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El ex alcalde socialista de Ciempozuelos reconoce que falsificó la firma de la promotora para justificar 100.000 euros
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El ex alcalde socialista de Ciempozuelos reconoce que falsificó la firma de la promotora para justificar 100.000 euros

El ex alcalde socialista de Ciempozuelos (Madrid) Joaquín Tejeiro reconoció este viernes que falsificó la firma de la promotora Esprode para justificar la procedencia de 100.000

El ex alcalde socialista de Ciempozuelos (Madrid) Joaquín Tejeiro reconoció este viernes que falsificó la firma de la promotora Esprode para justificar la procedencia de 100.000 euros y admitió que ingresó esta cantidad en una cuenta de Andorra para no tener que explicar su procedencia.

Así se pronunció Tejeiro, en declaraciones a los periodistas, tras comparecer ante el titular del juzgado de instrucción número 2 de Valdemoro (Madrid), Agustín Carretero, al igual que el dimitido alcalde Pedro Antonio Torrejón, ambos como imputados por los presuntos delitos de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias, entre otros.

Coincidiendo con la vista, el sindicato de funcionarios públicos Manos Limpias ha presentado en el juzgado una querella criminal por varios delitos y pide prisión incondicional tanto para los ex alcaldes como para Francisco Javier Castillo Martínez, consejero delegado de la inmobiliaria Esprode.

El juez, por el momento, ha ordenado un registro en los domicilios de los dos ex ediles. El abogado de Torrejón destacó que su cliente ya contaba con un importante patrimonio antes de llegar a la alcaldía, al poseer "múltiples negocios" y "14 ó 15 pisos", según recoge la agencia Efe.

En la querella de Manos Limpias, a la que ha tenido acceso El Confidencial, se especifican los presuntos delitos de prevaricación, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a funcionarios, contra la ordenación del territorio, cohecho, delito fiscal y blanqueo de capitales en paraísos fiscales. “Mañana (por hoy), a las 16,00 horas dos ex alcaldes pueden entrar en prisión”, apunta Miguel Bernard, secretario general del sindicato, “lo que puede ser ejemplarizante para lo que está pasando en muchos rincones de España”.

El escándalo de Ciempozuelos saltó a la palestra el pasado 17 de octubre cuando el PSOE obligó al entonces alcalde de esta localidad, Pedro Antonio Torrejón, a dimitir por operaciones irregulares urbanísticas. Su antecesor, Joaquín Tejeiro, pactó una comisión de 40 millones de euros con Esprode para conseguir una recalificación. Por su parte, la Fiscalía Anticorrupción abrió diligencias contra ambos por la posible existencia de una actividad de blanqueo de capitales y en relación con el cobro de las citadas comisiones a tenor de un escrito enviado por el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC).

Esprode se dirigió en días pasados a este diario para desvincularse del caso. Consideran que han sido introducidos en un fuego cruzado de acusaciones entre partidos políticos con las elecciones a pocos meses vista. “Somos una inmobiliaria de tamaño medio, cómo vamos a pagar comisiones de 40 millones de euros si nuestra facturación es de 18 millones”, se excusan en la empresa. Recuerdan que el plan de urbanización fue aprobado por unanimidad en el Ayuntamiento de Ciempozuelos, que la Comunidad de Madrid dio el visto bueno a doce informes y que de los siete sectores que se recalificaron, Esprode sólo tiene en propiedad el 12,8% del sector II.

En la querella, Manos Limpias argumenta que esta inmobiliaria posee el 78% del terreno, un total de 1.166.000 metros cuadrados en los que estaba previsto la edificación de 5.200 viviendas, “que triplicarían los habitantes del municipio sin contar éste con las infraestructuras adecuadas para ello”. “Este suelo puede tener un precio de mercado de 500 millones de euros”, continúa el texto.

El ex alcalde socialista de Ciempozuelos (Madrid) Joaquín Tejeiro reconoció este viernes que falsificó la firma de la promotora Esprode para justificar la procedencia de 100.000 euros y admitió que ingresó esta cantidad en una cuenta de Andorra para no tener que explicar su procedencia.