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El tricornio deprime. Esa es al menos la conclusión que se extrae de un informe oficial que señala que, en el último año, 2.566 guardias civiles se dieron de baja por motivos psicológicos, frente a los 569 miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Un docu
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El tricornio deprime. Esa es al menos la conclusión que se extrae de un informe oficial que señala que, en el último año, 2.566 guardias civiles se dieron de baja por motivos psicológicos, frente a los 569 miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Un docu

El célebre síndrome del norte, esa enfermedad psicológica que durante años afectaba a los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado destinadas en el País

Foto: El tricornio deprime. Esa es al menos la conclusión que se extrae de un informe oficial que señala que, en el último año, 2.566 guardias civiles se dieron de baja por motivos psicológicos, frente a los 569 miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Un docu
El tricornio deprime. Esa es al menos la conclusión que se extrae de un informe oficial que señala que, en el último año, 2.566 guardias civiles se dieron de baja por motivos psicológicos, frente a los 569 miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Un docu

El célebre síndrome del norte, esa enfermedad psicológica que durante años afectaba a los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado destinadas en el País Vasco y Navarra por la amenaza terrorista de ETA, parece haber desaparecido en los últimos años. O mejor dicho, parece haberse trasladado hacia el sur, en concreto, a Andalucía, donde 444 guardias civiles -122 de ellos en la provincia de Cádiz- pidieron la baja por motivos psicológicos sólo en 2004. Así aparece recogido en un informe que maneja el Gobierno y en el que se detalla la incidencia de este problema tanto en el Instituto armado como entre sus colegas del Cuerpo Nacional de Policía.

Dicho documento desglosa por provincias las bajas en ambos Cuerpos por este motivo en los últimos años. La suma de todas ellas pone sobre la mesa el elevado número de agentes de la Benemérita que el año pasado no acudieron a trabajar en algún momento por dicho motivo: 2.566, casi un cuatro por ciento del total de los 70.000 guardias civiles que componen la plantilla. Una elevada cifra que casi quintuplica la incidencia de las bajas psicológicas en el Cuerpo Nacional de Policía, donde sólo se registraron 569 en el mismo periodo.

Sin embargo, el dato más sorprende es la desigualdad territorial que se refleja en las estadísticas. Andalucía, que con las 444 bajas ya mencionadas ostenta el record, casi dobla los datos referidos a las dos comunidades que arrastraban hasta ahora la leyenda negra de este problema, País Vasco y Navarra, que registraron 99 y 97 bajas respectivamente. No es Andalucía, sin embargo, la única comunidad autónoma que supera a ambas. Así, la Comunidad Valenciana, con 292 casos; y Madrid, con 258, muestras cifras más elevadas que la suma de ambas. Cataluña, con 189, y las Islas Canarias, con 173, se acercan bastante.

Esta tendencia hacia el sur se repite, según el informe, en el Cuerpo Nacional de Policía, aunque con cifras sensiblemente menores. Así, frente a las 23 bajas psicológicas del año pasado en el País Vasco y las cinco de Navarra, Andalucía registró 124: Madrid, 117; Cataluña, 78; Comunidad Valenciana, 58 y la Islas Canarias, 52.

Las elevadas cifras de la benemérita se agravan si se comparan con las de años anteriores. Así, en 2000 se registraron 1.578 bajas psicológicas, casi 1.000 menos que en 2004. Un aumento que también se ha traducido en el número de suicidios, según otros datos en poder de este diario: frente a los 11 suicidios consumados registrados en 2001, el pasado año fueron ya 18, y 24 las tentativas. Según los sindicatos de la Guardia Civil, estas alarmantes estadísticas son fruto “de la frustración laboral, la falta de independencia y el régimen militar”. “El caso Roquetas también influirá”, asegura un agente consultado que recuerda que, en los últimos días, catorce guardias civiles del cuartel de la localidad almeriense se han dado de baja por motivos psicológicos.

El célebre síndrome del norte, esa enfermedad psicológica que durante años afectaba a los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado destinadas en el País Vasco y Navarra por la amenaza terrorista de ETA, parece haber desaparecido en los últimos años. O mejor dicho, parece haberse trasladado hacia el sur, en concreto, a Andalucía, donde 444 guardias civiles -122 de ellos en la provincia de Cádiz- pidieron la baja por motivos psicológicos sólo en 2004. Así aparece recogido en un informe que maneja el Gobierno y en el que se detalla la incidencia de este problema tanto en el Instituto armado como entre sus colegas del Cuerpo Nacional de Policía.