Lazora fusiona sus dos fondos para crear la mayor empresa de alquiler de vivienda

Lazora, la sociedad de capital riesgo dedicada a la inversión inmobiliaria, va a fusionar sus dos fondos de inversión creados para invertir en la compra de viviendas para su posterior alquiler. Una operación que también incluye la transformación en Sociedad de Inversión Mobiliaria, un cambio que abre la puerta para que sus accionistas puedan vender sus participaciones a terceros o mediante una salida a bolsa.

 

El grupo constituido en 2003 por Concha Osácar, una de las mayores expertas en el mercado inmobiliario, y Fernando Gumuzio, un veterano banquero de inversión que regentaba con su socia el fondo sectorial de Banco Santander con 2.000 millones de inversión, ha decidido dar este paso para unificar la marca y aprovecharse de las ventajas fiscales.

 

Hasta el momento, la gestora tenía dos vehículos de inversión: Lazora I y Lazora II. El primero fue levantado en 2003 con un capital de 153 millones de euros y una capacidad de inversión de hasta 550 millones. El segundo se creo en 2007 con unos fondos propios de 300 millones y un músculo financiero de hasta 1.000 millones. Aunque el ritmo de inversión de Lazora II ha ido más lento que su predecesor, lo cierto es que los accionistas están más que satisfechos con la rentabilidad de la inversión, que ronda el 15%, según fuentes próximas a la sociedad.

 

Ante esa buena evolución, los gestores les han propuesto fusionar los dos fondos y trabajar con una sola marca. La primera parte de la operación conlleva beneficios fiscales al transformarse en una sociedad de inversión inmobiliaria, con más ventajas tributarias, en el caso de las destinadas al alquiler, que las propias Socimi, Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario.

 

Este cambio también permitirá a los accionistas tener mayor liquidez, ya que podrán vender sus participaciones si así lo desean para hacer caja. Ahora solo podían desprenderse de sus acciones si algún socio la compraba o si encontraban a algún inversor externo que la adquiriese en el mercado secundario, donde las transacciones se suelen hacer con descuento. A futuro no se descarta que la compañía pudiera incluso salir a bolsa.

 

El segundo objetivo consiste en hacer valer la marca Lazora como primera compañía española en compraventa de vivienda protegida para el alquiler. En la actualidad, el grupo dispone de más de 4.800 viviendas en alquiler y 1.000 adicionales en desarrollo distribuidas en 15 provincias. Su producto va dirigido principalmente para jóvenes menores de 35 años.

 

El plan de negocio de los dos fondos pretendía tener en cartera 15.000 viviendas en 2012, reto al que le ayudara la reciente adquisición de cuatro promociones de titularidad pública con 630 pisos sacados a subasta por el Ayuntamiento de Madrid. Lazora ha pagado 65 millones por esta operación, que se firmó la semana pasada, cuyas urbanizaciones están situadas en los barrios de Carabanchel, Vallecas, Sanchinarro y Pavones.

 

La sociedad se ha aprovechado de la crisis del sector y en los últimos años ha comprado numerosas promociones a empresas en graves problemas financieros o en suspensión de pagos como Fadesa, Ballester, Lubasa o Detinsa. Entre los accionistas de Lazora se encuentras Caja Madrid, Caixa Galicia, Caja de Burgos, Caja Inmaculada, Caja Navarra, CAM, La Caixa, Caja Duero, Caja Ávila, Caja España –todas en procesos de fusión- y el Grupo Caja Rural. También tienen participaciones los fondos de BBVA Pensiones, Bansabadell Pensiones, Fonditel y de Caixa Cataluña.