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La arruga quiere ser bella: Adolfo Domínguez busca nuevos accionistas de referencia
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PUIG REDUCE SU PARTICIPACIÓN POR DEBAJO DEL 15%

La arruga quiere ser bella: Adolfo Domínguez busca nuevos accionistas de referencia

Las ganancias conseguidas al calor del rally bursátil de principios de año se han evaporado casi por completo. Los inversores vuelven a dar la espalda a

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La arruga quiere ser bella: Adolfo Domínguez busca nuevos accionistas de referencia

Las ganancias conseguidas al calor del rally bursátil de principios de año se han evaporado casi por completo. Los inversores vuelven a dar la espalda a Adolfo Domínguez, una compañía duramente castigada en los últimos años por el desplome del consumo, y que busca nuevos inversores de referencia.

Ayer, las acciones de la empresa textil cayeron un 4%, hasta los 4 euros, con lo que acumula cuatro días consecutivos en negativo. Estos retrocesos, en opinión de los analistas, obedecen, además de al mal comportamiento del conjunto del mercado, al hecho de que el segundo mayor accionista de la compañía haya disminuido su presencia en el capital de la firma de moda.

Antonio Puig, SA acaba de reducir su participación por debajo del umbral del 15%. Ha pasado a controlar un 14,801% del capital, frente al 15,01% que tenía hasta ahora, según ha comunicado la sociedad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este recorte, aunque pequeño, ha tenido fuerte eco en el parqué, donde se habían cobijado esperanzas de que la multinacional española de perfumería y moda se hiciera con el paquete del 4,98% en manos de NovaCaixaGalicia.

Puig desembarcó en Adolfo Domínguez en el año 2000, al hacerse con el 9% del capital de la firma de moda como consecuencia de la compra de Myrurgia. Se convertía así en el segundo accionista de referencia del grupo textil, detrás del modisto gallego, que a fecha de hoy cuenta con una participación del 31,9%. El compromiso de Puig con Domínguez como inversor a largo plazo quedó patente sólo un año después, cuando Cortefiel lanzó una oferta pública de adquisción (OPA) hostil por su competidora del norte y el grupo de perfumes acudió en ayuda del empresario de “la arruga es bella”. Entonces, elevó su participación hasta el 11%. Después, en 2004, Puig dio nuevas muestras del estrechamiento de las relaciones con Domínguez y amplió su participación hasta el 15%.

Ahora que NovaCaixaGalicia, por imperativos del FROB y Bruselas, debe poner a la venta su participación en la firma de moda gallega, en el sector textil y en el mercado de valores se había especulado con que, una vez más, Puig acudiera al auxilio del modisto. Pero estas expectativas se han desvanecido al conocerse la reducción de participación del grupo catalán.

La fallida OPA de Cortefiel y la buena marcha de la compañía auspiciaron una brillante trayectoria bursátil de Adolfo Domínguez entre 2004 y 2006 en pleno boom económico. Las acciones llegaron a valer más de 50 euros por título, pero los buenos tiempos pasaron a la historia. La crisis económica, el desplome del consumo y una feroz competencia en el sector textil han hundido los resultados y el valor de las acciones del grupo de moda, provocando cuantiosas pérdidas a los accionistas. El valor se ha desplomado más del 90% desde máximos.

Adolfo Domínguez, consciente de que NovaCaixaGalicia ha puesto el cartel de se vende a su participación, está intentando buscar un accionista de referencia que reemplace a la antigua caja y así seguir manteniendo un núcleo accionarial duro que evite posibles OPA hostiles, según aseguran fuentes del mercado.

Sin duda, el hecho de que al frente de la entidad gallega, que es a la vez accionista y acreedora de Adolfo Domínguez, esté ahora José María Castellanos, exconsejero de Inditex y buen conocedor del sector de la moda, puede facilitar un mayor entendimiento de los problemas por los que atraviesa la compañía. En el sector textil se dice que “algo” ha tenido que ver Castellanos en el fichaje, en septiembre del año pasado, de Estanislao Carpio, un alto directivo de Camper, como director general de Adolfo Domínguez. Dicho nombramiento ha constituido un hecho histórico en esta compañía personalista, dirigida hasta entonces por la única batuta de su fundador.

Los números rojos han acompañado a la firma gallega en los últimos años. En los primeros nueve meses de su ejercicio fiscal (concluidos el 30 de noviembre) generó unas pérdidas de 10,39 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,3% respecto al mismo periodo del año anterior.

“La crisis económica ha pillado de lleno a Adolfo Domínguez al tener moda a precios medios, los más perjudicados por el desplome del consumo, ya que se ha producido una polarización del mercado: la gente busca lujo o bajo coste, pero no precios medios”, explica Rufino Gallego, director de Link Securities.

Además, pese a los grandes esfuerzos realizados para internacionalizarse, Domínguez sigue generando buena parte de sus ingresos en España, con lo que no ha podido esquivar la crisis como han hecho Inditex o Mango, compañías mucho más globalizadas.

Pero a pesar de la mala coyuntura y la baja capitalización, en opinión de los analistas Adolfo Domínguez sigue siendo “una empresa atractiva” con un valor real muy superior al de su capitalización bursátil, que al cierre de ayer se situaba en 37,1 millones de euros, sólo seis millones más que la deuda que soporta el grupo, la cual fue refinanciada en julio del año pasado.

“Sin duda, la perspectiva de desinversión de NovaGaliciaCaixa está presionando a la baja la cotización de Adolfo Domínguez”, explica un analista del mercado. Tampoco ha sentado bien que la compañía haya tenido que dar marcha atrás en su plan de reducción variable de los salarios de los trabajadores en función de los beneficios de la empresa, una decisión que el grupo de moda ha justificado por la “fuga de talentos” que conllevaría la medida.

Adolfo Domínguez lleva años aplicando un continuado plan de reducción de costes, cierre de tiendas no viables e internacionalización de la firma. Sin embargo, trimestre tras trimestre, la compañía tropieza con el creciente debilitamiento del consumo en España.

 

Las ganancias conseguidas al calor del rally bursátil de principios de año se han evaporado casi por completo. Los inversores vuelven a dar la espalda a Adolfo Domínguez, una compañía duramente castigada en los últimos años por el desplome del consumo, y que busca nuevos inversores de referencia.