Batasuna empleó los últimos tres meses en mentalizar a sus bases de la ‘inevitable’ vuelta a los atentados

“La situación de bloqueo actual es consecuencia de no haber querido responder debidamente a las raíces del conflicto y a que el Gobierno español ha despreciado durante meses los compromi¬sos que adquirió y que originaron la tregua”. La frase, aunque lo parezca, no está sacada del último comunicado de ETA, sino de un documento interno que la izquierda abertzale repartió entre sus militantes el 22 de marzo, día en el que se cumplía el primer aniversario del anuncio de la tregua. El texto -titulado “Un año negando el conflicto político”- fue el primero de una serie de mensajes que en los últimos tres meses los dirigentes de Batasuna han hecho llegar a sus bases para mentalizarles de que la banda armada iba a volver a los atentados.

Así han coincidido en señalarlo las fuentes consultadas por este diario, que insisten que durante todo este tiempo los dirigentes de la izquierda abertzale han reforzado ante sus militantes la imagen de víctimas. “Han insistido una y otra vez que ellos han hecho todo lo que estaba en su mano y más, pero que han sido los otros, el Gobierno, el PNV y el resto de partidos, los que se han negado a avanzar”, recordaba ayer a El Confidencial un destacado político vasco. De hecho, y como ayer adelantaba la agencia Vascopress, la dirección de la organización terrorista ya elaboró un documento en noviembre del pasado año -poco después de la ruptura del diálogo de Loyola entre Batasuna, PNV y PSE- en el que apuntaba en esta línea al recalcar la necesidad de que la propia organización evitara asumir “la responsabilidad histórica de la ruptura de la tregua” y de que era el Gobierno el que debía aparecer como “el que rompe el proceso, no nosotros”.

Así, aquel documento de marzo pasado al que ha tenido acceso El Confidencial, insiste claramente en esta idea: “Mientras que ETA ha mantenido su tregua durante meses, el Estado español ha seguido persiguiendo judicialmente y policialmente a la Izquierda Abertzale sin ningún tipo de vergüenza. El objetivo ha sido claro y concreto: deformar el carácter y los objetivos del proceso abierto”. Pocas semanas después, otro texto de consumo interno insistía en ello: “A los pasos que hemos dado, el Gobierno de Zapatero ha respondido con la amenaza y la negación; poniendo nuevos obstáculos y excusas para impedir nuevamente avances”. Este último texto concluía asegurando que “quieren cerrar el paso a la primavera, pero las flores están creciendo en todas partes”.

Culpar al PNV

Ambos documentos, a los que se unieron en las últimas semanas otros con motivo de las elecciones municipales y forales, coincidían con el último comunicado de ETA en culpar también al PNV de la situación de “bloqueo” en el que había entrado el proceso de paz. Sin embargo, sus redactores parecían haber olvidado el atentado de la T-4, ya que en ninguno de ellos se hacía ninguna mención ni a él ni a las dos muertes que causó. “Batasuna movió pieza hasta que presentó su propuesta de una autonomía política conjunta para Euskadi y Navarra. Luego, incluida la campaña electoral, se centró en convencer a su gente de que ETA estaba abocada a volver a cometer atentados por culpa del Gobierno”, añade otra fuente consultada.