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La entrada de Qatar en Hochtief revela una carambola política y empresarial
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La entrada de Qatar en Hochtief revela una carambola política y empresarial

La entrada de Qatar en el accionariado de la constructora alemana Hochtief para desbaratar la oferta pública de adquisición (opa) de ACS forma parte de una

La entrada de Qatar en el accionariado de la constructora alemana Hochtief para desbaratar la oferta pública de adquisición (opa) de ACS forma parte de una compleja carambola política y empresarial en la que el Mundial de Fútbol de 2022 tiene un papel crucial, apuntaron hoy varios medios alemanes. Las especulaciones en la prensa alemana se han disparado desde que el lunes el mayor consorcio constructor alemán anunciara una ampliación de capital de más de 400 millones de euros que aportaba íntegramente el emirato árabe, convertido en nuevo accionista de referencia.

El diario "Süddeutsche Zeitung" apuntó en su edición de hoy que la medida pretendía, en primer lugar, convertir en inservible la oferta pública de adquisición de ACS, anunciada en septiembre y formalizada en noviembre. El rotativo económico "Handelsblatt" argumentó que la entrada de Qatar en Hochtief dificultará y encarecerá que ACS, que contaba el 30 por ciento de la constructora alemana (ahora el 27,3 por ciento), pueda alcanzar a través de la opa más de la mitad de sus títulos, como oficialmente pretendía.

Pero la irrupción del emirato en esta batalla empresarial tiene implicaciones mucho más profundas, según los medios alemanes. El popular periódico "Bild" se hacía hoy eco de la entrada de Qatar en Hochtief y titulaba sin reparos "¿Construimos nosotros ahora los estadios para el Campeonato del Mundo de Fútbol de 2022?"

El acuerdo entre Qatar y Hochtief se anunció oficialmente poco más de tres días después de que el emirato se hiciese, no sin polémica, con la organización del mayor acontecimiento futbolístico que tendrá lugar en doce años. En los próximos ejercicios, el país del emir Hamad bin Jalifa Al-Zani tiene previsto invertir 38.000 millones de euros en infraestructuras entre las que destacan, además de carreteras, vías de tren y puentes, todos los estadios necesarios para el mundial.

Hochtief tiene "buenas opciones" de hacerse con alguno de los contratos para levantar alguna de estas infraestructuras, teniendo en cuenta que el prestigioso arquitecto alemán Albert Speer ha diseñado ocho de las doce instalaciones donde se disputarán los partidos, según el "Bild". Además, la constructora alemana está ya asentada en Qatar, donde emplea a unas 5.000 personas, más del 7 por ciento de sus trabajadores.

El presidente de Hochtief, Herbert Lütkestratkötter, calificó ayer de "fascinante" el potencial para su empresa del mundial en el emirato. Así, una posible adjudicación a Hochtief de alguno de los contratos para erigir las infraestructuras del mundial en Qatar redundaría en mayores ingresos para la constructora alemana y en un mayor beneficio para sus accionistas. No obstante, la entrada de Qatar en el accionariado de una gran empresa alemana no es ninguna novedad. El fondo de inversión de Al-Zani cuenta con el 17 por ciento del gigante automotor Volkswagen, lo que le convierte en su tercer mayor accionista, y un 10 por ciento de la constructora de vehículos deportivos Porsche.

El perfil político de esta cuidada carambola hay que buscarlo en la reciente visita oficial del emir de Qatar a Alemania, de un marcado carácter económico y en respuesta al viaje de la canciller Angela Merkel en mayo a los Emiratos Árabes. Según varios medios locales, Merkel presentó en Berlín al ministro de Economía qatarí y al presidente de Hochtief durante una recepción del presidente alemán, Christian Wulff, a pesar de que oficialmente el Ejecutivo ha defendido su postura de no intervención en estas operación empresarial.

El único ángulo de la argumentación que la prensa alemana no ha abordado es quiénes en el comité ejecutivo de la FIFA votaron a favor de Qatar para organizar el Mundial de 2022, un órgano con 24 miembros que ha sido acusado de corrupción en los últimos meses.Alemania tiene voz en el órgano superior de la FIFA a través de su representante, Franz Beckenbauer, que ha criticado públicamente la candidatura qatarí y que anunció hace varias semanas su decisión de retirarse del comité ejecutivo este diciembre.

La entrada de Qatar en el accionariado de la constructora alemana Hochtief para desbaratar la oferta pública de adquisición (opa) de ACS forma parte de una compleja carambola política y empresarial en la que el Mundial de Fútbol de 2022 tiene un papel crucial, apuntaron hoy varios medios alemanes. Las especulaciones en la prensa alemana se han disparado desde que el lunes el mayor consorcio constructor alemán anunciara una ampliación de capital de más de 400 millones de euros que aportaba íntegramente el emirato árabe, convertido en nuevo accionista de referencia.

El diario "Süddeutsche Zeitung" apuntó en su edición de hoy que la medida pretendía, en primer lugar, convertir en inservible la oferta pública de adquisición de ACS, anunciada en septiembre y formalizada en noviembre. El rotativo económico "Handelsblatt" argumentó que la entrada de Qatar en Hochtief dificultará y encarecerá que ACS, que contaba el 30 por ciento de la constructora alemana (ahora el 27,3 por ciento), pueda alcanzar a través de la opa más de la mitad de sus títulos, como oficialmente pretendía.

Pero la irrupción del emirato en esta batalla empresarial tiene implicaciones mucho más profundas, según los medios alemanes. El popular periódico "Bild" se hacía hoy eco de la entrada de Qatar en Hochtief y titulaba sin reparos "¿Construimos nosotros ahora los estadios para el Campeonato del Mundo de Fútbol de 2022?"

El acuerdo entre Qatar y Hochtief se anunció oficialmente poco más de tres días después de que el emirato se hiciese, no sin polémica, con la organización del mayor acontecimiento futbolístico que tendrá lugar en doce años. En los próximos ejercicios, el país del emir Hamad bin Jalifa Al-Zani tiene previsto invertir 38.000 millones de euros en infraestructuras entre las que destacan, además de carreteras, vías de tren y puentes, todos los estadios necesarios para el mundial.

Hochtief tiene "buenas opciones" de hacerse con alguno de los contratos para levantar alguna de estas infraestructuras, teniendo en cuenta que el prestigioso arquitecto alemán Albert Speer ha diseñado ocho de las doce instalaciones donde se disputarán los partidos, según el "Bild". Además, la constructora alemana está ya asentada en Qatar, donde emplea a unas 5.000 personas, más del 7 por ciento de sus trabajadores.

El presidente de Hochtief, Herbert Lütkestratkötter, calificó ayer de "fascinante" el potencial para su empresa del mundial en el emirato. Así, una posible adjudicación a Hochtief de alguno de los contratos para erigir las infraestructuras del mundial en Qatar redundaría en mayores ingresos para la constructora alemana y en un mayor beneficio para sus accionistas. No obstante, la entrada de Qatar en el accionariado de una gran empresa alemana no es ninguna novedad. El fondo de inversión de Al-Zani cuenta con el 17 por ciento del gigante automotor Volkswagen, lo que le convierte en su tercer mayor accionista, y un 10 por ciento de la constructora de vehículos deportivos Porsche.

El perfil político de esta cuidada carambola hay que buscarlo en la reciente visita oficial del emir de Qatar a Alemania, de un marcado carácter económico y en respuesta al viaje de la canciller Angela Merkel en mayo a los Emiratos Árabes. Según varios medios locales, Merkel presentó en Berlín al ministro de Economía qatarí y al presidente de Hochtief durante una recepción del presidente alemán, Christian Wulff, a pesar de que oficialmente el Ejecutivo ha defendido su postura de no intervención en estas operación empresarial.

El único ángulo de la argumentación que la prensa alemana no ha abordado es quiénes en el comité ejecutivo de la FIFA votaron a favor de Qatar para organizar el Mundial de 2022, un órgano con 24 miembros que ha sido acusado de corrupción en los últimos meses.Alemania tiene voz en el órgano superior de la FIFA a través de su representante, Franz Beckenbauer, que ha criticado públicamente la candidatura qatarí y que anunció hace varias semanas su decisión de retirarse del comité ejecutivo este diciembre.

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