Fumata blanca en la Generalitat: CiU rebaja sus exigencias y apoya el Estatuto

La reunión que mantuvieron el jueves representantes del Gobierno tripartito de la Generalitat y dirigentes de CiU logró su objetivo: el 'Estatut' saldrá adelante, después de que el partido de Artur Mas aceptase rebajar sus exigencias sobre financiación. Así lo pudo confirmar El Confidencial en fuentes próximas al equipo negociador poco antes de las seis de la tarde, hora prevista para que el pleno del Parlament debatiera y votara el polémico capítulo, que era clave para saber si el viernes habrá un nuevo Estatut. Dicha reunión, mantenida en los despachos de la federación nacionalista en el Parlament, la protagonizaron Francesc Homs por CiU, Miquel Iceta por el PSC, Joan Ridao por ERC y Joan Boada por ICV, como el último intento contrarreloj de alcanzar un acuerdo, después de que el PSC rechazara la última oferta de los convergentes y presentara su propia contrapropuesta para desbloquear la negociación.

Finalmente, el tripartito y CiU alcanzaron el jueves un acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación y la referencia a la laicidad en la escuela pública, los dos últimos escollos para el pacto definitivo sobre el proyecto de la reforma del Estatut.

Precisamente las referencias a la laicidad de la enseñanza pública provocaron un último amago de ruptura, que precedieron al apoyo definitivo, por parte del 'sector duro' de CiU, encabezado por el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida. Éste, en el último momento, amenazó con rechazar el 'Estatut' aunque se llegase a un acuerdo sobre financiación.

La mañana del jueves, Duran había alertado de que el rechazo de CiU al modelo educativo consagrado en el nuevo Estatut débía "condicionar" el voto final de la federación nacionalista sobre el global del texto estatutario, al menos tanto como la financiación.

Sin embargo, fuentes del tripartito consultadas por este diario, aseguraron que Artur Mas y el 'aparato' de CiU, encabezado por Felip Puig, conseguieron que Duran diese marcha atrás a sus amenazas. De hecho, el optimismo se había instalado ya en las filas del tripartito, sobre todo tras conocerse las primeras noticias de que la reunión de los portavoces de los cuatro partidos iba por "muy buen camino".

El acuerdo final quedó simbolizado en el abrazo entre Pasqual Maragall y Artur Mas y en una foto, con el pulgar en alto los dos, que se hicieron bajo un cuadro de Tápies que simboliza la resistencia de Cataluña al franquismo.

De esta forma, se despejaron las dudas sobre la aprobación del nuevo Estatut en Cataluña, que se aprobará en el Parlamento catalán con los votos de CiU, PSC, ERC e ICV-EUiA -que juntos suman 120 diputados sobre un total de 135-, pese al rechazo del PPC.