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Chacón esquiva a los periodistas y rechaza las preguntas para cultivar su liderazgo
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MOVIMIENTO PARA QUE LOS POLÍTICOS CONTESTEN A LA PRENSA

Chacón esquiva a los periodistas y rechaza las preguntas para cultivar su liderazgo

El movimiento a favor de la dignidad profesional que estos días recorre el cuerpo de la prensa española tiene en Carme Chacón el paradigma de político

El movimiento a favor de la dignidad profesional que estos días recorre el cuerpo de la prensa española tiene en Carme Chacón el paradigma de político que esquiva a los periodistas y protagoniza vistosos actos sin admitir preguntas. Si Mariano Rajoy representa en la oposición el modelo de líder con aversión a las ruedas de prensa, la ministra de Defensa lo hace en el lado del Gobierno. Gracias a esta huidiza estrategia de comunicación, Chacón se ha convertido en el segundo miembro del Ejecutivo más valorado y en una de las favoritas para suceder a José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Conseguiría esa misma valoración si ofreciera puntuales conferencias de prensa sobre la intervención española en Libia?

 

Aunque resulte inverosímil, la titular de Defensa todavía no se ha sentado delante de los medios de comunicación para detallar la participación de España en la operación que coordina la OTAN contra las fuerzas de Gadafi. La diputada del PP Beatriz Rodríguez-Salmones, encargada de marcar parlamentariamente a la ministra, se lo reprochó ayer en la sesión de control al Gobierno, tachando de “anomalía democrática” esta situación.

 

Para esta portavoz popular, las comparecencias de Chacón ante los medios deben ser complementarias “al control parlamentario, de manera libre, sin reglamentos” y con un sometimiento a “preguntas y respuestas”. En la práctica, pocos políticos de PSOE y PP respetan esta norma. Pero el caso de la política catalana resulta particularmente llamativo, tanto por el cargo que ocupa, como por el que supuestamente aspira a alcanzar. En su respuesta a Rodríguez-Salmones, Chacón eludió nuevamente explicar el porqué de su estrategia con la prensa, y se limitó a responder que se comunica con los ciudadanos a través de sus “legítimos representantes” en el Parlamento.

 

Pero, además de acudir al Congreso y al Senado, Chacón se prodiga en actos públicos y convoca a los medios a diversos actos donde escenifica su mensaje con tanta precisión como rechaza las preguntas de los periodistas. Por ejemplo, Rodríguez-Salmones tildó de “vejatorias” las videoconferencias con tropas en el exterior en que la ministra impone un guión previo por escrito con los mandos militares que participan en ellas. En muchas ocasiones, Defensa solo permite la presencia de reporteros gráficos o se limita a emitir comunicados de prensa.

 

Lo cierto es que el cargo que ocupa es especialmente propicio para la representación mediante imágenes: desde pasar revista a las tropas en avanzado estad de gestación, a reuniones con jefes tribales afganos, pasando por compartir el rancho a la hora del almuerzo con las tropas enviadas al exterior. Prácticamente solo ha concedido ruedas de prensa ante acontecimientos dramáticos, como el accidente que en febrero causó la muerte de cinco expertos en explosivos en Hoyo de Manzanares (Madrid).

 

Llamamiento a no cubrir los actos sin preguntas

 

En situaciones de crisis, como el secuestro del atunero Alakrana, Chacón tuvo que comparecer ante los medios, pero se vio superada por sus colegas Miguel Ángel Moratinos y María Teresa de la Vega en el manejo de la misma. Tampoco lideró la comunicación pública de la militarización de las torres de control durante la huelga salvaje de los controladores aéreos. No obstante, sí ha quedado en la memoria colectiva la chuleta que lució escrita con bolígrafo en la palma de su mano durante una entrevista en TV3 en 2008, cuando todavía era ministra de Vivienda.

 

La conducta de Chacón encaja perfectamente en la idea que maneja su marido, Miguel Barroso, sobre exposición a los medios. El que fuera primer secretario de Estado de Comunicación de Zapatero sostiene que el político debe someterse lo mínimo a las preguntas de los periodistas, reducir al máximo las entrevistas y aprovechar su posición para trasladar solo la imagen previamente diseñada. Sin embargo, puede que esta táctica no sea suficiente para encarar unas primarias en el seno del PSOE, sobre todo si la prensa mantiene su intención de boicotear los actos sin preguntas.

 

La Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) ha instado esta semana a los responsables editoriales de los medios a que no cubran ruedas sin preguntas y ha pedido a “los poderes públicos que abandonen todo intento de limitar el ejercicio del periodismo”. “Si cedemos, se acabará dañando la libertad de información”, aseguró Elsa González, presidenta de esta federación, con motivo de la celebración, el 3 de mayo, del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Esta semana, el debate entre ciudadanos, políticos y periodistas también ha tomado la red social Twitter, donde el lema “sin preguntas no hay cobertura” se ha convertido en una de las frases más usadas hasta convertirse en trending topic.

El movimiento a favor de la dignidad profesional que estos días recorre el cuerpo de la prensa española tiene en Carme Chacón el paradigma de político que esquiva a los periodistas y protagoniza vistosos actos sin admitir preguntas. Si Mariano Rajoy representa en la oposición el modelo de líder con aversión a las ruedas de prensa, la ministra de Defensa lo hace en el lado del Gobierno. Gracias a esta huidiza estrategia de comunicación, Chacón se ha convertido en el segundo miembro del Ejecutivo más valorado y en una de las favoritas para suceder a José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Conseguiría esa misma valoración si ofreciera puntuales conferencias de prensa sobre la intervención española en Libia?

Carme Chacón Libia Prensa