Iniciativa por Cataluña elige nueva dirección en noviembre para intentar frenar la pérdida de votos

Iniciativa por Cataluña elegirá una nueva dirección a partir del próximo 21 de noviembre. Tiene un solo diputado en el parlamento español, pero forma parte de una coalición de extrema izquierda que posee doce en el legislativo catalán. Ocupa dos consejerías en el gobierno de la Generalitat. IC esencialmente continúa la labor del partido comunista catalán, el PSUC, nacido el 1936 y desaparecido el 1997. En las elecciones de 2008 obtuvo un 4,9% de los votos emitidos en Cataluña.

 

Dentro del Tripartido, IC se caracteriza por seguir los criterios socialistas, a veces aderezados de algunas críticas que no suelen durar mucho tiempo. Su voluntad de estar en el poder es superior a cualquier otro sentimiento. 

El presidente del partido, Joan Saura, consejero de Interior y de Relaciones institucionales, continuará en el cargo. En cambio, todos los indicios apuntan a que el diputado Joan Herrera pasará a ocupar la secretaría general. Abandonará la vicepresidencia Imma Mayol, antigua compañera de Saura, famosa por su radicalismo. Teniente de alcalde de Barcelona, se declaró “antisistema” y partidaria de los “okupas”.

IC está coligado a la sucursal catalana de Izquierda Unida, liderada por Jordi Miralles. Es una organización con aún menor militancia y aceptación social que IC. Su núcleo está formado por el Partido de los Comunistas Catalanes (PCC), de evidente pureza leninista.

En las relaciones internacionales domina la presencia del PCC. En noviembre del 2006, el PCC participó en Lisboa en una conferencia de partidos comunistas a la que fueron invitados el Partido Comunista de Corea del Norte y las FARC de Colombia, organización declarada terrorista y narcotraficante por la Unión Europea y los Estados Unidos.

Más influencia que electores

Las actuales encuestas apuntan a una pérdida de votos por parte de la coalición comunista. Hoy se da un evidente dominio comunista en la dirección de los Mossos d’Esquadra, un gran predominio informativo en la televisión autonómica y también un substrato ideológico, en el conjunto de la sociedad catalana, mucho más importante que su fuerza electoral.

Esto último es debido a que, bajo Jordi Pujol, en Cataluña se dio una situación política muy comparable a lo que en el lenguaje político italiano se denomina “cattocomunismo”. Consiste en un entendimiento implícito, desde la derecha y desde el comunismo, para hacer pinza en contra del liberalismo y de la socialdemocràcia.