Es noticia
“ETA no va a entregar las armas, las va a enterrar, como hice yo en 1976…”
  1. España
CUATRO VOCES AUTORIZADAS HABLAN SOBRE EL FUTURO DE LA BANDA

“ETA no va a entregar las armas, las va a enterrar, como hice yo en 1976…”

Tras el anuncio del ‘cese definitivo de la violencia’ de ETA el jueves, El Confidencial ha reunido a cuatro voces autorizadas para hablar sobre el futuro

Foto: “ETA no va a entregar las armas, las va a enterrar, como hice yo en 1976…”
“ETA no va a entregar las armas, las va a enterrar, como hice yo en 1976…”

Tras el anuncio del ‘cese definitivo de la violencia’ de ETA el jueves, El Confidencial ha reunido a cuatro voces autorizadas para hablar sobre el futuro del terrorismo en España. Teo Uriarte, uno de los fundadores de ETA, disidente luego y muñidor de Euskadiko Ezquerra; Iñaki Arteta, cineasta bilbaíno autor de los documentales ‘Trece entre mil’ o ‘El infierno vasco’; Chema Morales, guardia civil especialista en la banda y víctima del atentado de la casa cuartel de Irún; y Xavier Zumalde, uno de los primeros jefes militares de ETA que dejó la banda con la frase “cuando hablan las urnas, callan las armas”, hablan sobre la posibilidad real de que una escisión, una ‘ETA-Auténtica’, siga matando.

El 28 de julio de 2005 el IRA, Ejército Republicano Irlandés, anunció el cese de su actividad armada con una escenificación política que el jueves, a su estilo, mimetizó ETA en su comunicado. El 3 de septiembre de 2008, la Comisión Independiente de Control (también mimetizada desde hace años en Euskadi y culminada por Kofi Annan este lunes) anunció que el IRA estaba totalmente desmantelado, carecía ya de estructura y líderes y, como señaló el ministro británico Shaun Woodward, había “cumplido con su compromiso”.

El 7 de marzo de 2009, seis meses después, un comando ametralla la base militar irlandesa de Masereene. Mueren dos soldados y otras cuatro personas resultan heridas. El denominado IRA Auténtico reivindica los atentados. Dos días después, el 9 de marzo, el IRA de la Continuidad, otra facción, asesina a un policía en Craigavon. Las acciones cruentas se prolongan hasta marzo de este mismo 2011, cuando una bomba lapa mata a un policía en Omagh.

La posibilidad de que una ETA-Auténtica pueda seguir matando está en el aire a pesar del anuncio del jueves del final de la violencia. De hecho, los expertos policiales constatan que la banda terrorista vasca ya sufrió, hace apenas cinco años, una escisión. Fue tras el alto el fuego anunciado el 24 de marzo de 2006, que llevó a José Luis Rodríguez Zapatero, con el apoyo del Congreso, a iniciar el diálogo con la banda.

El interlocutor etarra era entonces el fugado Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, alias Josu Ternera. Pero el jefe militar, Mikel Garikoitz Aspiazu, formado en la kale borroka y el terrorismo por Antza y Anboto, consideró que Ternera estaba traicionando a la causa. Planificó y mando ejecutar el atentado de Barajas del 30 de diciembre del 2006. En aquella acción de la T-4, murieron dos personas y el Gobierno anunció el final del diálogo (aunque se supo posteriormente que siguió habiendo contactos) con ETA.

Xavier Zumalde, alias El Cabra, alias Bruno, alias El Brujo, es uno de los padres de la criatura ETA. Fue el primer jefe militar de la banda terrorista entre 1965 y 1976. Y lo dejó con esta frase: “Cuando hablan las urnas, callan las armas”. Hoy regenta un ecomuseo en la localidad bilbaína de Artea.

EC.- ¿Es posible que se cree una facción de ETA que no acepte el cese de la violencia y siga matando?

ZUMALDE.- No creo. Y ahora que han empezado a ponerse corbatas, aun menos. Eso sí. Va a haber conflictos. Pero nada cuantitativo, nada importante.

El también ex etarra Teo Uriarte, condenado a muerte el 28 de diciembre de 1970 y amnistiado en 1977, después fundador de Euskadiko Ezquerra, disiente rotundo.

URIARTE.- La posibilidad de que se cree una ETA-Auténtica existe. Va a salir del fracaso de la negociación. Será una ETA muy pequeñita, pero a la que no quedará más remedio que dar un susto. Y quien ha resucitado ese cadáver es el foro de negociación del lunes. En ETA hay voluntarismo y activismo, y si sabes mezclar el sulfato amónico con aluminio, haces amosal. Y si con una bombilla y clorato potásico fabricas un fulminante, ya puedes poner bombas. ETA es una religión de sustitución afincada en el nacionalismo. Es una fe. ETA no es propuesta política. ETA es violencia. Y seguirá siéndolo.

EC.- ¿Qué diferencia hay entre esta ETA y la de su época?

URIARTE.- En mi época ya existían todos los perversos virus que posteriormente se han desarrollado haciéndola incompatible con la convivencia democrática. En mi ETA, en la única escisión que tuvo éxito, que fue Euskadiko Ezquerra, dijimos: hasta aquí hemos llegado. Y paramos. Pero el pecado está en la concepción de ETA. Viene desde sus orígenes. Algunos echamos el freno, pero la locomotora ya estaba en marcha y nos pasó por encima.

También Chema Morales, especialista en ETA de la Guardia Civil, víctima del atentado a la Casa Cuartel de Irún el 25 de julio de 1991 y actual vicepresidente de la Federación de Asociaciones Autonómicas del Víctimas del Terrorismo, cree que la violencia no se va a atajar a través de un simple comunicado:

MORALES.- Por supuesto que va a haber pequeños grupos que no acepten la paz y quieran seguir matando. Con un solo comando de apenas cuatro personas puedes hacer mucho daño. Eso sí, de momento no van a mover nada. Necesitan estar en las instituciones.

EC.- El problema de negociar la paz ahora parece complicado. ¿Con quién se negocia? ¿Quiénes son ahora los interlocutores?

ZUMALDE.-  Esa es la pregunta del millón. Son grupúsculos, gente dispersa, muchos intereses, es extraño.

MORALES.- El problema para mediar con ETA es que en ETA ya no hay un interlocutor. No hay una cabeza visible con la que poder mediar, o negociar, o como quieras llamarle.

ZUMALDE.- No hay interlocutores. La paz va a llegar más que nada como un proceso, el que sufren todos los movimientos revolucionarios, guerrilleros y de acción: por desgaste. El problema verdadero de ETA no es solo la Policía, aunque la Policía ha progresado cien por cien en estos años y ETA no ha progresado nada. Y otro problema es que, en este momento, ETA no tiene líderes. No tiene jefes ni doctrina.

URIARTE.- ETA está disuelta. No hay un líder. Si hay que personificar a un negociador, se resucita a uno, se inventa. Será un líder teledirigido por las condiciones que marque Bildu. Chapeau con Bildu, ¿eh? Chapeau con Bildu. A lo que ha hecho se le llama tener la iniciativa política y tener constancia política. Cosas que echo en falta en los que tienen responsabilidades de Estado. Ese líder inventado no va a tener oposición.

ZUMALDE.- No van a entregar las armas. Las van a enterrar. Como hice yo en 1976. Están muy cansados. Están deseando la paz todos. No vamos a mencionar a nadie, pero hay muchos intereses políticos en la madre patria y en la patria chica. Eso te lo digo yo, que he trabajado muchos años para el gobierno vasco, en una época organizando el servicio de inteligencia [lideró y entrenó al M-35 y al M-45, y sus reclutas se convertirían en los primeros agentes de la Policía Autónoma vasca], preparando y planificando planes maravillosos para pacificar Euskadi, y no interesa que Euskadi se pacifique. Lo que manda aquí es la oligarquía y ETA ha enriquecido a mucha gente. No hablemos de las cosas pequeñas como las empresas de escoltas. Todas las obras públicas costaban dos mil en vez de mil porque aquí está ETA.

El cineasta bilbaíno Iñaki Arteta, director de los documentales sobre ETA y las víctimas Trece entre mil y El infierno vasco, cree que ETA ha logrado ya sus objetivos políticos y no seguirá matando.

ARTETA.- ETA ya tiene poder. Nunca ha tenido tanto. Parece que parte de los objetivos de ETA se están cumpliendo. Ahora mismo están gobernando a 700.000 vascos. Tienen más poder del que han tenido nunca. ¿Para qué iban a matar ahora, que tienen poder, y poner en riesgo su legalidad política? No es necesario matar a nadie ya. A mí lo que me subleva es ese relato de que aquí no ha pasado nada. Como si hubieran tenido sus razones para haber matado.

EC.- ¿Apoyaríais un acercamiento de presos en caso de que ETA se disolviera verificable y definitivamente?

URIARTE.- A mí el problema de los presos no me preocupa. No me parece sustancial. No me importa que los vencidos salgan pronto de la cárcel. Lo que me preocupa es que ETA venza políticamente gracias a la frivolidad de los que se han reunido este lunes en San Sebastián. Lo importante es que los presos que salgan lo hagan habiendo reflexionado. ETA ha sido muy hábil con su supervivencia. Es digna de un estudio biológico. El pragmatismo ramplón de los distintos gobiernos de España ha sido el que ha permitido que el terrorismo sobreviva.

MORALES.- Si entregan las armas y se entregan para cumplir la pena, por mí que los traigan todos a Martutene [penitenciaría donostiarra].

ARTETA.- Entra dentro de lo lógico. Pasó con ETA Político Militar. Y con la amnistía de 1977. Los vascos y los españoles ya hemos mirado para otro lado ante situaciones como esta. Si dejan las armas definitiva y verificablemente, la sociedad vasca y la española serán generosas. Lo que no podemos hacer es cambiar la historia y darle sentido a los asesinatos que han perpetrado.

ZUMALDE.- La única negociación auténtica, legal y positiva sería acercar a los presos de inmediato y empezar a pensar en una amnistía progresiva. No soltarlos a todos a la calle, no. Una amnistía progresiva. Todos tenemos que perdonar, pero no olvidar, para no cometer los mismos errores.

Tras el anuncio del ‘cese definitivo de la violencia’ de ETA el jueves, El Confidencial ha reunido a cuatro voces autorizadas para hablar sobre el futuro del terrorismo en España. Teo Uriarte, uno de los fundadores de ETA, disidente luego y muñidor de Euskadiko Ezquerra; Iñaki Arteta, cineasta bilbaíno autor de los documentales ‘Trece entre mil’ o ‘El infierno vasco’; Chema Morales, guardia civil especialista en la banda y víctima del atentado de la casa cuartel de Irún; y Xavier Zumalde, uno de los primeros jefes militares de ETA que dejó la banda con la frase “cuando hablan las urnas, callan las armas”, hablan sobre la posibilidad real de que una escisión, una ‘ETA-Auténtica’, siga matando.