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Auditorías de KPMG y BDO pasaron por alto el desfalco de la SGAE
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EL CEO DE LA CONSULTORA ARTHUR D. LITTLE TENÍA NEGOCIOS CON LA TRAMA

Auditorías de KPMG y BDO pasaron por alto el desfalco de la SGAE

Eduardo Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, firmó el pasado mes de marzo toda una declaración de transparencia en el informe que se

Foto: Auditorías de KPMG y BDO pasaron por alto el desfalco de la SGAE
Auditorías de KPMG y BDO pasaron por alto el desfalco de la SGAE

Eduardo Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, firmó el pasado mes de marzo toda una declaración de transparencia en el informe que se incluyó en la memoria de actividades de 2010. El artista más conocido como Teddy, imputado por apropiación indebida, administración fraudulenta y delito societario, aseguraba que “se intensificará la información y transparencia de los sistemas de reparto, mediante una explicación detallada de las reglas que se aplican para garantizar que el dinero que se percibe por el uso de las obras llega a sus propietarios, los autores”.

Según el auto del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, entre 2002 y 2009, Microgénesis SA, la empresa que los investigadores de la Guardia Civil sitúan en la cúspide la trama, ingresó aproximadamente 26,4 millones de euros procedentes del grupo SGAE”. Josep Jover, el abogado de las asociaciones de internautas que denunciaron a la SGAE en 2007, estima que “han desaparecido 400 millones de euros”.

Las cuentas de la Sociedad General de Autores (SGAE) y de la Sociedad Digital de Autores (SDAE) recibieron año tras año la bendición de las auditorías realizadas por las prestigiosas firmas BDO, que auditó las cuentas en los años de mayor actividad de la trama, y KPMG (2009-2010). El flujo de capital que terminaba en las nueve empresas de la trama dirigida presuntamente por José Luis Rodríguez Neri, hombre de la máxima confianza de Teddy Bautista, procedía de la SDAE que, a su vez, se nutría de fondos de la SGAE. Para justificar las ampliaciones de capital, se recurrió a la histórica consultora Arthur D. Little, supuestamente independiente. Pero su entonces consejero delegado en España, Eulogio Naz Crespo, que estuvo en el cargo desde 1998 hasta 2007, mantenía negocios con Rodríguez Neri y con Rafael Ramos, otro de los imputados.

Según los investigadores de la operación Saga, Naz, Neri y Ramos habían compartido cargos en varias empresas, como Sistemas Expertos SL. Además, la firma Arthur D. Little había recibido ingresos de la SDAE por el desarrollo del proyecto TESEO (Tecnología, Servicios y Organización). En 2004 cobraron minutas de más de 400.000 euros. Además, otras empresas en las que estaba presente Eulogio Naz, Agora Systems y EON 98, facturaban a Microgénesis. De ahí que la consultora no fuera precisamente “independiente”.

El visto bueno de las auditoras

Por su parte, las auditoras BDO y KPMG aprobaron sin salvedades las cuentas de la SGAE y la SDAE durante los ejercicios fiscales en los que la trama esquilmaba los fondos de la entidad dirigida por Eduardo Bautista (Microgénesis recibió ingresos del grupo SGAE entre 2000 y 2010). Fuentes de las auditoras han declarado a El Confidencial que se remiten a los informes emitidos y que si hubieran visto “algo raro lo habríamos reflejado”.

Los dos últimos años, 2009 y 2010, fueron auditados por KPMG. De hecho, en la memoria de 2009, Teddy Bautista, en su afán de transparencia, insistía en que “la información vertida en este documento ha sido convenientemente auditada por la firma independiente y acreditada KPMG, que por primera vez aborda el análisis contable y de gestión no sólo de la sociedad, sino del conjunto de entidades que configuran lo que coloquialmente llamamos Grupo SGAE”. En su último informe, KPMG daba el visto bueno a las cuentas de 2010 así como “al resultado de sus operaciones y de los flujos de efectivo”.

Según las fuentes consultadas, los auditores no percibieron “irregularidades de tipo contable, aunque hayan podido cometer delitos”. Neri, con la aquiescencia de Teddy Bautista, según el juez Pablo Ruz, se permitía, además de sus dos salarios como directivo de la SGAE y la SDAE, cobrar facturas hasta alcanzar unos ingresos de 313.000 euros al año y “decírselo a Teddy”, según un pinchazo telefónico en el que Neri hablaba con su pareja, María Antonia García Pombo, también imputada.  “Más de un auditor se habrá llevado las manos a la cabeza cuando ha visto cómo hinchaba sus nóminas Rodríguez Neri, pero ahí no entraban”, aseguran las mismas fuentes.

Neri y su pareja sentimental extrajeron de las sociedades de la trama más de tres millones de euros, que fueron a parar a cuentas bancarias personales. Según el último balance contable de Migrogénesis disponible, el de 2009, la empresa cabecera de la trama tiene 3,3 millones de euros en activos. Ese año alcanzó una cifra de negocio de 4,9 millones, de los que 2,7 se destinaron a “gastos de personal”. La SGAE recaudó en 2010 341,2 millones de euros, al tiempo que renovó sus certificados de calidad AENOR y recibió el resultado favorable del análisis independiente de la Agencia Española de Evaluación AEVAL, que depende del Ministerio de Administraciones Públicas. Pese a las insistentes denuncias de las asociaciones de internautas, para auditores, consultores y Gobierno, todo estaba correcto.

Eduardo Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, firmó el pasado mes de marzo toda una declaración de transparencia en el informe que se incluyó en la memoria de actividades de 2010. El artista más conocido como Teddy, imputado por apropiación indebida, administración fraudulenta y delito societario, aseguraba que “se intensificará la información y transparencia de los sistemas de reparto, mediante una explicación detallada de las reglas que se aplican para garantizar que el dinero que se percibe por el uso de las obras llega a sus propietarios, los autores”.

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