El sector turístico rechaza unánimemente la subida del IVA reducido

"España tiene el liderazgo mundial en turismo. Somos el primer destino del mundo en turismo vacacional, el segundo país por gasto y el cuarto por el número de visitantes. La actividad del sector supone más de un 10% del PIB, crea un 11% del empleo y contrarresta en gran medida nuestro déficit comercial".

No son las declaraciones entusiastas de un empresario del ramo, sino la valoración que firmaba el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Manuel Soria, en el Plan Nacional e Integral de Turismo 2012-2015 aprobado el pasado 22 de junio. Por aquel entonces su ministerio se las prometía felices "pese a las dificultades" y contaba con el aplauso de los portavoces del sector, que se dijeron satisfechos con la política del Gobierno a pesar de su "escasa" dotación financiera. El panorama hoy, cuando no ha pasado un mes desde la aprobación del Plan, no podría ser más diferente.

"Consecuencias dramáticas"

Las voces autorizadas del sector han criticado frontal y unánimemente que el mismo Gobierno que hace poco consideraba el turismo "como eje estratégico para la recuperación económica en su agenda 2012-2015" haya aprobado esta semana la subida del IVA reducido, al que se acoge el sector. Se trata de una subida del 8% al 10% cuyo anuncio ha sido recibido por los profesionales del turismo como una declaración de guerra y rechazado en los mismos términos. La demora en la implantación de la medida, que ha quedado retrasada hasta el 1 de septiembre, sólo ha templado levemente los ánimos. A última hora del viernes, la mayoría de asociaciones no habían hecho una valoración del retraso en la implantación del nuevo IVA.

La Comisión de Turismo de la CEOE, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y la Federación Española de Hostelería (FEHR) han firmado junto a la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) y la Mesa del Turismo una declaración conjunta en la que "lamentan y rechazan" la medida, que traerá "pérdida de competitividad" de España como destino turístico e implicará "pérdida de actividad y de miles de puestos de trabajo". En la declaración, que no ha sido retirada o matizada tras el anuncio de que la subida no será efectiva hasta septiembre, también instan al Gobierno a "no tomar medidas que perjudiquen uno de los pocos sectores que son capaces de tirar del resto de las actividades económicas, con medidas cortoplacistas y de fácil aplicación que provoquen unas consecuencias dramáticas a tantas zonas de España que necesitan el turismo como soporte a su sostenibilidad económica y social".

Si al IVA reducido se le conoce en muchos foros informales como el IVA turístico es por una razón sencilla; es el tipo impositivo que grava la mayoría de servicios de hostelería, restauración y alojamiento y al que se acogen los servicios transporte terrestre, aéreo y marítimo de viajeros y equipajes. También es el que se aplica al precio de entradas a espacios culturales como museos y exposiciones, espectáculos, conciertos y cine. Además, el IVA reducido es el impuesto que rige en otros gremios muy vinculados a este sector, como el de los servicios de limpieza o el de la alimentación. 

Penalización al consumo

Según los profesionales del turismo, la subida del IVA actuará también como una penalización al consumo. El secretario general de la Federación Española de Hostelería (FEHR), Emilio Gallego, recordó a través de Hosteltur que cualquier subida impositiva tiene repercusión directa en el gasto y que un incremento de los costes se traducirá siempre "en una bajada del consumo" para un sector, como el hostelero, "muy sensible" a los aumentos de precios y que ya ha "ajustado mucho" sus gastos tras cuatro años de recesión, refiriéndose a la última subida de este tipo de IVA en julio de 2010. "Esperamos que la subida del IVA no se traduzca en una reducción del consumo", ha explicado Gallego, "pero seguramente tendrá ese efecto".

Coincide con el diagnóstico Exceltur, que tras revisar sus cifras con motivo de la subida del IVA anuncia una contracción de la actividad turística en un 1,5% en 2012. Hasta ahora, anunciaba una caída del 0,3%, la primera desde 2009.

Este lobby también detalla que el aumento del IVA turístico supondrá una caída de ingresos anuales de hasta 2.010 millones de euros para el conjunto de la actividad turística y la pérdida de 18.730 empleos directos. Más de la mitad de esta cifra –unos 1.300 millones– corresponderá al descenso de la demanda. Sumando el menor gasto de viajeros nacionales e internacionales, supondría el 1% de la actividad turística, siempre según sus cálculos.

Las tasas de crecimiento del PIB turístico al cierre de 2011 –del 2,6%– y del primer trimestre de 2012 –del 0,1%– ilustraban hasta hoy la permanencia del sector por encima de la media de crecimiento económico, aunque desacelerándose. "Si somos la locomotora del rescate no parece que con estas medidas se beneficie al único sector generador de empleo", ha lamentado en rueda de prensa el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, que añade que al incremento de precios vendrá a sumarse a la "ralentización de la demanda española, que no se recupera, ni tiene visos de recuperarse".

Zoreda había solicitado que la subida del IVA turístico al 10% comenzase a aplicarse “como muy pronto a principios de octubre para que pueda repercutirse en contrataciones con terceros”, si bien “lo ideal sería que se retrasara al 1 de enero de 2013, como pidió esta semana el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida”. Finalmente, el Gobierno ha decidido que sea en septiembre, con el cambio del temporada.

Las agencias de viaje, al 21%

La delicada coyuntura económica española es otro de los argumentos que esgrimen los hosteleros. El incremento del IVA es una de las condiciones impuestas por Bruselas para conceder un año más de plazo a España para rebajar su elevado déficit público al 3%, pero muchos portavoces critican que esta exigencia no implicaba al llamado IVA turístico.   

“La subida del IVA turístico ha sido una decisión del Gobierno, no una imposición europea”, ha denunciado el vicepresidente de CEAV, Vicente Blasco, que califica además la subida de tres puntos para las agencias de viaje –del 18% al 21%– como "muy negativa".

“Para las agencias la subida de tres puntos en su margen de beneficio es poner más piedras en el camino. Se suma a la caída de precios y al estancamiento del consumo. Es decir, las agencias tendrán aún menos ingresos". Es una situación, según Blasco "insostenible para este sector” y que “puede hacer mucho daño al destino España, por cuanto que otros países competidores lo tienen más bajo”.

Disonancia con Europa

En su declaración, en la que tilda la medida de "cortoplacista" y "desastrosa para la rentabilidad de las empresas", la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos ha querido poner la medida española en continuidad con las experiencias similares acometidas en Europa.

La subida de los impuestos indirectos en Irlanda –que en los años 80 pasaron el 10% al 23%– provocó el cierre de más del 10% de los hoteles, según la Confederación, y obligó a su restitución drástica al 10%  en 1985. El ejemplo es similar al de Holanda, donde el IVA turístico subió en 1969 y provocó una caída del 4% de la facturación, un incremento en los precios del 7% y la pérdida de 17.000 empleos ese mismo año. Hoy Holanda grava a sus alojamientos y hoteles con el 6%, uno de los porcentajes más bajos de la Unión Europea.

La CEHAT también critica la falta de continuidad entre criterio del Gobierno español y el adoptado por sus vecinos europeos desde el inicio de la recesión. El IVA hotelero en Alemania es hoy del 9%, después de haberse bajado en 2010 desde el 19%. Y una de las medidas con las que Grecia se ha enfrentado a su grave crisis financiera es, precisamente, bajando este tipo de IVA: en 2011, las autoridades helenas lo rebajaron del 11% al 6,5%.