De la Morena paraliza sus obras ‘sine die’: Brunete tiene que tramitar un nuevo PGOU tras el recorte Aguirre

El conductor de El Larguero cede ante el Ayuntamiento de Brunete. A las 20.00 horas del pasado jueves, los obreros y máquinas que levantan ilegalmente en terreno rústico la mansión de José Ramón de la Morena dejaron de trabajar obedeciendo el requerimiento del alcalde popular Félix Gavilanes en una carta remitida el martes anterior (ver noticia).

Ahora, el responsable de información deportiva de la Cadena Ser se puede encontrar con que la paralización se alargue más de la cuenta, ya que la Comunidad de Madrid (CAM) ha dado el visto bueno al plan de urbanización de la localidad, pero con un recorte de 6.000 viviendas, lo que supone “un nuevo PGOU”, según fuentes municipales.

El vicepresidente primero y portavoz regional, Ignacio González, justificó los cambios arguyendo que la edificabilidad inicialmente propuesta es “excesiva”, pues se pasaría de 9.000 habitantes a 70.000. La propia Esperanza Aguirre pidió al primer edil que redujera las 20.000 viviendas previstas.

En el Ayuntamiento de Brunete informaron a este diario que el recorte de la CAM hace que el crecimiento del pueblo sea más “lógico y acorde”. Brunete pasará a tener 25.000 vecinos. Sin embargo, “también es cierto que supone un nuevo desarrollo. Es una modificación sustancial”. La consecuencia inmediata es que se tiene que someter a pleno y a un periodo de exposición pública para alegaciones porque si no “se estaría incurriendo en el derecho de los vecinos”.

Familias sin terreno y sin direno

Un problema añadido es que, en el actual proyecto de urbanización, existen 302 familias que han vendido sus parcelas a los promotores, de los que han recibido tan sólo el 30% de su valor. El recorte de la CAM, según explica la oposición, significa que se eliminarán del plan varios sectores o un tanto por ciento de todos los sectores a urbanizar. “La cuestión es qué va a pasar con alguna de estas familias que llevan todo este tiempo sin su dinero y sin sus terrenos y que, además, pueden verse excluidas del nuevo PGOU”.

Con todo, “es muy difícil que la CAM apruebe el plan”, continúan las mismas fuentes, “hay muchas denuncias, existe desvíos del cauce normal de un arroyo e informes desfavorables de arquitectos. El cambio no será tan fácil. Si las cosas no se hacen bien, Esperanza Aguirre se arriesga a que Brunete se convierta en su tumba política”.