Rajoy denuncia la carestía de la vida, y Solbes replica que si la economía fuera mal la Bolsa no estaría en máximos

El presidente del PP, Mariano Rajoy, pisó la tierra en el debate sobre los Presupuestos Generales para 2007 que se sucede hoy en el Congreso para ceñir sus críticas en preocupaciones reales de la ciudadanía, como la carestía de la vida y la escalada del precio a la vivienda.

“Por tercer año consecutivo, los precios subirán más que el incremento medio salarial”, denunció el líder del PP, quien intervino para defender la enmienda a la totalidad de su grupo presentada a las cuentas públicas. Intervención realizada después del “vibrante discurso” que había pronunciado previamente Pedro Solbes, aludiendo al hábito de hablar por lo bajo y con tecnicismos del vicepresidente económico.

Rajoy denunció que las subidas de los precios están colocando a “millones” de asalariados en una difícil situación y que la inflación “es el más injusto de los impuestos”, al ser “desproporcionado, ineficiente y castigar “a los más desfavorecidos”.

También añadió que el paradigma del estilo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es la vivienda, que se ha encarecido un 33,33% en dos años. Al presidente del PP la gestión en esta área le recordaba un capítulo de un libro de Uno Von Troil sobre la exploración en Islandia, titulado Respecto a las serpientes. El contenido de ese capítulo se resumía en cinco palabras: “No hay serpientes en Islandia”.

Ese ejemplo le sirvió para denunciar con otras cinco palabras que el Ejecutivo “no tiene política de vivienda” y que este ministerio es “el más pintoresco” de todos.

En su opinión, los tres problemas de la economía española son la competitividad, el déficit exterior y la inflación.

Las cifras del vicepresidente económico

Pedro Solbes entró al trapo en su réplica y espetó a Rajoy: “¿Cree realmente que la Bolsa estaría en máximos históricos si la gente pensase que la economía va mal?”. El vicepresidente contrapuso la visión catastrofista del líder del PP con cifras reales: hay 20 millones de personas trabajando; el crecimiento es del 3,7% en el segundo trimestre -cifra que anunciada en su discurso inicial -; por primera vez en la historia los Presupuestos de 2007 prevén superávit presupuestario…

Solbes “comprende que esto frustre” al líder del PP. Y, a pesar de que lo dijo en voz baja, los diputados socialistas atronaron con sus aplausos. Era su respuesta a la larga ovación que los populares habían dedicado minutos antes a su líder, cuya intervención estuvo plagada de humor. Como cuando aludió que los aliados del Gobierno denunciaban con sus enmiendas a la totalidad que Zapatero no había cumplido con las inversiones previstas en el Estatut. Dirigiéndose a Josep Antoni Duran, portavoz de CiU, le reprochó que en las negociaciones de la reforma catalana “debió de hacer algo útil: ir al notario”.

Rajoy convirtió su intervención en un trasunto del Debate sobre el Estado de la Nación al hablar de debates que trascienden al área económica que defendía Solbes, como de la inmigración. Replicaba a José Luis Rodríguez Zapatero, pero éste no entró a intervenir y dejó la pelea para su vicepresidente económico.

El líder del PP denunció que Zapatero había convertido las negociaciones para el apoyo a los prespuestos en una "reedición de un mercado persa, con chalaneos apresurados y con negociaciones opacas" que ocultan las cuentas a los diputados. En cambio, Solbes le replicó que no hay "ningún Prespuesto movedizo", sino un debate en el que se intentan conseguir las mayorías necesarias para que éste salga adelante. Y garantizó que todo lo que se pacte "se pactará en esta Cámara".