Sortu rechaza la violencia pero elude pedir a ETA que desaparezca

Sortu (Crecer), el nuevo partido de la izquierda abertzale, se presentó este miércoles en Madrid apenas una hora después de entregar sus estatutos en el Registro de Organizaciones Políticas del Ministerio del Interior. Con una enorme expectación, (decenas de periodistas y hasta 15 cámaras de televisión abarrotaban la escueta sala cedida a los promotores por la Asociación de Amigos de la Unesco), Ikaki Zabaleta, profesor de Periodismo en la Universidad del País Vasco,  ejerció de portavoz con la lectura del mismo comunicado que hizo público ayer en Bilbao: la apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas, la negación de cualquier subordinación o tutelaje y el rechazo a todo tipo de violencia incluida la de ETA.

Lo que llevaba camino de ser una de las cada vez más frecuentes ruedas de prensa sin preguntas, saltó por los aíres con un aluvión de ellas de los periodistas presentes, que Zabaleta bandeó como pudo. A la pregunta de qué pensaba hacer Sortu para ganarse la credibilidad de la sociedad pidió “tiempo y una oportunidad para demostrarlo”, pero eludió pedir a ETA que desaparezca cuando se le planteó que ese enunciado sería la prueba más clara de ruptura con el pasado. "Hemos dicho que somos un proyecto nuevo que rechaza y reniega de la violencia", se defendió como pudo. 

Visiblemente incómodo por una situación inesperada, ya que no estaba previsto abrir un turno de palabra,  Zabaleta dijo una y otra vez que Sortu es "un partido nuevo. No somos la continuidad de nada y nadie nos fagocitará". Un mensaje monocorde que repitió como respuesta a cualquier pregunta. Los promotores presentes no quisieron facilitar copia de los estatutos, "este no es el momento", ni facilitaron la identidad de los que firmaban como tales la documentación entregada en Interior, ni concretaron fechas para la elección de la dirección en el caso de que sean legalizado y, en este caso,  en cuántos ayuntamientos tienen previsto presentar candidaturas, ni sus intenciones electorales. 

Roto el guión previsto, la comparecencia concluyó entre preguntas sin responder y los insultos a los periodistas por parte de una asistenta. “Todo a su tiempo”, repetía una y otra vez Zabaleta mientras abandonaba el estrado y el resto de promotores presentes se limitaba a seguirle. 

Alan Maskey, miembro del comité ejecutivo del Sinn Fein, y Bill Bowring, presidente del grupo europeo de Abogados por la Democracia y los Derechos Humanos, arroparon a Zabaleta al inicio del acto, apoyaron la iniciativa de la izquierda abertzale y pidieron  al Gobierno que aproveche esta oportunidad para lograr la paz.