Es noticia
Barcelona felicitará la Navidad en todos los idiomas excepto en castellano
  1. España
LUCES EN ÁRABE, RUSO, CHINO, JAPONÉS, PORTUGUÉS Y CATALÁN

Barcelona felicitará la Navidad en todos los idiomas excepto en castellano

El alumbrado navideño de Barcelona ha encendido una nueva controversia en la capital catalana. Si en las fiestas invernales del año pasado los protagonistas de la

Foto: Barcelona felicitará la Navidad en todos los idiomas excepto en castellano
Barcelona felicitará la Navidad en todos los idiomas excepto en castellano

El alumbrado navideño de Barcelona ha encendido una nueva controversia en la capital catalana. Si en las fiestas invernales del año pasado los protagonistas de la polémica fueron los abetos a pedales que la concejala de medio ambiente, Imma Mayol, colocó por la ciudad y que costaron al consistorio 214.000 euros, este año las quejas llegan por una razón no estética, sino lingüística.

 

El Ayuntamiento, presidido por el socialista Jordi Hereu, ha decidido felicitar las fiestas con el alumbrado navideño en seis lenguas. Y ninguna de ellas es el castellano. La polémica está servida. En el alumbrado colocado en las principales calles comerciales se puede leer Feliz Navidad en árabe, ruso, chino, japonés, portugués y catalán, pero del castellano ni rastro.

 

Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento ha puesto el grito en el cielo. El edil popular, consultado sobre este extremo por El Confidencial, no tardó en pedir “explicaciones” al Consistorio para conocer los motivos por los que no figura el castellano en el alumbrado navideño ubicado en las calles comerciales de la ciudad como Gran Via, Aragó, Portal de l’Àngel o Diagonal.

 

Fernández Díaz incluso llegó a bromear señalando que “ésta debe ser una de las primeras medidas tomadas por el gobierno municipal tras la aprobación del Reglamento Lingüístico del Ayuntamiento, documento que pretende excluir el castellano del ámbito público, con el pretexto de potenciar el catalán”.

 

Casualidad o no,  la semana pasada se aprobó el nuevo Reglamento de Uso de la Lengua Catalana en el Ayuntamiento de Barcelona con los votos a favor de PSC, CiU y ERC. Esta normativa pretende anteponer el catalán en cualquier tipo de notificación o comunicación dentro del Ayuntamiento, así como en la selección de personal, o en los estudios y proyectos a entregar al Consistorio.

 

Manifiesto contra la “imposición del catalán”

 

La polémica estalla un día antes de que once organizaciones presenten un manifiesto contra la “imposición del catalán”. Estas asociaciones son la Federación de Asociaciones Culturales del Aragón Oriental (Facao), la Plataforma Aragonesa No Hablamos Catalán, Nou Valencianisme, Grup d’Acció Valencianista, Valencia Freedom, Plataforma de Sa Llengo Baléà, Embajada Cultural de Baleares, Círculo Balear, Embajada Cultural de Baleares, Convivencia Cívica Catalana y Asociación Cultural Cervantina.

 

El manifiesto, que se presenta hoy en Madrid, rechaza la aproximación idiomática, geográfica y lingüística del nacionalismo catalán “bajo la recurrente mentira de la unidad lingüística”. Según estas organizaciones, los territorios a los que representan tienen sus modalidades lingüísticas concretas y consideran que si “nuestros gobiernos autonómicos siguen imponiendo el catalán en estas comunidades, se consumará un genocidio lingüístico del que serán responsables”. Todas ellas, se oponen al término Països Catalans -consideran anticonstitucional este proyecto, que para los radicales catalanes comprende Cataluña, Valencia, Baleares, sur de Francia y la franja de Aragón que limita con Cataluña- y a quien pretende “imponer coactivamente este idioma” y afirman que se pretende eliminar el castellano de Cataluña. Su reivindicación es que los catalanes “puedan vivir plenamente en castellano y todo niño pueda estudiar en su lengua materna”.

El alumbrado navideño de Barcelona ha encendido una nueva controversia en la capital catalana. Si en las fiestas invernales del año pasado los protagonistas de la polémica fueron los abetos a pedales que la concejala de medio ambiente, Imma Mayol, colocó por la ciudad y que costaron al consistorio 214.000 euros, este año las quejas llegan por una razón no estética, sino lingüística.

José María Castellano Antonio Catalán