Oviedo acusa a la Fundación Príncipe de Asturias de complicidad con los socialistas

Ante una inusitada expectación, el pleno municipal de Avilés aprobó la semana pasada por mayoría, con los votos a favor de PSOE, IU y Grupo Mixto, y la abstención del PP (dos concejales populares abandonaron la sesión en el momento de la votación) una propuesta de rechazo contra las 'injerencias' del Ayuntamiento de Oviedo, gobernada por el PP, en la polémica suscitada en torno a la futura ubicación del Centro Cultural Oscar Niemeyer como posible sede del Museo de los Premios Príncipes de Asturias.

Todo comenzó cuando el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer ofreció a la Fundación Príncipe de Asturias un proyecto pensado para la ría de Avilés. A la sazón, el Gobierno asturiano vislumbró la oportunidad de convertir la obra en emblema de campaña para las próximas elecciones. El Presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, junto al secretario de la Fundación, Juan Luis Iglesias Prada, viajaron a Río de Janeiro anunciando a bombo y platillo la construcción del Museo de los Premios Príncipe de Asturias en Avilés.

Sin embargo, a la hora de formalizar la donación del prestigioso arquitecto no se mencionó relación alguna con los premios y el proyecto quedó bautizado como Centro Cultural Niemeyer. Este cambió súbito fue provocado por la tajante oposición de Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo, quien acusó al presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, José Ramón Álvarez Rendueles, y al director de la misma, Graciano García, de complot con los socialistas por ubicar el museo en la villa de Avilés.

El regidor ovetense inició una campaña de recogida de firmas y lanzó un bando en el que proponía encabezar una manifestación en defensa de la antigua Vetusta como sede museística. Según de Lorenzo, el asunto esconde una trama de captación de votos de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales, que se celebrarán en Asturias en mayo de 2007. Ante estas circunstancias, el PP regional apoya la postura de Gabino y exige la sede del museo en Oviedo, aunque respeta el proyecto de Niemeyer para Avilés.

Guerra en el PP

Pero el conflicto ha provocado una guerra interna en el PP regional. Un sector considera “caciquil” la actitud de Gabino y cobarde la de sus seguidores. Pese a ello, se barruntan negociaciones clandestinas entre la Fundación y el ejecutivo socialista, por lo cual los ovetenses -al desconocer las pretensiones reales- ofrecieron la planta baja del Ayuntamiento como sede museística. Ahora, ante la majestuosidad de Niemeyer, la opción presentada por Gabino es calificada de “caja de cerillas”.

El último capítulo del culebrón está firmado por la concejala popular Isabel Pérez-Espinosa, quien acusa al Gobierno regional de utilizar a la Fundación para dar un “pelotazo urbanístico” en Avilés. De está forma, se comienza ya a hablar de museomocho, ante la sospecha de que exista un plan para construir 5.000 viviendas en terrenos cercanos al museo. Ante estas declaraciones, el Gobierno regional ha anunciado que presentará una querella por calumnias.

Periodo conflictivo

Entretanto, la Fundación vive el período más conflictivo desde su creación, tras 25 años de trayectoria impecable. En un primer momento, los patronos de la Fundación respaldaron por unanimidad el proyecto avilesino. Luego, ante los ataques del edil de Oviedo, adoptaron una posición ambigua. Y al fin, el próximo martes se decantarán sobre su futura relación con el centro cultural.