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Los agentes encargados de la lucha contra la delincuencia organizada tienen un nuevo quebradero de cabeza. Junto a las mafias colombianas, marroquíes y de países del Este, la Policía ha detectado la presencia de grupos de origen chino dispuestos a hacers
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Los agentes encargados de la lucha contra la delincuencia organizada tienen un nuevo quebradero de cabeza. Junto a las mafias colombianas, marroquíes y de países del Este, la Policía ha detectado la presencia de grupos de origen chino dispuestos a hacers

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, tiene sobre la mesa de su despacho, desde el pasado 20 de abril, un informe elaborado por la Unidad

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, tiene sobre la mesa de su despacho, desde el pasado 20 de abril, un informe elaborado por la Unidad Central de Inteligencia Criminal (UCRIF) del Cuerpo Nacional de la Policía en el que se alerta, entre otras cosas, de “la potencial amenaza del resurgimiento de la delincuencia de origen chino”.

Un amenazador resurgimiento que, según este documento al que ha tenido acceso El Confidencial, se detectó en 2004, después de años de escasa incidencia. Así, durante el pasado ejercicio, aumentaron el número de redes de inmigración ilegal “con fines de explotación laboral” y los delitos “contra la propiedad industrial e intelectual” protagonizados por ciudadanos de este país.

Sin embargo, lo que más preocupa a los encargados de la lucha contra la delincuencia organizada es que estos grupos amenazan con extender su actividad al tráfico de drogas, “cómo está ocurriendo en países de nuestro entorno (Portugal e Italia)”.

Según el documento policial reservado, dichas mafias chinas, conocidas con el nombre de triadas, tienen intención de especializarse “en el tráfico de drogas sintéticas” y alerta de que muy posiblemente “hagan uso de la violencia para conseguir el control del mercado”. La Policía recuerda que, de hecho, ya están utilizando “las agresiones y extorsiones a compatriotas suyos en otros ámbitos delincuenciales”.

Los otros delincuentes que vienen

El informe analiza también detalladamente el resto de países de origen de los integrantes de estos grupos asentados en España. Tras comprobar que españoles, colombianos, marroquíes y rumanos siguen siendo los más abundantes, apunta a nuevas nacionalidades.

En concreto, la Policía habla de venezolanos, ecuatorianos y brasileños, “cuyas prácticas delictivas se ciñen, especialmente, al tráfico de cocaína, al blanqueo de capitales y, en menor medida, a la inmigración ilegal”.

También detecta el incremento de la criminalidad de otras nacionalidades ya asentadas, como búlgaros, rumanos y de otros países del Este, mientras que turcos y rusos marcan una “tendencia continuista”.

“En el ámbito de la Unión Europea -se puede leer en el mismo informe-, las nacionalidades de delincuencia organizada en España continúan siendo las de italianos, franceses, portugueses, británicos, holandeses y alemanes”. Una auténtica babel del crimen.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, tiene sobre la mesa de su despacho, desde el pasado 20 de abril, un informe elaborado por la Unidad Central de Inteligencia Criminal (UCRIF) del Cuerpo Nacional de la Policía en el que se alerta, entre otras cosas, de “la potencial amenaza del resurgimiento de la delincuencia de origen chino”.