La crisis vuelve a la banca tres años después y hunde las bolsas

Las bolsas europeas han vivido otra mala semana por culpa de la crisis griega y los temores por la economía. Los mercados no se relajan y se mueven a golpe de declaración, todos dan por hecho la quita de Grecia y se especula con el coste que eso tendrá para los bancos, cuyos problemas de solvencia y de liquidez no dejan de crecer, por lo que se habla ya de que necesitarán recapitalizarse. El foco de atención de la crisis se ha trasladado al sector financiero, tres años después de la quiebra de Lehman. 

El Ibex cerró el viernes con una subida apoyada en rumores, pero con una pérdida semanal del 4,6%, la quinta peor del año. El selectivo, que marcó mínimos anuales y de marzo de 2009 el pasado 12 de septiembre en los 7.640 enteros, arrancará el lunes en los 7.996 puntos. El resto de índices europeos también rebotaron, pero con menos fuerza que el español. Ha sido su segunda peor semana del año. La tendencia es negativa y a corto plazo los expertos no creen que vaya a haber un cambio.

La banca, ahogada

Los bancos europeos se dispararon el viernes tras el batacazo del jueves, pero el rebote no sirve para recuperar el terreno perdido desde agosto. El impulso vino tras extenderse en el mercado rumores sobre un posible anuncio del BCE, que podría bajar los tipos o poner en marcha nuevas medidas para mejorar la liquidez. Las cotizaciones de los bancos están sufriendo el ataque de los mercados, que, como explica un analista, se ponen muy negativos con los problemas de financiación.

Santander cerró a 5,7 euros y BBVA, a 5,6. Los problemas de liquidez han llevado a los bancos españoles a lanzar agresivos productos para captar el ahorro, aunque los depósitos han caído, y la tasa de morosidad del conjunto del sistema ha retomado la tendencia al alza, situándose en su nivel más alto desde junio de 1995. El FMI ha señalado ya las necesidades de capital del sector financiero europeo y el BCE y la Fed han tomado sus últimas medidas para mitigar este problema en lo posible. Por eso lanzaron una inyección conjunta en dólares, entre otras cosas. 

“El mercado ha cerrado una semana terrible y eso, a pesar de que existe una prohibición de posiciones cortas sobre el sector financiero”, comenta un analista. El mercado desconfía del sector, “existe la sensación de que hay algo que no está bien y que no se está diciendo la verdad”, explica en declaraciones a MarketWatch.

“En la eurozona, las noticias sobre el riesgo soberano siguen siendo inquietantes. Además, el sentimiento sobre la necesidad de realizar una recapitalización de los bancos es cada vez más generalizado”, explican los analistas de Renta 4. 

Malas perspectivas económicas en el horizonte

Las cifras publicadas esta semana confirman la ralentización económica y el anuncio realizado por la Reserva Federal de la puesta en marcha de la ‘operación twist’ ha servido de argumento a los inversores para dejarse llevar por el miedo. Esto ha provocado la huida del dinero de la renta variable: se han perdido más de 3 billones de dólares en las bolsas mundiales.

El problema es que los bancos centrales se han quedado ya sin herramientas para poner fin al hundimiento de los mercados y que los políticos no son capaces de encontrar una solución ni a la crisis de deuda ni al frenazo económico. Por otra parte, los mensajes de buenas intenciones que hizo el G-20 no fueron suficiente: los inversores quieren acciones contundentes.

La próxima semana los mercados tendrán múltiples datos ‘macro’ que valorar y seguirán pendientes de los acontecimientos en torno a la crisis de deuda. La Troika (UE, FMI y BCE) volverá a hablar con el gobierno griego para destascar el sexto tramo del primer rescate, que el país necesita con urgencia para hacer frente a los vencimientos. Los analistas insisten en que la volatilidad seguirá siendo muy elevada.