza que busca influir en el ánimo de los militantes socialistas, pero que equivale a disparar con balas de fogueo. En realidad, la recogida de avales no deja de ser un trámite, ya que ni siquiera se han elegido aún los 956 delegados que votarán al futuro secretario general en el Congreso de febrero. El PSOE se encuentra más dividido de lo que muestra la candidatura de Rubalcaba, pero también de lo que ayer quiso dejar entrever Chacón.

Así, a pesar de estar en minoría en el seno del Comité Federal, la exministra de Defensa cuenta con varios nombres clave en el desarrollo de la competición. El nuevo líder del PSC, Pere Navarro; el secretario general de Castilla-La Mancha, José María Barreda; la exvicepresienta del Congreso de los Diputados, Teresa Cunillera; el portavoz de Izquierda Socialista, Juan Antoni Barrio o Pedro Zerolo constituyen algunos de su respaldos explícitos. No obstante, también disfruta de la preferencia de otros tres barones: el navarro Roberto Jiménez, el madrileño Tomás Gómez y el andaluz José Antonio Griñán.

Dos candidatos, una ponencia ideológica

El primero forma parte de Mucho PSOE por Hacer, el segundo ha pedido a gritos que Chacón diera el paso, aunque ahora no se decanta públicamente; y el tercero, acuciado por las elecciones en Andalucía, anunció que solo expresará su preferencia tras haber escuchado a sus secretarios provinciales. Por tanto, Chacón cuenta con los líderes de Cataluña, Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y Navarra, frente a los barones de País Vasco, Asturias, Cantabria o Castilla y León.

Otros, como el valenciano Jorge Alarte, cuya comunidad está muy dividida, decidió no avalar a ningún candidato. Pero en todo caso, esta división no es definitiva, y la inclinación del secretario general autonómico no tiene por qué coincidir con el voto de los delegados, a excepción de Cataluña, donde Rubalcaba ha sido incapaz de lograr algún aval del PSC.

Al margen de la pugna de nombres, el Comité Federal aprobó las bases ideológicas y de funcionamiento orgánico para el futuro del partido. La ponencia marco podrá ser enmendada antes de su aprobación final en el Congreso, e incluye medidas aún difusas como las primarias abiertas, rebajar la edad de voto a los 16 años, retomar los nuevos impuestos que defendió Rubalcaba en la pasada campaña electoral o fomentar la participación a través de internet. Es decir, prácticamente el mismo conjunto de propuestas que defienden por separado los equipos de Chacón y Rubalcaba, por lo que todo apunta a que el contraste de programas quedará reducido al de personas.

Primer asalto del combate por la secretaría general del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón recabaron ayer los avales necesarios del Comité Federal para convertirse oficialmente en precandidatos, pero lo hicieron con dos estrategias bien diferenciadas. El exvicepresidente trató de intimidar a su rival reuniendo casi el triple de las firmas necesarias, y reuniendo a un nutrido batallón de pesos pesados en torno a su figura, encabezados por el lehendakari Patxi López. Sin embargo, la diputada catalana prefirió ceñirse al reglamento, recopilar únicamente los avales necesarios, y reservar sus fuerzas para la batalla de los delegados al Congreso socialista.

Carme Chacón Alfredo Pérez Rubalcaba