Rubalcaba toma el control del PSOE para taponar la aparición de otros candidatos

Todavía no ha gritado “¡Viva España!” como pide José Bono al próximo líder del PSOE, pero Alfredo Pérez Rubalcaba ejerce ya oficialmente de líder socialista. La Ejecutiva del partido le designó ayer presidente del Grupo Parlamentario, interlocutor único con el próximo Gobierno del PP y, por tanto, jefe de la oposición. El candidato también ejerce de cabeza de la formación en Ferraz, donde apenas encuentra contrapesos: José Luis Rodríguez Zapatero está en funciones, y ayer ni siquiera acudió a la reunión de la dirección; mientras que su número dos, José Blanco, debe ocuparse de la Operación Campeón.

El aparato del PSOE, con Marcelino Iglesias al frente de la secretaría de Organización, reitera que será neutral durante todo el proceso, garantizando que cualquier militante pueda pelear por la secretaría general del partido. Sin embargo, Rubalcaba ya ha tomado ventaja con respecto a otros posibles candidatos al ser ungido, de forma interina, líder parlamentario. El ex vicepresidente ha aprovechado la inercia de su candidatura para ser el encargado de dar la réplica a Mariano Rajoy en el debate de investidura. Asimismo, este argumento ha le servido para reclamar con éxito el título de presidente del Grupo Socialista.

Carme Chacón, previsible rival de Rubalcaba en el cónclave del PSOE de febrero, llegó a la Ejecutiva dispuesta a respaldar esta decisión, que acabó de muñirse anoche entre Zapatero, Blanco e Iglesias vía telefónica. El presidente del Gobierno les comunicó que no estaría presente en Ferraz por una importante reunión en Moncloa, pero dejó en manos de su vicesecretario general la defensa de la propuesta que aúpa al candidato derrotado el 20-N hasta la jefatura de la oposición.

Así, los militantes socialistas visualizarán dentro de tres semanas a Rubalcaba ejerciendo de líder parlamentario, midiéndose con Rajoy y decidiendo cuál debe ser la estrategia política del partido. Quedan más de dos meses para que el PSOE celebre su Congreso, y hasta entonces será el cántabro quien, una vez salga Zapatero de Moncloa, mantenga la relación institucional con el Ejecutivo del PP. De esta forma, Rubalcaba podría ir maleando el partido a su gusto, adaptando el discurso oficial a sus visión política, y fortaleciendo sus redes en el seno de la formación. Chacón, por su parte, no será más que una diputada a las órdenes de Rubalcaba en el Parlamento.

Por tanto, la hoja de ruta del candidato socialista sigue su curso, ganando terreno con cada paso, y sin necesidad de aspavientos. Ayer le bastó con un mensaje en Twitter para comunicarse con la base: “Si el grupo acepta la propuesta de la Ejecutiva, me sentiré orgulloso de representar a los 7 millones de españoles que nos han votado. RbCb”. El sábado, durante el Comité Federal, ya dio muestras de autoridad cerrando el debate con su intervención, papel que por jerarquía debía haber desempeñado Zapatero. Cabe recordar que, tras conocerse los resultados electorales, fue Rubalcaba quien dio la orden de convocar con celeridad el Congreso para renovar la cúpula del PSOE. Desde entonces sus maniobras se han dirigido a justificar la derrota y a que los barones le mostraran su respaldo, obteniendo diversos pronunciamientos a su favor.

A la espera del tapado

La Ejecutiva socialista le ha dado también la razón a Rubalcaba al tomar su programa electoral como base para la ponencia política que saldrá del Congreso Federal. El ex vicepresidente aseguró el sábado que este documento debía conformar las “líneas maestras” del proyecto de oposición, y así lo confirmó ayer Marcelino Iglesias. De hecho, el coordinador del programa, Jesús Caldera, ha vuelto a ser designado coordinador de la ponencia, mientras que el propio Iglesias se ocupará del capítulo dedicado al “modelo de partido”, así como de la portavocía en el Senado.

No obstante, las exitosas maniobras de Rubalcaba no han extirpado del partido el deseo de que haya una verdadera competición por la secretaría general. Tomás Gómez volvió a insuflar ánimos ayer a Chacón para que se atreva a dar el paso, y reclamó que haya “más de un candidato”. También Guillermo Fernández Vara aboga por dejar las puertas abiertas a un tapado, así como por garantizar que elijan los militantes sin que las élites impongan un nombre. El déficit democrático preocupa en el partido por sus consecuencias electorales, como sostuvo José Antonio Griñán en la SER: “El gran problema del liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba es que no hicimos las primarias”.

Precisamente, desde Andalucía se apunta el nombre de Susana Díaz, secretaria de Organización del partido en esa comunidad. Treintañera y con experiencia en el funcionamiento orgánico de la formación, Iglesias la tildó ayer como “una de las militantes más cualificadas”, con capacidad para aspirar a “todo”. No obstante, Díaz es parlamentaria autonómica y no nacional, aunque sí tuvo un escaño en el Congreso durante la primera legislatura de Zapatero, donde apenas dejó huella.