Díaz Ferrán deja CEIM y la Cámara de Madrid, pero las seguirá controlando a través de ‘hombres de paja’

Siempre resulta difícil abandonar tareas que conllevan cierta relevancia pública y control de las instituciones. Es lo que le ha pasado al nuevo presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, quien, para hacerse cargo de su nueva responsabilidad, ha tenido que renunciar a la Presidencia de la Cámara de Madrid y de CEIM, la patronal madrileña.

Una renuncia obligada por una norma no escrita: el patrono de todos los empresarios no puede ser, al mismo tiempo, presidente de una cámara, sobre todo cuando desde la CEOE se ha venido batallando en todos los frentes contra la obligación de las empresas de pagar una cuota a estas instituciones. Sin embargo, Díaz Ferrán se ha ido sin irse, porque, según fuentes de estas organizaciones, lo que ha hecho es dejar a personas de su confianza tanto al frente de CEIM como de la Cámara.

Si ayer CEIM elegía al dueño de la cadena de restauración Arturo, familiar de Díaz Ferrán, al frente de la patronal madrileña, hoy será la Cámara de Comercio la que nombre a Santos Campano nuevo presidente de la entidad, una elección que algunos empresarios consultados por este diario consideran un “fraude de ley” a la vista de cómo se ha llevado a cabo.

El sistema de elección de presidente de la Cámara es muy peculiar, porque no se elige a la persona, sino a la empresa, y es el representante que dicha empresa elige para defender sus intereses en la asamblea de la Cámara el que ocupa el sillón presidencial. Hasta ahora, el representante de Tiempo Libre S.A., la sociedad de Díaz Ferrán, elegido para ocupar la presidencia había sido el propio dueño de la misma, es decir, Gerardo Díaz Ferrán. Pero hecha la ley, hecha la trampa.

Para salvar este escollo, Díaz Ferrán ha nombrado un nuevo representante de su empresa, Santos Campano, quien, inmediatamente, pasa a ocupar el puesto de su antecesor una vez que mañana lo elija la Asamblea. De esta manera, aunque Díaz Ferrán ya no es el presidente de la Cámara, sí lo es un hombre de su confianza. Y además, si algún día necesita volver a la presidencia de la institución cameral, no tiene mas que repetir la operación en sentido contrario.

Apoyo de la Comunidad de Madrid

Campano acudió la semana pasada al despacho del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, para pedirle su apoyo esgrimiendo que la presidencia de la Cámara era la culminación de su carrera como empresario y que, después de este mandato, se retiraría. A esto, González respondió con un asentimiento, ya que la CAM no tenía ganas de verse de nuevo en una polémica con la Cámara de Madrid como protagonista de la misma.

Lo cierto es que, aunque la mayoría de la Asamblea respalde hoy la elección de Campano, algunos de sus miembros han criticado duramente la misma.