Gobierno y sindicatos muestran su ‘buena sintonía’ con un acuerdo en servicios mínimos

No había ocurrido nunca. Ni con González ni con Aznar… pero sí con Zapatero. Los servicios mínimos de la huelga general del próximo 29 de septiembre han dejado de ser un arma arrojadiza entre sindicatos y Gobierno. Tras muchas horas de negociaciones y tensiones, CCOO y UGT han alcanzado un acuerdo con el Ministerio de Fomento para la circulación de medios de transporte públicos. Se trata de un acuerdo histórico, ya que es la primera vez que las fuerzas sociales y el Ejecutivo logran firmar un pacto de estas características antes del ‘día D’. Un hecho que viene a demostrar la buena sintonía entre ‘demandantes’ y ‘demandados’, es decir, entre los que montan la huelga y el Gobierno que la sufre.

En anteriores huelgas, no se había alcanzado consenso en el funcionamiento de los servicios públicos. Hace ya ocho años, en la huelga del 20 de junio de 2002, Francisco Álvarez Cascos no se entendió con los dirigentes de CCOO y UGT y no lograron alcanzar ningún tipo de acuerdo. Fomento se vio obligado a aprobar un decreto en el que dejaba en el dique seco al transporte público. Los sindicatos tildaron la actitud de Cascos de abusiva y prometieron no cumplir con lo estipulado legalmente.

Pese a las protestas sindicales, aquel decreto parece haber servido de base para firmar el acuerdo actual. Según el que hoy se ha pactado, funcionarán el 25% de los trenes de cercanías, cuyos servicios mínimos se elevarán al 30% en hora punta, y un 20% de los AVE. En los aeropuertos, se garantiza el 10% de los vuelos peninsulares entre nueve ciudades y un 50% en el caso de los trayectos entre la península y las islas. Además, quedan cubiertos el 40% de los vuelos intercontinentales.

Huelgas más tensas

En las huelgas generales anteriores, tampoco hubo consenso entre los sindicatos y el Gobierno. Las relaciones entre el Ejecutivo de Felipe González y los agentes sociales eran muy tensas y conflictivas, muy distintas ahora donde sólo la reforma laboral y la congelación de las pensiones parecen haber alterado su sintonía inicial.

En la huelga del 27 de enero de 1994 hubo un acuerdo parcial sobre los transportes, ya que se garantizaron el transporte marítimo, aéreo nacional, por carreteras y FEVE en hora punta, pero no hubo consenso en cercanías y tráfico aéreo internacional. Un Real Decreto fue el encargado de poner orden. Mientras, en la huelga del 28 de mayo de 1992, el Ministerio de Obras Públicas se vio obligado a realizar varios decretos para garantizar la circulación del transporte público. En Madrid, los servicios mínimos en transporte urbano alcanzaron hasta el 40%.

En 1988 tampoco hubo ningún tipo de acuerdo. UGT y CCOO presentaron un recurso ante el Tribunal Supremo contra los servicios mínimos aprobados por el Gobierno en un Real Decreto publicado el 10 de diciembre, al estimar que resultaban "manifiestamente abusivos". Sin embargo, parece que con el primer acuerdo de servicios mínimos tanto el Gobierno como los sindicatos vuelven a sonreír.