Masaveu disiente del poder de Botín en la Fundación Príncipe de Asturias

El nombramiento "precocinado" de Mátías Rodríguez Inciarte como presidente de la Fundación Príncipe de Asturias se anunció oficialmente el pasado viernes, tal como había adelantado este diario unos días antes. La deliberación era un secreto a voces. Primero se tantearon las distintas opciones disponibles y luego se convenció a los votantes de la idoneidad del sucesor. El patronato se reunió en el Hotel Reconquista para revelar lo acordado de antemano, más que para "deliberar" sobre el futuro cabecilla. Las expectativas apuntaban a que el vicepresidente Banco Santander sería elegido por unanimidad de la asamblea.

Sin embargo, hubo una sorpresa final. El hereu Fernando Masaveu; el director general de Cajastur, Felipe Fernández, y Manuel Menéndez, representante de HC Energía (Hidrocantábrico), no acudieron a las votaciones. Según ha informado el periódico La Nueva España, el lobby de los Masaveu expresaba así su disidencia por escrito para que constara en un acta su disconformidad con el "regio" procedimiento.

La principal objeción del clan asturiano, con la Caja de Ahorros de Asturias como mayor agraviada, tiene que ver con la diferencia de peso que tiene la entidad financiera local respecto al Banco Santander a pesar de contribuir con más dinero a la institución. Sin emabrgo, su pataleo no tuvo eco en el resto de colegas. BBVA también apoyó a Inciarte, así como la Caja Rural o el Banco Sabadell. Lo mismo ocurrió con el empresario Plácido Arango (VIPS) o con el director de la Real Academia Española de la Lengua, Víctor García de la Concha, entre otros pesos pesados.

Así las cosas, en su primer discurso, el elegido se vio obligado a salir de posibles comentarios maledicentes: "Ejerceré mi cargo con independencia y total lealtad a los estatutos de la Fundación", y por si hubiera dudas recalcó: "Sé distinguir perfectamente los planes de actuación entre un ámbito y otro" (refiriéndose a su gestión en el banco).

Los otros"

Antes del fallo, sonó la opción que pretendía otorgar la "corona" de la institución a Rodrigo Rato, aunque los más progresistas manifestaron su desacuerdo. Además del ex ministro popular, se postuló al oftalmólogo Luis Fernández-Vega, quien tomó la derrota con deportividad y acudió en un avión privado desde Murcia para estar presente en el acto oficial. En otros casos, algunos patronos votaron por delegación, caso del ex jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, Francisco Rodríguez, José Antonio Caicoya y Santiago Rubio Sañudo.

Plácido Arango declaraba con orgullo que fue él quien propuso la incorporación de Rodríguez Inciarte al patronato en 1995. Otras fuentes criticaban el carácter personalista de Álvarez Rendueles para elegir su propio sucesor. Sea como fuere, al final se salió con la suya y convenció al príncipe Felipe y al rey don Juan Carlos sobre la idoneidad del candidato. El resto fue tarea sencilla, tan sólo tuvo que argumentar que la Casa Real había "designado, recomendado o aconsejado" al del Santander.

Nuevos retos en la Fundación

En su primer discurso como presidente, Inciarte subrayó el agradecimiento al Príncipe (quien le llamó al móvil mientras atendía a los medios), con menciones añadidas a la princesa Letizia y a los Reyes. No en vano, la reina Sofía acude año tras año a la entrega de los Premios desde su constitución. Asimismo, reconoció la gran labor de Sabino Fernández Campo y de los tres presidentes anteriores: Pedro Masaveu, Plácido Arango y Álvarez Rendueles.

En los ambientes cercanos al presidente se rumoreaba la incorporación de nuevos patronos. Sin duda, el gran aspirante era Juan Vázquez, rector de la Universidad de Oviedo (mañana martes se celebran elecciones para elegir un nuevo rector), cuya incorporación se aprobó en la reunión. Otro de los aspirantes a la silla es Jacobo Cosmen, uno de los herederos del imperio autobusero Alsa, aunque no es bien visto por un amplio sector. No ocurre lo mismo con Rosina Gómez Baeza, ex responsable de ARCO y actual directora del Centro de Arte y Creación Industrial de la Laboral, en Gijón. La labor de la experta es muy reconocida dentro del patronato.