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La cúpula independentista catalana da su apoyo a la financiación tras una reunión de más de tres horas
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LA DIRECCIÓN DE ERC HACE OÍDOS SORDOS A UN REFERÉNDUM INTERNO QUE PIDEN LOS CRÍTICOS

La cúpula independentista catalana da su apoyo a la financiación tras una reunión de más de tres horas

Hasta el último minuto, la nueva financiación de Cataluña, de la que todos los políticos llevan hablando desde el pasado domingo, ha quedado pendiendo de un

Foto: La cúpula independentista catalana da su apoyo a la financiación tras una reunión de más de tres horas
La cúpula independentista catalana da su apoyo a la financiación tras una reunión de más de tres horas

Hasta el último minuto, la nueva financiación de Cataluña, de la que todos los políticos llevan hablando desde el pasado domingo, ha quedado pendiendo de un hilo. La última palabra la tuvieron anoche las bases de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ya que esta formación es un partido asambleario que da voz a los militantes, por lo que pueden dejar en entredicho cualquier decisión de la dirección. De hecho, no es la primera vez: cuando se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña, la cúpula de Esquerra, que ya había dado su visto bueno, tuvo que dar marcha atrás y rechazar el texto. Como consecuencia, se produjo su salida del Gobierno de la Generalitat y Pasqual Maragall se vio obligado a convocar elecciones anticipadas.

La sombra del síndrome del Estatut planeó ayer sobre la cúpula republicana: a las 8 de la tarde, el presidente de ERC, Joan Puicercós, convocó al Consejo Nacional para ratificar la decisión de la Ejecutiva de apoyar la nueva financiación que ha ofrecido el Gobierno central. En una maratoniana reunión a puerta cerrada (duró más de tres horas), Puigcercós se las vió con el sector crítico, que lo ha puesto contra la pared al querer forzar un referéndum interno sobre la conveniencia de votar “no” o votar “sí”. Pero el líder de Esquerra se salió con la suya y ni convocará referéndum interno ni quedará en entredicho delante de los militantes.

Aunque la Ejecutiva votó a favor de la propuesta de la ministra Elena Salgado el pasado domingo, y aún teniendo en cuenta que el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira también apoya esta postura, vientos de tormenta amenazan a la cúpula republicana. Al final, Puigcercós logró alzarse con la victoria y no tuvo demasiadas dificultades para que el máximo órgano entre congresos ratificara el acuerdo, aún teniendo en su contra a gran parte de las bases del partido: ganó la votación con el 85% de los votos a favor. Sólo 28 miembros del consejo nacional (el 14%) votaron en contra y uno se abstuvo.

Hubo decenas de intervenciones (más de 40) durante la sesión. Las juventudes del partido independentista (JERC), defendieron el no al nuevo modelo de financiación, como también lo hicieron los miembros de Esquerra Independentista (EI), corriente crítica liderada por el diputado del Parlamento catalán Uriel Bertran. En un comunicado que enviaron las JERC horas antes del Consejo extraordinario, señalaban que el acuerdo tiene “aspectos negativos, dudas y sombras sobre el cumplimiento del mismo” que les impidieron apoyarlo en el momento de la votación.

Aún así, las juventudes independentistas no quieren dar la imagen de que el partido está dividido y han subrayado que esta posición no “se debe entender como un signo de división”, sino como “la lógica discrepancia que pueden existir entre dos organizaciones independentistas como son las JERC y ERC”.

Por su parte, los componentes de Esquerra Independentista presentaron las firmas necesarias para convocar un referéndum interno para consultar a la militancia sobre el posicionamiento que debe tener ERC ante la financiación. Joan Puigcercós hizo oídos sordos a esta petición y, como ya dio a entender con anterioridad, hizo uso del Consejo Nacional para consultar a la militancia y no para plantear un referéndum como pedían los críticos.

Puigcercós sabía que se jugaba mucho en este Consejo Nacional. Esquerra es un partido asambleario y sus bases pueden echar para atrás cualquier acuerdo de Gobierno.

El sí de Esquerra al nuevo modelo de financiación para Cataluña, que supone la nada despreciable cifra de más de 3.800 millones adicionales en el 2012, significa la continuidad del Tripartito –una imagen que los tres líderes del Gobierno han escenificado en varias reuniones en las últimas horas-, que desde que empezó la legislatura que ha visto, en varias ocasiones, ciertamente amenazado por la falta de un acuerdo en materia de financiación.

Hasta el último minuto, la nueva financiación de Cataluña, de la que todos los políticos llevan hablando desde el pasado domingo, ha quedado pendiendo de un hilo. La última palabra la tuvieron anoche las bases de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ya que esta formación es un partido asambleario que da voz a los militantes, por lo que pueden dejar en entredicho cualquier decisión de la dirección. De hecho, no es la primera vez: cuando se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña, la cúpula de Esquerra, que ya había dado su visto bueno, tuvo que dar marcha atrás y rechazar el texto. Como consecuencia, se produjo su salida del Gobierno de la Generalitat y Pasqual Maragall se vio obligado a convocar elecciones anticipadas.