La Iglesia evitará la confrontación con el Gobierno hasta que aborto y eutanasia lleguen al Congreso

La Conferencia Episcopal evita pronunciarse sobre las resoluciones aprobadas en el último Congreso del PSOE, pese a que la revisión de la ley del aborto, la regulación para una muerte digna, o la reforma de la legislación sobre libertad religiosa apuntan directamente contra el núcleo de la doctrina de la Iglesia. El Comité Ejecutivo de la Conferencia, que preside el cardenal Antonio María Rouco, ha seguido con atención el nuevo órdago presentado por los socialistas, pero no moverán ficha hasta que estas propuestas no tomen cuerpo en el Congreso de los Diputados.

“Los obispos no están entrando a comentar el nuevo giro a la izquierda del PSOE para evitar crispación”, explicó una fuente del entorno de la Conferencia Episcopal, que señaló que la estrategia actual pasa por evitar que se desencadene una nueva batalla entre Gobierno e Iglesia. La postura oficial de la jerarquía eclesiástica es que no comentan las iniciativas de las formaciones políticas, porque la Conferencia Episcopal “no es un partido”. Asimismo, los obispos consideran que las propuestas socialistas todavía están vacías de contenido, por lo que no comenzarán su labor de oposición hasta que estas medidas no se perfilen a través del trabajo parlamentario.

La jerarquía eclesiástica no dudó en salir a la calle en 2005 para defender su concepto de familia y rechazar el matrimonio homosexual, y en los últimos meses, organizaciones cristianas han encabezado diversas acciones contra las clínicas donde se practican abortos. Además, en 2004, la Iglesia lanzó una campaña contra la eutanasia repartiendo siete millones de folletos con el mensaje: “La eutanasia es siempre una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerta a otro”.

José Luis Rodríguez Zapatero aseguró el lunes que llevará a cabo las resoluciones del Congreso socialista en la presente legislatura. Sin embargo, el líder del PSOE dio prioridad a alcanzar un acuerdo con el PP para conceder el voto a los inmigrantes, y eludió poner fecha a las leyes sobre el aborto y la eutanasia. Zapatero se limitó a pedir que no haya “impaciencias”, aunque recordó que desde que es secretario general del PSOE ha trabajado para que las resoluciones de los congresos se lleven a la práctica. Para ello, matizó que son necesarias dos condiciones: lograr la mayoría en el Parlamento y voluntad político.

Por su parte, Manuel Chaves, presidente del PSOE, abogó por abrir un debate "político y cívico" para consensuar las iniciativas aprobadas en el congreso socialista. En declaraciones a Canal Sur TV recogidas por Efe, el presidente de la Junta de Andalucía subrayó que los socialistas han abordado asuntos con un “fuerte contenido social”, que “requieren cambios legislativos profundos”, por lo que pidió que se abra “un debate social para alcanzar un consenso político, social y cívico”.

Alejamiento de CiU

No obstante, este giro a la izquierda en materia social puede obstaculizar las pretensiones del PSOE de hallar en CiU un socio estable para la presente legislatura. De hecho, el presidente de CiU, Artur Mas, afirmó el lunes que la apuesta del PSOE por “agitar la confrontación ideológica” entre derechas e izquierdas, en lugar de concentrarse en afrontar la crisis económica, "aleja" a los socialistas de las posiciones de CiU. Mas lamentó que los socialistas se dedicasen en su congreso no a hablar de economía, sino a “jugar con temas que afectan a la conciencia individual de las personas, como la eutanasia o el aborto”, y proponer el voto “"indiscriminado” para los inmigrantes “sin hablar de su arraigo” en el país de acogida.

Según Mas, los socialistas “agitan chapuceramente la confrontación partidista” con el PP, pero esta actitud les “aleja” de CiU, que no tendrá ”ningún reparo en dejar solo al PSOE siempre que haga falta” en las votaciones parlamentarias. El presidente de CiU consideró que el PSOE ha demostrado una “incapacidad clara para hacer frente a situaciones difíciles” como la actual crisis económica. “A falta de ideas, exceso de ideología en el sentido más peyorativo. Llega la verborrea de izquierdas", sentenció Mas.