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El delfín que se comió al líder de las anchoas
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IGNACIO DIEGO, NUEVO PRESIDENTE DE CANTABRIA

El delfín que se comió al líder de las anchoas

“Y aquí está el baño”. El ya ex presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, genio y figura hasta la tumba, concluía su mandato, fiel a su

Foto: El delfín que se comió al líder de las anchoas
El delfín que se comió al líder de las anchoas

“Y aquí está el baño”. El ya ex presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, genio y figura hasta la tumba, concluía su mandato, fiel a su estilo, enseñándole a su sucesor las dependencias de su nuevo despacho, en el edificio de Peña Herbosa. Uno de los intercambios de poderes más campechanos de los últimos días acababa, poco después, con un café en un bar cercano pagado también por el presidente saliente.

Es la última ronda que corre a cargo de Revilla, quien ha dejado al popular Ignacio Diego unas arcas casi vacías tras los libramientos de pago por unos 200 millones de euros que ha desarrollado en los últimos días en el cargo. El presidente de Cantabria, de la nueva hornada del PP, comienza su mandato, con 51 años, con el difícil reto de gobernar la comunidad en tiempos de crisis y con una tarea aún más ardua, superar en popularidad al simpar Revilla, que ya no volverá a llevar sus famosas anchoas a La Moncloa, ni a sentarse con Buenafuente para repasar la actualidad más variopinta.

Investido presidente el pasado lunes, Nacho Diego es uno de los últimos del PP que, de la noche a la mañana y por obra y gracia de la debacle socialista, ha pasado a convertirse en nuevo barón de Génova 13 junto al extremeño Monago y al mallorquín Bauzá. Un líder de perfil apenas conocido fuera de su comunidad y que está llamado a formar parte del renovado núcleo de confianza de Rajoy. 

Por ello, en su entorno no ocultan el orgullo por la gesta alcanzada por los tres en sus respectivos territorios. Jorge Moragas, director de gabinete de Rajoy, no duda, tampoco, en deshacerse en elogios hacia el cántabro. “Tiene una historia bonita”, explica. “Es un gran deportista y un gran entrenador, un tipo acostumbrado a sufrir, a pelear. Ha sido remero, jugador de fútbol, entrenador… Y genera empatía, con un liderazgo muy sereno, muy discreto pero con una gran fortaleza”.

Y es que, a Diego le precede también una importante carrera deportiva. Formó parte del club de remo de El Astillero, uno de los más laureados del norte de España, y llegó a jugar en la categoría de juveniles del Racing de Santander. De hecho, fue convocado en cuatro ocasiones para incorporarse a la selección española de dicha categoría. 

Natural de Castro Urdiales, ha vivido la mayor parte de su vida en el municipio de El Astillero, donde comenzó su carrera política, primero como concejal y, después, como alcalde de mayorías absolutas desde 1995 a 2004. Entonces, el destino le hizo hacerse cargo de las riendas del partido en Cantabria, en sustitución de José Joaquim Martínez Sieso. Ganó a la primera, en 2007, pero la pinza de los socialistas con el Partido Regionalista de Cantabria le ha impedido hasta la fecha hacerse con el mando de la Comunidad. 

En su primer discurso, aseguró que toma posesión "de la lucha de lo importante contra lo urgente, de la pugna de la libertad de elección contra la presión de las circunstancias", y remarcó que esas son sus "convicciones" ante el "desafío de recuperar un camino de esperanza y prosperidad ineludible".

El popular ha hecho hincapié en que no habrá recortes sociales por muy mal que el PRC y el PSOE le hayan dejado las arcas. Una cuestión en la que sí ha dejado claro que los últimos ocho años de Revilla han sido a base de "maquillaje", de generar "desconfianza e incertidumbre" en los ciudadanos y de dejar una deuda de 1.081 millones, facturas "en el cajón" y "cientos de millones en el alero".

Revilla le ha respondido que deje de llorar, se ponga “el mono de trabajo” y se dedique plenamente al futuro de la región. Ese futuro será el que diga qué papel reserva para el sucesor del hombre que llevaba anchoas a La Moncloa y que cogía un taxi para sus citas con el presidente del Gobierno. El remero de El Astillero comienza ahora su propia regata.

“Y aquí está el baño”. El ya ex presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, genio y figura hasta la tumba, concluía su mandato, fiel a su estilo, enseñándole a su sucesor las dependencias de su nuevo despacho, en el edificio de Peña Herbosa. Uno de los intercambios de poderes más campechanos de los últimos días acababa, poco después, con un café en un bar cercano pagado también por el presidente saliente.

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