CiU promete ayuda al PSOE después de las elecciones si hace caer el Tripartito catalán

“Si Convergència i Unió tiene oportunidad, habrá un nuevo “Pacto del Majestic 2” con quien gane las próximas elecciones. Y si quieren foto, tendrán foto. Pero ha de haber un apoyo que dé coherencia a nuestro riesgo”. Así de contundente se muestra un alto cargo de CiU sobre el futuro de los nacionalistas catalanes. El Majestic es el hotel catalán donde Jordi Pujol y José María Aznar sellaron el pacto de legislatura en 1996, cuando el PP ganó las elecciones generales y los nacionalistas catalanes comprometieron su apoyo a la gobernabilidad del Gobierno español.

En la cúpula de Convergència se cree que “Zapatero se está convirtiendo en el centro sociológico de España y Rajoy se está debilitando como alternativa. En este contexto, es de prever que si el PSOE gana las elecciones, necesitará nuestra ayuda”.

Conversaciones PSOE-CiU

En las últimas semanas, ha habido intensas conversaciones entre altos cargos socialistas y convergentes. “Son más que conscientes de que pueden necesitarnos y de que han de desembarazarse de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)”, afirma la misma fuente. Los republicanos que lidera Josep Lluís Carod-Rovira se han convertido en un obstáculo. “Esquerra no es un grano para el PSOE, es un cáncer”, afirma la misma fuente.

Lo que pretende CiU es “que Cataluña recupere la fuerza que tuvo entre 1993 y el 2000 en la política española”. Y está dispuesta a arriesgarse, aunque en esta estrategia es donde afloran las distintas sensibilidades que tienen los nacionalistas de Convergència frente a los democristianos de Josep Antoni Duran i Lleida. “Duran puede decir lo que quiera, pero nuestro apoyo a un Gobierno del PSOE no será a cualquier precio. Este apoyo es incompatible con la continuación del Tripartito en Cataluña. Si apoyamos el Gobierno, tiene que desaparecer el Tripartito. Es una condición indispensable”.

La excusa para echar a ERC

Desde el ala dura de CiU se acusa al democristiano de plegarse a las exigencias de los grandes partidos estatales y se quiere controlar la estrategia a seguir en la próxima campaña. Curiosamente, la dirección de Unió Democràtica (UDC) ya ha elegido a Duran como cabeza de lista electoral, aunque éste no ha querido oficializarlo públicamente hasta después de que el presidente de CiU, Artur Mas, presente su “refundación del catalanismo” en un acto que se celebrará el 20 de noviembre. Esta medida se interpreta desde algunos sectores como presión de Unió sobre Mas para moderar sus mensajes. Pero la cúpula de Convergència no le pondrá las cosas fáciles a Duran. “En las últimas elecciones, CiU pasó de 15 a 10 diputados gracias a su campaña y no queremos que eso vuelva a ocurrir”, advierten.

Es más, con la coyuntura actual, los nacionalistas catalanes creen que podrán obtener una gran ventaja: “Partamos de la base de que nos necesitan en Madrid para formar Gobierno. En ese caso, quien tiene un problema es el PSOE, no CiU”. Y existe otro dato que juega a su favor y que ha sido detectado por los dirigentes convergentes durante sus conversaciones con la cúpula socialista: “El PSOE puede utilizarnos incluso como la excusa perfecta para deshacerse de Esquerra, que despierta tanto rechazo entre los socialistas como entre los populares”. Y en la cúpula del partido socialista, un amplio sector estaría encantado en terminar la partida con estas cartas mientras alienta esperanzas en este sentido.