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Chacón ignora las dudas sobre la misión española en Libia y carga contra Aznar
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CRÍTICAS POR LA VENTA DE BOMBAS DE RACIMO

Chacón ignora las dudas sobre la misión española en Libia y carga contra Aznar

Las tropas españolas continuarán con su misión en Libia, al menos, dos meses más. Carme Chacón obtuvo ayer un amplio respaldo del Congreso para esta prórroga,

Foto: Chacón ignora las dudas sobre la misión española en Libia y carga contra Aznar
Chacón ignora las dudas sobre la misión española en Libia y carga contra Aznar

Las tropas españolas continuarán con su misión en Libia, al menos, dos meses más. Carme Chacón obtuvo ayer un amplio respaldo del Congreso para esta prórroga, a pesar de la confusión que rodea la estrategia política y militar. La ministra de Defensa fue incapaz de explicar cuál es la hoja de ruta para apoyar a los rebeldes o propiciar la salida de Muamar Gadafi, y tampoco aportó detalles sobre la nueva operación humanitaria en la que participará España. No obstante, replicó a los grupos de la oposición que advirtieron del “empantanamiento”, e incluso del “fracaso” de la misión, subrayando que “los objetivos marcados se están cumpliendo”.

La titular de Defensa, que verá cómo se solapan en junio las primarias en el PSOE con la crisis libia, se replegó en cuestiones técnicas para evitar las críticas sobre la falta de información, así como sobre la venta de bombas de racimo al régimen del dictador libio. “El objetivo militar no es echar a Gadafi, es proteger a la población”, aseguró. Sin embargo, Barack Obama, David Cameron y Nicolas Sarkozy afirmaron la pasada semana en un artículo conjunto, publicado en cuatro diarios internacionales, que la OTAN atacaría hasta que Gadafi deje el poder.

Para Chacón, basta con garantizar la exclusión aérea y mantener el embargo naval para hace efectivo el mandato de la ONU y, por tanto, para que las tropas españolas cumplan su misión. “No existe en este conflicto una solución únicamente militar. Quiero insistir en ello las actúales operaciones militares tienen como objetivo proteger a la población civil libia, pero en ningún caso son la única solución”, expresó, para luego añadir que “es preciso e incluso urgente que sean las vías políticas y diplomáticas las que ayuden a conseguir una paz duradera”.

De esta forma, Chacón separó el estricto cumplimiento de la operación militar de la estrategia global en Libia, pasando esta patata caliente a su colega Trinidad Jiménez, ministra de Exteriores, quien deberá ocuparse del enfoque político del conflicto y de la interlocución con el Consejo Nacional de Transición libio. Así, el mensaje con mayor carga política que ayer lanzó Chacón fue contra José María Aznar, a quien reprochó sus declaraciones sobre la solvencia económica de España y sobre la intervención de la OTAN.

Y es que tras su comparecencia en la Comisión de Defensa, quedaron sin respuesta preguntas de la oposición como qué opina el Gobierno acerca de armar a los rebeldes, o de atacar a las fuerzas leales a Gadafi, o si los F-18 españoles están dispuestos a abrir fuego sobre aeronaves que violen la zona de exclusión. Las dudas sobre la misión dominaron las intervenciones de todos los grupos de la oposición, por lo que coincidieron en criticar a Chacón por su política informativa y, en palabras de Jordi Xuclà (CiU), por su “buenismo un poco naif”.

Venta de bombas de racimo a Gadafi

Entre los datos que aportó la ministra destaca el coste de la misión, cifrado en un total de 43 millones para los tres meses previstos, así como el hecho de que España vaya a aportar un nuevo avión de abastecimiento. Por otra parte, el submarino Tramontana será relevado por el Mistral. En todo caso, el número de efectivos no superará el límite de 500 comprometido por el Ejecutivo ante el Congreso.

Otra sombra que persigue a la ministra de Defensa es la venta de armas al régimen de Gadafi. CiU volvió a denunciar ayer que el Gobierno socialista exportara bombas de racimo a Libia en 2007, al mismo tiempo que negociaba en el Parlamento para prohibir su fabricación, su venta y su utilización. Según Xuclà, el Ejecutivo cayó “como mínimo” en una “contradicción en el ámbito de los principios”. Desde IU, Gaspar Llamazares tachó de “sarcasmo” que Gadafi esté usando armas de procedencia española; mientras que la portavoz del PP, Beatriz Rodríguez-Salmones, exigió a Chacón que presente los documentos relativos a “quién, cómo y cuándo” se vendieron estas bombas de racimo.

La titular de Defensa recordó que fue ella quien llevó en julio de 2008 a Consejo de Ministros la destrucción de este tipo de arsenal, y que España fue el primer país del mundo en aplicar la prohibición de las bombas de racimo. De igual forma, desde el PSOE insistieron en que la venta de armas fue legal, aunque la acusación de la oposición se circunscribe al terreno moral y político. Las últimas exportaciones de este tipo de bombas tuvieron lugar en 2007 por un valor de 3,8 millones de euros. No obstante, las relaciones comerciales se prolongaron con otro tipo de material, y solo en el primer semestre de 2010, España vendió a Libia dispositivos de defensa y militar por valor de 7 millones.

Las tropas españolas continuarán con su misión en Libia, al menos, dos meses más. Carme Chacón obtuvo ayer un amplio respaldo del Congreso para esta prórroga, a pesar de la confusión que rodea la estrategia política y militar. La ministra de Defensa fue incapaz de explicar cuál es la hoja de ruta para apoyar a los rebeldes o propiciar la salida de Muamar Gadafi, y tampoco aportó detalles sobre la nueva operación humanitaria en la que participará España. No obstante, replicó a los grupos de la oposición que advirtieron del “empantanamiento”, e incluso del “fracaso” de la misión, subrayando que “los objetivos marcados se están cumpliendo”.

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