Es noticia
El candidato se ensaña con Rosa Díez y se burla de su reforma electoral
  1. España
EL LÍDER DEL PP TIRA DE DUREZA E IRONÍA PARA FRENAR A UPyD

El candidato se ensaña con Rosa Díez y se burla de su reforma electoral

Unión, Progreso y Democracia busca su sitio en esta nueva legislatura y parece que, de momento, aún tardará en encontrar un nuevo discurso con el que

Foto: El candidato se ensaña con Rosa Díez y se burla de su reforma electoral
El candidato se ensaña con Rosa Díez y se burla de su reforma electoral

Unión, Progreso y Democracia busca su sitio en esta nueva legislatura y parece que, de momento, aún tardará en encontrar un nuevo discurso con el que resituarse frente a la abrumadora mayoría del Partido Popular. Su portavoz, Rosa Díez, se dirigió a Mariano Rajoy con la mano tendida para alcanzar acuerdos y ofreciéndole una “leal oposición” y salió, sin embargo, trasquilada y abochornada. Tanto, que el tono de su discurso cambió de forma radical. De una suavidad de terciopelo de la que nunca ha gozado el saliente Rodríguez Zapatero a un tono crispado y airado más acorde con lo que le ha caracterizado durante los últimos años de oposición al PSOE.

Pese a las buenas palabras y, pese a que, en el fondo, ambos están de acuerdo en casi todo, Mariano Rajoy trató a Díez con un desdén y con una ironía ácida que no tuvo con ningún otro grupo político de la cámara. El líder del PP ridiculizó la propuesta de reforma electoral de la que ha hecho bandera UPyD y reprochó duramente que ésta hablase de una corrupción generalizada dentro de la clase política española. Un asunto sobre el que le dijo que un dirigente serio no puede hablar con tanta ligereza. “No puedo aceptar que aquí haya una corrupción política generalizada”, respondió Rajoy. “Ese comentario a lo mejor puede estar bien para quien no tiene responsabilidad alguna”.

Por momentos parecía que PP y UPyD podrían entenderse de cara al futuro en una dulce luna de miel salvo matices concretos, hasta que Rajoy tiró de su fina ironía gallega para echar por tierra los argumentos por los que UPyD propone una reforma de la Ley Electoral. Caballo de batalla, por otra parte, del partido magenta y de buena parte de sus votantes. “Si usted tiene los votos que en su día tuvo la UCD, el PP o el PSOE, usted también podrá formar Gobierno”, le contestó, en medio de los aplausos atronadores de los suyos, dando a entender que buena parte de sus quejas sobre la ley vienen a ser excusas de mala perdedora. “Respeto muchísimo su opinión, pero mire, se lo digo con franqueza, yo también defiendo el interés general y hablo para toda España y soy de Pontevedra”, continuó. “Todas las modificaciones que han planteado sirven para que UPyD, con los mismos votos, tenga muchos más diputados. Eso, a uno de Pontevedra y a cualquiera le da que pensar”, ironizó entre las risas de todos sus compañeros. “Si fuera para lo contrario, también me sorprendería, pero diría lo mismo”.

Díez, sorprendida por el inesperado revés del gallego, fue crispándose cada vez más en cada réplica hasta que anunció, ya sin rodeos, su voto en contra de la investidura del nuevo presidente, que sin duda, trató con mayor dureza a la portavoz de UPyD que a ningún otro grupo parlamentario. Tirando de su pasado, a ella le vino a reprochar también que ahora defienda lo que antes, en las filas del PSOE, no le preocupaba lo más mínimo. “El sistema de España es razonable y usted convivió con él encantada durante muchísimo años”, le respondió Rajoy en un tipo de respuesta que, hasta ahora, era mucho más propia de la bancada socialista. “Podemos hablar de muchas cosas, pero no podemos decir, porque eso no es bueno para el sistema democrática, que el sistema electoral es un fraude, que es lo que se está tratando decir a la opinión pública y no es verdad”, zanjó el líder del PP.

Comienzan con mal pie

Diez, que en su primera intervención de la tarde quiso dar lecciones sobre la crisis política que ha desencadenado la crisis económica o de “patriotismo constitucional”, también recibió un buen varapalo por parte de Mariano Rajoy, que la calificó de tremendista en su análisis. “Los dirigentes políticos tenemos algunas obligaciones y una es ser justo en los juicios -le recriminó- y este sistema ha servido para que los españoles, con el 72% de los votantes, hayan elegido a quienes han estimado oportuno y conveniente, incluido a usted”.

Sea como fuere, si Díez esperaba empezar con buen pie en esta su segunda legislatura, Rajoy no parece estar dispuesto a darle cuartelillo alguno a su discurso de refundación del sistema. Y al final, la diputada acabo reconociendo el que parece volverá a ser su sitio en estos próximos cuatro años, en el que tendrá que volver a asumir un papel de Pepito Grillo contra los poderosos.  “No se enfade usted conmigo”, terminó por decirle. “Debe ser mi sino ‘cabrear’ a todos los presidentes. Usted todavía no lo es y ya me echa una bronca”. "Con la reforma d la ley electoral tiene usted un problema con buena parte de los ciudadanos españoles, me sorprende que se cabree", añadió-

Díez fue con la mano tendida y salió escaldada. “No quiero que empecemos así la legislatura, no sé que decirle al respecto, me llama muchísimo la atención”, concluyó.

Unión, Progreso y Democracia busca su sitio en esta nueva legislatura y parece que, de momento, aún tardará en encontrar un nuevo discurso con el que resituarse frente a la abrumadora mayoría del Partido Popular. Su portavoz, Rosa Díez, se dirigió a Mariano Rajoy con la mano tendida para alcanzar acuerdos y ofreciéndole una “leal oposición” y salió, sin embargo, trasquilada y abochornada. Tanto, que el tono de su discurso cambió de forma radical. De una suavidad de terciopelo de la que nunca ha gozado el saliente Rodríguez Zapatero a un tono crispado y airado más acorde con lo que le ha caracterizado durante los últimos años de oposición al PSOE.

Rosa Díez