Sebastián impondrá el carril BUS-VAO en las ciudades con más de 500.000 habitantes

Miguel Sebastián dispone aún de un buen arsenal de medidas para impulsar el ahorro energético en España en lo que queda de legislatura. Una de las más llamativas tiene que ver con la movilidad de vehículos. Según recoge el programa que está sirviendo como hoja de ruta, el ministerio de Industria tiene previsto poner en marcha "en el horizonte de 2012" la habilitación de carriles reservados al transporte colectivo de viajeros, los denominados BUS-VAO, para las ciudades de más de 500.000 habitantes. 

Estas vías rápidas, que ya existen en algunos grandes municipios como Madrid, están reservadas para el uso de autobuses o para el de coches particulares con más de un pasajero. Con la segunda exigencia, la intención de las administraciones locales que ya lo han implementado, aunque no de manera generalizada, ha sido tratar de fomentar el uso entre varias personas del vehículo privado a cambio del incentivo de poder disfrutar de un acceso preferente, libre de retenciones de tráfico, a la ciudad. 

Esta medida, junto a otras 30, aparece recogida en un documento elaborado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en 2008. Este trabajo forma parte del Plan de Acción 2008-2012 con el que Industria pretendía lograr durante este periodo reducir el consumo de energía en 44 millones de barriles de petróleo. "O lo que es lo mismo, en torno a un 10% de las importaciones anuales de petróleo de España", que a los precios actuales equivaldría a 5.000 millones de euros.

Desde esa fecha, Sebastián ha ido introduciendo a lo largo del tiempo distintas de las medidas recogidas en el programa marco, como el fomento de coche eléctrico, el Plan VIVE para renovar la flota de vehículos, la financiación para electrodomésticos de bajo consumo o la limitación de las temperaturas en los edificios públicos. Casi todas han sido criticadas por peregrinas o inútiles tanto por la oposición como por una mayoría de la opinión pública, pero no puede decirse que sean improvisadas. 

Las dos últimas semanas, las propuestas llevadas al consejo de ministros siguen al dictado el inventario de soluciones redactadas por el IDAE, desde el fomento del uso de la bicicleta o la limitación de la velocidad (110 km/h) en la vías de gran capacidad. Incluso las planteadas esta misma semana en su encuentro con Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, como el cambio de la iluminación pública, la eficiencia de los edificios o el cambio de neumáticos, estaban ya escritas desde hace tres años. 

La radiografía de los problemas de España como país deficitario en recursos energéticos sigue siendo la misma ahora que en 2008. Por este motivo, Industria articuló una doble vía de actuación. Por un lado, apoyando las energías renovables como clara alternativa a las fósiles, iniciativa que terminó generando un efecto burbuja, sobre todo en el sector fotovoltaico. Y por otro, impulsando medidas que contribuyeran al ahorro y la eficiencia, de manera que se redujera nuestra dependencia global. 

En este sentido, el sector del transporte por carretera, como responsable directo del 40% del consumo final de energía, ha sido el principal punto de actuación. 20 de las medidas del Plan están vinculadas a aspectos referidos a la movilidad, algunas de las cuales aún no se han propuesto, como el uso de los pasillos aéreos militares (tutelados por Defensa) por la aviación comercial para acortar la longitud de los vuelos o la creación de rutas de autobuses para los centros de trabajo con más de 100 empleados.