Objetivo: acabar con el equipo que investigó el chivatazo a ETA

El Sindicato Profesional de Policía (SPP), que se ha hecho cargo de la defensa de Enrique Pamies, jefe superior de Policía del País Vasco, hizo pública ayer una nota en la que defiende su inocencia, pone en duda que el chivatazo fuese obra de policías -aunque sugiere la implicación del equipo investigador que encabeza el comisario Carlos Germán- y pide al juez Pablo Ruz que lo sustituya por otro. El sindicato emplaza también a Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, a que abra una investigación interna “que permita llegar a conclusiones en el seno del Cuerpo Nacional de Policía sin entorpecer la labor judicial”.

 

La nota es una encendida defensa de la inocencia de Pamies, de quien dice que “ha dedicado gran parte de su vida a la lucha contra la banda terrorista ETA, con riesgo muchas veces para su vida y la de las personas de su entorno, sin que sean suficientes para enervar la presunción de su inocencia unos indicios sin consistencia (en referencia al cruce de llamadas)”. El texto no alude, en cambio, al otro policía imputado: José María Ballesteros.

“De ninguna de las formas podemos aceptar que este chivatazo haya sido perpetrado por miembros del Cuerpo Nacional de Policía, y mucho menos por aquellos que han entregado gran parte de su vida a combatir esta lacra”, añade el documento, que pone así en duda la autoría policial de la filtración, algo que desde el principio de la investigación han tenido claro los tres jueces que hasta ahora han instruido la causa: Fernando Grande-Marlaska, Baltasar Garzón y Pablo Ruz.

El SPP considera sospechoso al equipo investigador y pide al juez que lo sustituya por otro e impida que practique las diligencias que el magistrado le ha encargado. Carlos Germán, el responsable del citado equipo, es objeto preferente de la ira de sus compañeros, que le acusan de haber filtrado a algunos medios de información datos sobre la  investigación, “una conducta lo suficientemente grave como para que se le aparte de esta investigación y se le abra el reglamentario Expediente de Información por parte del Ministerio del Interior, como ocurre en casos de menos trascendencia mediática y profesional”.

Sin embargo, haciéndose eco de esas filtraciones, entre ellas la existencia de una grabación en la que se ve al inspector José María Ballesteros entrar y salir del bar Faisán en la franja horaria del chivatazo, pide al juez que el equipo investigador explique por qué ha tardado cinco años en descubrir dichas imágenes.

Las peticiones al juez son, obviamente, un canto al sol, y será el letrado del sindicato y de Pamies, Fuster Fabra, quien tenga que hacerlas por escrito al juez.