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TV3: El funeral del 25 aniversario
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TV3: El funeral del 25 aniversario

Se acaba de celebrar el 25 aniversario del inicio de las emisiones de TV3, la cadena autonómica catalana. El momento no podía ser peor. Tanto la

Se acaba de celebrar el 25 aniversario del inicio de las emisiones de TV3, la cadena autonómica catalana. El momento no podía ser peor. Tanto la Generalidad como la propia emisora ni tan siquiera pretendieron dar una visión optimista. Por ello, la conmemoración ha sido discreta, sin ningún contenido. Cumplieron con el requisito con un programa muy mediocre. Tenía más aire de funeral que de reto al futuro. Cualquier enfoque hubiese puesto de relieve aquello que se pretende esconder en las celebraciones.

 

TV3 es la segunda empresa de comunicación de todo el Estado en cuanto a la cuantía de sus pérdidas. Tiene un déficit, como mínimo, de 198 millones de euros.  Posee una plantilla de 1.982 personas. Si se agrega el personal de la radio de la Generalidad, el conjunto pasa a ser de 2.406 empleados. En el año 2003, TV3 era líder en audiencia en Cataluña, con un 21,1%. Ahora es la cuarta, con sólo un 11,9%. Si no hubiese sido por la emisión de algunos partidos del Fútbol Club Barcelona, la audiencia habría resultado aún más patética.  En los últimos meses la caída se ha precipitado. Era el 16,3 en abril, el 14,5 en mayo, el 13,7 en junio y el 13,5 en julio.

 

Un alto dirigente del PSC manifestó en privado que la cadena está dominada por un “soviet” que se escapa al poder formal. Consiste en un consejo que es una copia fiel del parlamento catalán, por tanto con mayoría del Tripartito. Fue la fuente del PSC la que usó, por vez primera, la palabra “soviet”. Fuentes profesionales confirmaron aquel diagnóstico. Precisaron que el comité profesional de TV3 y el sindicato de periodistas han asumido el poder fáctico. Los aglutina una visión de extrema izquierda, a veces francamente delirante. Un informe del 2007 del muy oficial Consejo del Audiovisual de Cataluña acreditó que las informaciones sobre Cuba – procastristas hasta el ridículo – superaban las dedicadas al conjunto de la provincia de Gerona, incluida su capital.

 

No hay en Europa una cadena tan grotescamente militante. Nunca ha habido la más mínima crítica a Hugo Chávez, ni a Evo Morales, ni a José Bové. De hecho, toda la información es finalista, en el sentido de tener como objetivo prioritario la visión de extrema izquierda que corresponda. Una fuente de CiU compartió el diagnóstico de la fuente del PSC. Pero precisó que “al PSC ya le va bien que perdure en una buena parte de la sociedad catalana un substrato ideológico marxistaleninista”. El problema real es que tanto CiU como el PSC no son capaces de concebir y llevar a cabo una operación de reforma. Sin duda sería muy difícil. Debería pasar por el trocear el conjunto – en una sociedad de producción, otra de emisión, una tercera de informativos – siempre en la perspectiva de su privatización.

 

Es mucho más fácil dictaminarlo que ejecutarlo. “El “soviet” – indicó un profesional de TV3 – está esperando que haya un mínimo intento de reforma para movilizarse. De hecho, cuesta decir si lo que les une es una visión de extrema izquierda o bien otra únicamente corporativa. Saben que tienen unas condiciones de trabajo y salariales idílicas, a la vez que no están sometidos a ninguna dirección. Cualquier cambio empeoraría su situación. Viene a ser una especie de autogestión, pero con los contribuyentes pagando.” 

 

Las recientes declaraciones de Zapatero respecto a que si se privatizara Telemadrid ya sabríamos “en que manos acabaría” tenían un punto de paradoja. En efecto, sería mejor que TV3, que hoy no se sabe en que manos realmente está. La prensa catalana no suele exponer unas críticas respecto a TV3 que hoy son muy mayoritarias en Cataluña. La prueba está en la pérdida de audiencia. Hace unos meses hubo rumores de privatización, en beneficio de un grupo con sede en Madrid. Podían corresponder a un cierto interés, que ahora hay que dar por desaparecido o por imposible.

 

Lo más probable es que la intervención tenga efecto cuando ya no haya más remedio, es decir cuando no se puedan pagar los salarios, por cuanto que las pérdidas hayan llegado a un nivel de escándalo, donde de hecho ya están. En cualquier caso, como señalaba el editorial del Diari de Girona del pasado jueves, el problema de TV3 “no se resuelve convirtiendo la televisión catalana en un pozo sin fondo de dinero público, que ha de servir para otras prioridades”.

Se acaba de celebrar el 25 aniversario del inicio de las emisiones de TV3, la cadena autonómica catalana. El momento no podía ser peor. Tanto la Generalidad como la propia emisora ni tan siquiera pretendieron dar una visión optimista. Por ello, la conmemoración ha sido discreta, sin ningún contenido. Cumplieron con el requisito con un programa muy mediocre. Tenía más aire de funeral que de reto al futuro. Cualquier enfoque hubiese puesto de relieve aquello que se pretende esconder en las celebraciones.