Arenas sigue perdiendo elecciones y sin solucionar su principal problema: Sevilla

Ha aumentado en número de votos. Incluso ha ganado en dos provincias (a las claras, en Almería, y por la mínima, en Málaga). Y recorta al PSOE diez puntos, pero el PP continúa perdiendo elecciones en Andalucía. Y Javier Arenas está “muy contento” por los resultados… El Comité Ejecutivo Regional del PP-A, reunido el lunes por la tarde en Sevilla, fue una seda. Nadie rechistó el liderazgo de Arenas, quien viajó a Madrid, en calidad de vicesecretario de Política Autonómica y Local, a la sede nacional del partido, para seguir la noche electoral junto a Mayor Oreja y Mariano Rajoy.

Arenas no está dispuesto a un giro brusco de estrategia electoral en Andalucía, que en lo único que ha cambiado en los últimos meses ha sido en la diana: José Antonio Griñán en lugar de Manuel Chaves, ya desplazado al Gobierno Central, aunque continúa controlando el partido, como secretario general del PSOE andaluz. Chaves no dudó en atizar a  Arenas: calificó de “gran fracaso para el PP-A su estrategia política en esta campaña" y la tildó de "equivocada, sucia, y llena de difamaciones en la que no se ha hablado en ningún momento de la crisis económica".

¿Y cuál es el principal problema del presidente del PP de Andalucía? Sevilla. En esta provincia, la más poblada de la comunidad, el PSOE aventaja al PP en 120.000 votos en estos comicios europeos. Los socialistas son la fuerza más votada en 102 de 105 municipios y agrupan el 52,62% de los votos frente al 33,63% del PP, una buena prueba de la "implantación del PSOE", según José Antonio Viera, secretario general del PSOE sevillano, con "casi 20 puntos porcentuales de diferencia".

El voto interior y el de las agrociudades –no sólo en Sevilla, sino también en Huelva y Jaén– es socialista y es aquí donde Arenas promete emplearse más a fondo en los tres años que restan para las elecciones autonómicas. “Hay que mejorar lo que haya que mejorar”, avanza el presidente popular.

Un mensaje que “no acaba de calar”

En el PP se las prometen muy felices y creen que, de seguir esta línea, acabarán gobernando en Andalucía en 2012. “Estamos acortando distancias, aunque podíamos haber tenido más votos. Hemos planificado la campaña como si fueran unas municipales, puerta a puerta, con actos en plazas públicas, sin tenerle miedo a la calle, mientras que el PSOE se ha ido a sitios cerrados”, destacaron a El Confidencial fuentes del PP andaluz. La autocrítica también aparece. “En Sevilla o en Huelva nuestro mensaje no acaba de calar”, cuentan estas mismas fuentes.

Antonio Garrido, parlamentario andaluz del PP y ex director del Instituto Cervantes de Nueva York, reconoce que ganar en las agrociudades y en los pueblos del interior aún resulta un “trabajo muy complicado” para los populares. A su juicio, estos municipios son “muy conservadores sociológicamente”. “El PSOE”, explicó, “se comporta con características clientelares, así se explican muchos comportamientos electorales. La Andalucía más conservadora vota PSOE”.

Para Garrido, que sería el consejero de Cultura en un hipotético gobierno autonómico de Javier Arenas, según ya anunció el propio líder del PP-A, la estrategia del PSOE de identificar a los populares con el “universo mítico del señorito y de que vamos a quitar las pensiones a los ancianos ya no se sostiene por ningún lado”.