"Si emprender es ya complejo, hacerlo social es poner una tuerca más"

El emprendimiento social es un movimiento que empieza a cobrar importancia en España. Cada vez son más los inversores que han encontrado negocio en la base de la pirámide y las empresas también están poniendo herramientas de gestión al servicio de problemas sociales. Las multinacionales están empezando a escuchar este tipo de proyectos y se están volcando en su ejecución. Sobre este asunto ha versado el primer panel de los Ventures Days organizados por el Instituto de Empresa enmarcado en la Semana Internacional del Emprendedor.

Al contrario de los que muchos piensan, los emprendedores sociales no son una ONG, sino que también son empresarios que también buscan una rentabilidad económica en las ideas que ponen en marcha, aunque al mismo nivel que una social. “Si atreverse a emprender es ya de por sí complejo, hacerlo social es como poner una tuerca más”, asegura Max Oliva co-fundador del Hub.

A diferencia de las empresas tradicionales, las sociales cuentan suelen estar emprendidas por personas que conocen a fondo la problemática de un lugar y que creen que pueden proponer una solución con la que además conseguir ingresos. Para ello, tienen que tener una cuenta de resultados económica y una cuenta de resultados social. “Tu obligación es intentar generar ingresos para ‘stakeholders’ como accionistas, inversores, pero también a otros ‘stakeholders’ medioambientales o sociales que también han depositado una serie de recursos para que tu proyecto salga adelante. Esa es una de las ventajas competitivas respecto al resto de las empresas”, asegura José Almansa, Business Angel.

Pero su labor social va más allá de satisfacer las necesidades a nivel local o regional. Muchas veces pueden llegar a cambiar la sociedad. En Ashoka, el 54% de los emprendedores acabaron teniendo una influencia política importante tras cinco años. Una cifra que asciende al 74% en 10. “Los impactos sociales van también por ahí. Los emprendedores sociales pueden cambiar las leyes. Su principal reto es una inventar una nueva forma de hacer las cosas”, asegura Elena Correas, directora asociada de la organización.

Los grandes inversores españoles también entran en contacto con este tipo de emprendimiento. José Martín Cabiedes, socio de Cabiedes&Partners ha montado varias entidades tales como Hazloposible, el proyecto Hacesfalta.org y varios medios de comunicación y agencias. “Transformamos modelos que funcionan en Internet y le damos una vertiente social. Actualmente estamos trabajamos con cerca de 6.000 organizaciones no lucrativas con el impacto social que eso supone”.